El correr de los encuentros amistosos evidenció que iban a ser más de seis los refuerzos que iba a necesitar Independiente Rivadavia para hacerle frente no solo a un torneo largo sino en el que está obligado a ser protagonista.
Esta vez no tiene permitido un resbalón porque le margen de error es muy chico. Y por eso siguen fluyendo los nombres de los que ya tienen todo acordado de palabra y de más futbolistas con los que se está llevando adelante distintas negociaciones.
En primer término se acordó con el centrodelantero y no es una noticia menor. Se trata de Claudio Guerra, quien llega procedente de Nueva Chicago, donde marcó dos goles (uno de ellos justamente a Independiente en Mataderos).
Los últimos seis meses del 2015 los jugó para Sportivo Belgrano de San Francisco y allí marcó dos goles más. A sus 32 años, viene de convertir cuatro goles en el último año.
El otro refuerzo que cerró ayer la dirigencia es Fausto Montero. Volante por derecha de Unión de Santa Fe, aunque puede desempeñarse en cualquiera de los puestos de la zona de volantes. La polifuncionalidad de Montero fue clave para decidir su incorporación.
De esta manera, si Guerra y Montero aprueban la revisación médica, se sumarán los refuerzos que ya entrenan en el Azul: Mauro Maidana, Rodrigo Arciero, Facundo Curuchet, Diego Cardozo y Yeimar Pastor Gómez Andrade.
Es decir, Martín Astudillo contaría con siete refuerzos. Pero allí no se detiene el Azul. Falta un marcador central, un centrodelantero y un volante por izquierda. Caído definitivamente lo de Pablo Frontini, todos los cañones apuntan ahora a Sergio Rodríguez, marcador central uruguayo con último paso por Instituto de Córdoba.
El centrodelantero, en tanto, buscan que sea el paraguayo Adrián Fernández, quien está negociando con Huracán de Parque Patricios. De no cerrar allí, arribaría a Independiente.