Por muchas razones, usos, costumbres, prejuicios y "mala prensa", la actividad hortícola ha sido históricamente "La Cenicienta" dentro de las cadenas agroalimentarias (compartiendo estos calificativos junto con las especies aromáticas), sin embargo soplan aires de cambio y es posible que la calabaza (justamente una hortaliza mayor), se transforme en carruaje de oro, … como en la fábula.
Veamos un pequeño análisis histórico. Pocas veces la horticultura argentina gozó de un alto estatus frente a sus pares, la cerealicultura, la viticultura o el cultivo de oleaginosas, y esto se ve inclusive en el ámbito académico, ya que pertenecer a la Asociación Argentina de Horticultura (Asaho), no tiene el mismo "nivel" que pertenecer a la Asociación Argentina de Productores de Trigo (Aaprotrigo).
Inclusive dentro de la misma Horticultura, las especies que la componen no tienen el mismo nivel en el ranking. Ser productor de papas en Balcarce no es lo mismo que ser quintero de algún cinturón verde de nuestro país.
Los "planificadores" se equivocaron muchas veces utilizando como un "comodín" o "morrucho" a las hortalizas. Vale recordar la apertura de nuevas áreas bajo riego con cultivo de hortalizas aunque nadie supiera cultivarlas o estuviesen a miles de kilómetros de los centros de consumo, debiendo atravesar cientos de ellos por caminos intransitables.
Pero esto está cambiando, aunque muchas veces el cambio no sea de fondo y solo sean anuncios grandilocuentes de poco conocimiento y mucha especulación política.
Es raro que la gente no vinculada con el sector hable, opine y "dé cátedra" sobre soja, trigo o colza, sin embargo una inmensa mayoría habla de las hortalizas "sin que se le mueva un pelo", como si supieran. Hasta los comunicadores (que hablan de zapallo inglés o coreano, cuando esta especie es nativa de América), y funcionarios de varios ministerios se confunden cuando se meten a opinar sobre la disponibilidad de tomates en ciertas épocas del año.
Algunos médicos y nutricionistas desconocen que recomendando a niños y mujeres menopáusicas el consumo de espinacas en ciertas épocas del año contribuyen a una descalcificación peligrosa, ya que los altos contenidos de ácido oxálico en esta verdura forman oxalatos de calcio en el organismo y se elimina este a través de la orina.
No están exentos de "meter la pata" algunos reponedores de hortalizas en góndolas y encargados de cámaras frigoríficas de los supermercados. Aquellos mojan con el mismo ahínco las hortalizas de hoja (las únicas verduras), que las raíces como las batatas o camotes, produciendo podredumbres severas en estas últimas.
Hasta algunos diseñadores gráficos y "creativos" de las agencias publicitarias se meten sin saber. Confunden las variedades y las especies, llamándole "lechuga japonesa" a una variante de la familia del repollo y el coliflor, o proponen publicidades de consumo de ajos de Mendoza (el segundo conglomerado mundial de producción de esta especie), con una fotografía de ajos chinos.
Los verduleros del barrio muchas veces no están preparados para opinar sobre lo que venden. Solo venden lo que le piden, cambiando dinero por producto, sin aportarle valor agregado. Acá hay que rescatar al gobierno de Córdoba que dicta cursos a estos comerciantes capacitándolos muy adecuadamente.
A pesar que los gerentes de compra de los súper e hipermercados no quieren a las hortalizas (por las mermas y reposiciones permanentes), ellos saben que, a pesar que la actividad no es deseada, es el gancho de la compra diaria de nuestras amas de casa.
La Horticultura es una actividad denostada por muchos, pero todos deberían saber que las hortalizas son la principal fuente de minerales y de vitaminas del consumo diario, y, nos guste o no, están todos los días en nuestras mesas.
Por lo general también se desconoce que las hortalizas en nuestro país son más de 80 especies, sin embargo solo 5 de ellas cubren el 80% del consumo. También llama la atención que en la mayor parte los proyectos sociales incluyen alegremente a la horticultura, pero para lograr soberanía alimentaria el diseño de la huerta debe estar en manos de equipos que sepan.
Para ser huertero se necesita: amar a la tierra y los frutos que de ella salen; saber los secretos para cultivar las hortalizas; saber que es una actividad con mano de obra intensiva.
Asimismo, la Horticultura requiere de buenos maestros, entendiendo por estos a aquellas personas con méritos relevantes entre sus pares, que practica y maneja con desenvoltura el cultivo de las hortalizas en el medio que dispone.
Pasará de cenicienta a princesa solo cuando todos los que estén involucrados, de una u otra manera, en la actividad sepan de las propiedades nutracéuticas de las hortalizas y su papel en el futuro de las generaciones venideras, y hagan los mayores y extendidos esfuerzos para que se produzca más y mejor.