Hoy cumple 50 años, la mejor tenista argentina de todos los tiempos, Gabriela Sabatini. La ex deportista destacada tanto por su habilidad como por su belleza, que supo enamoró en el Bois de Boulogne, conquistar a Roland Garros junior, y mayores en pareja con Steffi Graf y finalmente en Wimbledon.
A los 9 años viajaba con el equipo argentino por Sudamérica y a los 12 estuvo en Miami y en Montecarlo, cuenta la ex tenista. Hizo su primera gira por Sudáfrica y Europa con 13 años prácticamente sola.
"Fuera de la cancha, extrañaba muchísimo, pero entraba a jugar y me olvidaba de todo. Era feliz. Creo que con los medios actuales sería distinto, Imaginate que yo sólo podía hablar por teléfono con mis padres una vez por semana... Si podía. Me pasó de todo: la falta de comunicación con mi familia, perder la conexión de los trenes, el idioma desconocido en muchos lugares y otros contratiempos. Ahora que lo pienso, era una locura. Pero todo eso me hizo crecer madurar muchísimo. Claramente, hoy sería más fácil", confió en una entrevista publicada en Clarín.
Cuidadosa de su intimidad y protectora de su familia, Sabatini siempre se mantuvo lejos de los conflictos. Su belleza natural atrajo sponsors aunque de mantuvo siempre con su perfil bajo y fiel a sus convicciones.
Monica Seles fue rival en la cancha, pero la describió tal cual es la esencia de la argentina, por un gesto que describió en su biografía, From Fear to Victory (Del Miedo a la Victoria) después de que recibiera una puñalada en el hombro por parte de un fanático de Steffi Graf, en Hamburgo.
Tras ese episodio, Seles sintió que sus rivales le dieron la espalda al no considerar aquel atentado para conservar su lugar en el ranking (era la N°1 de la WTA). Y le dedicó unos párrafos a Sabatini, a quien confió respetar y quererla por la postura que finalmente tomó: "Gaby fue la única jugadora que me apoyó después del ataque. Ella pensó como persona, no en el ranking, no pensó en los sponsors ni en el negocio. Ella es una persona diferente al resto de las jugadoras que estaban en el tour", explicó la yugoslava nacionalizada estadounidense.
Sabatini ganó 27 títulos y llegó a ser número 3 del mundo en 1989. Pero antes, en 1985 se convirtió con tan sólo 15 años en la semifinalista más joven de la historia de Roland Garros, cayendo con Chris Evert, entonces 2° de la WTA.
"Creo que una no tiene consciencia de esos momentos, pero a veces miro fotos y digo: 'Guau, qué chica que era'", reconoció.
Siempre se alejó de la fama y la exposición
"Cuando era chica y pensaba que al ganar un torneo tenía que hablar, muchas veces perdía en semifinales para no hacerlo", le había confiado a La Nación en una nota realizada en 2013.
Gabriela se retiró a los 26 años, muy joven, pero según contó prefirió alejarse del tenis antes de comenzar a odiarlo.
Desde que se retiró, en 1996, no dejó de colaborar con los raquetas que la seguían, sin alardear, y en silencio. Y también, como embajadora de una fundación que lucha contra el cáncer de mama.
"El tenis me dio mucho más de lo que me pudo haber quitado. Soy una afortunada de haber vivido todo lo que viví. Me dio la posibilidad de viajar a tantos lugares, de conocer el mundo, de conocer gente, de tener amigos por todos lados. Todo eso, quizás, de otra forma no lo hubiese podido hacer", confió la ex tenista.
Su medalla plateada en Seul 1988, la más recordada
Si bien, en aquel tiempo no habían puntos para la WTA, ella disfrutó representar a su país: "Estás en el mismo edificio con los atletas argentinos, con los que te ves todo el tiempo, era como una familia, íbamos a comer todos juntos. Lo que me dio fue muchísima energía. Recuerdo que me levantaba a la mañana, estaban todos entrenando, preparándose para sus competencias y a una le daba muchas ganas, también, de entrenarse. Salí de ahí con unas pilas y unas ganas como nunca. Entonces, fue muy gratificante y hasta el día de hoy lo guardo en un lugar muy especial. Es donde respirás el deporte, te das cuenta y valorás todo el esfuerzo que hacen muchos atletas, porque la mayoría son, quizás, amateurs y se preparan solamente para ese momento. Ese es él momento, que por ahí dura dos minutos o un día. Eso me marcó mucho y hasta el día de hoy, que me gusta seguir ligada a los demás deportistas, alentarlos, acompañarlos y es hermoso. Me llena mucho", explicó a La Nación la semifinalista del US Open 1990, con dos Masters en el Madison Square Garden y cuatro títulos en la capital italiana.
También fue semifinalista en Australia 1989, tres semis en Rolland Garros (1986, 1987, 1989), triunfo en Wimbledon (1988) y smeifinales en el Abierto de Estados Unidos (1986-1989, 1994, 1996).
"Siento que soy una privilegiada de la vida, hice todas las cosas que quise hacer, las sigo haciendo y tener esas posibilidades ya es mucho. Lo importante es sentirse bien. Y trato de hacer una vida sana también, son todas cosas que a una la dejan tranquila. Me siento feliz de estar donde estoy, de haber vivido lo que viví", dijo Gabi.
Actualmente, la ex tenista combina su vida de empresaria con la vida sana, haciendo deportes, comiendo saludable y disfrutando de sus viajes. Vive en tres ciudades, a las que disfruta según la época del año: Miami, Zurich y Buenos Aires.