U nueva demora en su inauguración deberá soportar el esperado hospital de Luján de Cuyo, cuya estructura a medio terminar se ubica en el callejón Maldonado, sobre el Acceso Sur, a metros de calle Quintana, en el distrito de Perdriel.
Esa edificación hospitalaria tiene un aceptable avance de obra, pero no puede ser habilitada al público porque además de su terminación propiamente dicha, hay que proceder a su equipamiento y al nombramiento del personal.
Aunque debió ser habilitado hace semanas (había una previsión de comienzo de servicio para el pasado bimestre mayo-junio de 2018, anuncio oficial de por medio), el nosocomio se encuentra otra vez parado y la frustración acompaña una vez más a los potenciales cientos de usuarios del departamento, especialmente los que residen al sur del río Mendoza, habitantes de Perdriel, Agrelo y Ugarteche…
Aunque debe aclararse que el radio de cobertura es mucho más amplio aún.
En fuentes de la Subsecretaría de Infraestructura del Gobierno provincial, que es la repartición local que monitorea este emprendimiento, se indicó que la empresa que había ganado la licitación se retiró de la construcción del complejo asistencial.
Ahora deberá concursarse nuevamente la terminación de los trabajos entre las firmas que se presentaron en la convocatoria inicial, que prescindiendo de la ganadora eran ocho.
Son ellas: UTE Capsa SRL-Calzetta SA-Oralco SRL, Acotur SA, Laugero Construcciones SA, Procon SRL, Dafre y Gaido Construcciones SRL, Corporación del Sur SA, Tolcon SRL y OHA Construcciones SRL.
Los procedimientos que se seguirán ahora -la elección del nuevo contratista- demorarán por los menos tres meses y también deberán cumplirse otros trámites, como por ejemplo establecer cómo se encuentra el estado de la construcción y si hay vicios ocultos o no en la misma.
Cuando esté designada la próxima firma constructora y se hayan superado los trámites a cumplir, habrá que esperar por lo menos hasta el primer trimestre del año próximo para concluir la tarea, en el mejor de los casos.
La obra arrancó en abril de 2015 a cargo de la administración de Francisco Pérez, pero, por diferentes problemas económico-financieros, fue abandonada.
Muchos residentes de los distritos sureños de Luján de Cuyo mantenían firmes expectativas de ver concretado este antiguo anhelo departamental, pero se han acostumbrado a apreciar un vallado de tela verde que oculta una construcción no terminada y un vistoso cartel que promociona el proyecto.
El nosocomio es muy importante para esas personas y también para habitantes de la ciudad de Luján de Cuyo y hasta de Maipú, ya que de otra forma, quienes residen en los distritos lujaninos deben recurrir a otros efectores de salud pública (centros de salud) o a los centros médicos privados; los primeros no siempre cercanos a sus domicilios, y los segundos, a veces inalcanzables para personas sin cobertura social o de bajos recursos.
El hospital, no obstante que no alcanzará a la complejidad de las grandes unidades hospitalarias de la ciudad de Mendoza, estará en condiciones de atender las necesidades de atención de la salud de un elevado número de potenciales pacientes.
Debe señalarse además que la zona de jurisdicción ha recibido diversos barrios en los últimos años, y si se cumple la previsión de la administración municipal de Luján y logra erradicar el espacio conocido como el Bajo, se levantarán nuevos conglomerados habitacionales que requerirán más oferta en salud.
Si bien la unidad que está en proceso de ponerse en movimiento no será un efector especializado en casos pediátricos, como lo es el Humberto J.
Notti, muchas familias humildes que ahora deben recorrer largas distancias para llegar al establecimiento de Bandera de los Andes, podrán encontrar un primer diagnóstico y una inicial atención ante eventuales dolencias que presenten sus chicos.
Pese a que estamos de acuerdo en la necesidad de cumplir los pasos para continuar esta imprescindible obra, podría esperarse que dentro de lo posible se aceleren los tiempos para inaugurarla lo más rápido posible.
