La Universidad de Missouri defendió sus prácticas de investigación después de que un grupo nacional dedicado a promover la adopción de mascotas condenó públicamente un experimento en el que fueron sacrificadas seis perras de raza Beagle.
La organización Beagle Freedom Project, con sede en California, la cual demandó a ese sistema universitario por más de 82.000 dólares por cargos que dice le están cobrando por una solicitud de apertura de registros, afirmó que se enteró de la muerte de los perros por un estudio publicado sobre tratamiento para corneas dañadas.
El estudio publicado en abril en la Revista de Oftalmología Veterinaria indica que a varios beagles de aproximadamente un año de edad se le dañaron los ojos intencionalmente mientras eran sacrificados. A mitad de los animales se les aplicó entonces un tratamiento ácido tópico para determinar si curaba el daño ocular, lo cual no ocurrió y los animales fueron sacrificados.
Kevin Chase, vicepresidente de BFP -un grupo que rescata para adopción animales que fueron utilizados para investigación, desde ponis a peces tropicales- calificó el experimento de la universidad como “un fracaso colosal y cruel” y agregó que “la capa superior de la córnea está llena de miles de pequeñas terminales nerviosas”.
“Enjaular a perros en un laboratorio, dañar intencionalmente sus córneas y después matarlos es tan ético como recoger gente en la calle pegarle con un tubo en la cabeza y ordenar probar nuevos tratamientos para conmoción cerebral”, enfatizó Chase.
Organizaciones defensoras de los derechos de animales dicen que aproximadamente 400 laboratorios de investigación en Estados Unidos utilizan cada año un total de 70.000 perros, en su inmensa mayoría de raza Beagle debido usualmente a su docilidad.
La universidad emitió un comunicado diciendo que los beagles fueron sacrificados durante el procedimiento y recibieron analgésicos cuando se notó cualquier malestar. La investigación, cuyo objetico es el desarrollo de tratamientos sin dolor o no invasivos para lesiones de córnea, “mejora la calidad de vida tanto para animales como para humanos”, insistió la universidad.
“La investigación animal sólo se realiza cuando los científicos consideran que no existe otra manera de estudiar el problema y nuestros investigadores respetan enormemente a sus animales de investigación y el mayor cuidado”, añade el comunicado.