José Gamez cuenta que llegó a esta propiedad en Fray Luis Beltrán (Maipú) a fines de los '70, cuando era monte virgen. Se encargó de desmontarla para empezar a dedicarse a aquello que conocía porque lo había aprendido de sus padres: la horticultura. Hoy, su finca tiene diversas innovaciones como injertos, uso de agroquímicos que no afectan a los insectos benéficos, riego por goteo y una prueba de solarización para desinfectar el suelo. La propiedad albergó la tercera edición de la Expo Hortícola.
Con una leve sonrisa de satisfacción al ver el ingreso de otros productores de la zona e ingenieros agrónomos, todos con la intención de conocer lo último sobre insumos para la actividad agrícola, Gamez confiesa que la tarea le apasiona. Es como si en ese instante recordara el momento en que llegó y se apropió de la tierra; de cuando construyó la casa familiar; de cómo crecieron allí sus hijos.
Cuenta que es el mayor de dos hermanos y que no pudo avanzar con los estudios. Que no eligió dedicarse a la horticultura sino que no tuvo otra opción. Pero que siempre busca hacer las cosas un poco mejor. Se emociona cuando cuenta que su hijo mejor, Nicolás, se recibió hace poco de ingeniero agrónomo y que está haciendo un posgrado en Almería (España).
Innovar gota a gota
Gamez detalla que en 2007 comenzó a instalar el riego por goteo -de a poco- hasta llegar al 100% de las 37 hectáreas y que sus pares de la zona no entendían por qué lo hacía y eran reacios a seguir el mismo camino. Explica que se trata de una cuestión de cultura, porque se gana en eficiencia con respecto a la conducción del riego por surco pero también hay que controlar en forma diaria la humedad para programar el agua que van a recibir las plantas y colocar los productos -fertilizantes y pesticidas- en el mismo sistema.
Opina que se necesita apoyo del Estado para que más productores del cinturón verde del Gran Mendoza comiencen a utilizar el riego presurizado, porque ellos comenzaron a sufrir hace un buen tiempo las consecuencias de la escasez. Y que los créditos para hacer la instalación se pagarían con el ahorro de energía -aún más si se utilizan paneles solares-, en tanto la garantía sería que "nadie que haga una inversión así, abandona".
Un abejorro negro se acerca a las flores violetas de las plantas de berenjenas. El horticultor lo señala para destacar que son polinizadores y que volvieron a su finca cuando empezó a usar productos con moléculas que respetan a los insectos benéficos, que además combaten a los que se convierten en plaga.
Este misma preocupación por el cuidado del ambiente -que José resume en algo muy simple: que el recurso para producir es el suelo-, lo llevó a utilizar químicos que impactan menos en el entorno y específicos para cada planta y plaga. También, a probar un sistema de desinfección del suelo que utiliza el calor del sol, en lugar del bromuro de metilo, que además daña la capa de ozono.
Cuando se le pregunta cómo ha logrado sostenerse en una actividad que va perdiendo hectáreas en la provincia, Gamez reconoce que la tarea demanda mucho sacrificio, porque las hortalizas están en el suelo y hay que agacharse para todas las labores.
Comenta que le da pena no poder remunerar “como debe ser” al trabajador, pero que por más que los productos sean de buena calidad a veces los precios no acompañan y muchos costos están en dólares. Pero asegura que el motor para quienes se han dedicado toda su vida, como él, a trabajar la tierra, es “la esperanza del mañana”.
El anfitrión
En su finca Los Almendros se realizó una actividad que nació con el nombre de Día de Campo hace tres años y luego se convirtió en una Expo Hortícola. La iniciativa fue ideada por Verónica Casarrubia, de la proveedora de semillas para hortalizas HM Clause, como un modo de intercambiar experiencias entre empresas, productores y profesionales. Y se sumó a la organización Eva Cortes, de la firma de soluciones tecnológicas Tecniagro.
En esta edición fueron más de 15 las empresas que participaron para dar a conocer las innovaciones en fertilizantes y productos para combatir plagas, herramientas, instalaciones para riego y protección de los cultivos, y en variedades y manejos. Los participantes fueron recorriendo la propiedad de José Gamez, deteniéndose en las estaciones distribuidas en distintos puntos, para cerrar el periplo con un almuerzo compartido.
Eva Cortes comentó que se está avanzando en el manejo integrado de plagas, tratando de incorporar la lucha con enemigos naturales, con trampas de feromonas y bandas engomadas para atrapar polillas, moscas y trips, de manera de reducir el uso de agroquímicos. Y que también hay opciones con algas marinas como fertilizantes.
Dos de las firmas que participaron presentaron alternativas para el riego por goteo.
Facundo Sicoli, de Netafim, explicó que cuentan con una manguera de paredes muy delgadas, especialmente diseñada para la horticultura. Es que una de las dificultades que desalienta el uso de este sistema de conducción por parte de los productores de hortalizas es que la recomendada rotación. Ación que obliga a los productores a reemplazar los materiales con frecuencia, para responder a las necesidades del nuevo cultivo.
Sicoli explicó que estas mangueras son de muy bajo costo y destacó que el riego por goteo permite ahorrar hasta un 70% de agua, a la vez que incrementar, hasta incluso duplicar, el rendimiento por hectárea.
La ingeniera agrónoma Johanna Belmonte, de Proplanta, señaló que el 100% de las sandías chilenas nacen de material injertado. La ventaja de estos plantines, detalló, es que se utiliza un pie o raíz resistente a las plagas o a las malas condiciones del suelo, y en la copa la variedad elegida.
Se puede utilizar en sandía, melón, tomate, pepino, zuchini, berenjena y pimiento. Pero advirtió que las plantas son tan vigorosas que pueden escaparse rápidamente de control, por lo que es necesario monitorearlas de cerca y asegurar un buen riego y conducción para obtener buenos calibres.
Materiales plásticos
Los asistentes a la expo también pudieron conocer de qué manera se puede utilizar plástico para desinfectar el suelo. Antonio Gómez, de Agriplex, detalló que, luego de varios ensayos con el INTA, determinaron el grosor necesario de la membrana transparente para que la tierra alcance una temperatura de más de 40 grados hasta los 35 centímetros de profundidad, con lo que se eliminan las plagas luego de unos 45 días.
Este sistema logra erradicar hasta la peste rosa del ajo, que resiste a los químicos. La desventaja, indicó, es que se debe dejar una superficie sin utilizar durante los meses de mayor calor. Como contraparte, los rendimientos se incrementan en lugar de mermar como cuando se utilizan químicos y el costo ronda los 1.200 dólares por hectárea versus los 5 mil de otros productos.
Gómez además comentó que se está extendiendo la fabricación y el uso de invernaderos "a la mendocina". Así como hace unos años el diferencial para los productores que podían invertir estaba en colocar malla antigranizo, hoy el uso de esta protección está extendido. Muchos productores están optando por aprovechar la estructura que sostiene la tela antigranizo para colocar plástico por debajo, lo que les permite hacer cultivos tempranos o tardíos y controlar mejor la humedad, además de evitar que la lluvia dañe el producto, como ocurre con el tomate.
Las empresas y organismos que participaron y presentaron las últimas novedades y soluciones integrales fueron Tecniagro, HM Clause, Proplanta, Timac, Agro Argentina, Stoller, AgrinPlex, Finca Los Almendros, Alltec, Bayer, Summit Agro, Masteragua, Municipalidad de Maipú, Diesel Lange Concesionario Oficial John Deer, Brometan, Bambú, Netafim, y Yara Knowledge grows.