En las últimas horas se ha notado un crecimiento de la violencia discursiva en el ámbito político nacional, teniendo en cuenta la incertidumbre económica pero también en medio de un contexto eleccionario, cada vez más cerca de las elecciones y aún sin certezas sobre los precandidatos para la presidencia.
Por ejemplo, Elisa Carrió, diputada nacional por Cambiemos, lanzó un exabrupto en Córdoba, cuando sostuvo que ""gracias a Dios se murió (el ex gobernador José Manuel) De la Sota", pues en caso contrario "ahí sí sabrían lo que es una denunciadora".
Luego, la diputada nacional contestó y se disculpó a través de su cuenta de Twitter: "Las palabras solo pueden ser entendidas desde lo espiritual y en el contexto que fueron dichas. En ningún momento celebré la pérdida del ex gobernador De la Sota. De los que no creen no puedo hacerme cargo. No quise ofender a nadie y si lo hice mis disculpas más sinceras".
Por otro lado, también apareció de manera polémica el ex secretario de Comercio Interior del kirchnerismo, Guillermo Moreno, quien justificó la corrupción al manifestar que "si alguno quiere vivir de lo ajeno, que lo haga, pero con códigos".
“Si algún muchacho quiero vivir de lo ajeno, bueno está bien, pero que lo haga con códigos. No me robés la billetera y me dejés la señora, con 60 años, tirada con fractura de cadera y cuando se recupera tiene 85 años. ¿Cuál es la gracia de eso?”, destacó.
