La policía japonesa descubrió nueve cuerpos mutilados y decapitados depositados en refrigeradores y cajas en un apartamento de la periferia de Tokio, informaron este martes los medios locales.
La policía de Tokio detuvo a un hombre de 27 años quien, según la prensa, confesó haber descuartizado los cuerpos y haber tirado los pedazos a la basura, intentando disimularlos esparciendo sobre ellos arena para gatos.
El hombre estaba siendo juzgado en un principio por haber descuartizado y guardado un cuerpo en una nevera, acusación que no niega, informó un portavoz de la policía de Tokio.
"Declaró 'descuarticé un cadáver, lo puse en el refrigerador y le eché por encima arena para gatos. Quería esconder a la persona que había matado y disimular las pruebas'", señaló este portavoz policial, sin brindar más precisiones.
Según la prensa local, el sospechoso confesó a la policía haber cortado en pedazos los cadáveres en una bañera, y "haber tirado pedazos y órganos a la basura". En la casa se habría encontrado una sierra.
Policías y periodistas invadieron los alrededores de la gran casa en la que se encuentra el apartamento, en el tranquilo barrio residencial de Zama, un suburbio en el suroeste de Tokio, cuyos habitantes no podían dar crédito a que semejantes actos de violencia fueran cometidos a pocos pasos de sus hogares.
"Es realmente cruel. Utilizó una sierra para desmembrar los cuerpos. No debe ser alguien normal para hacer cosas semejantes", dijo a la AFP un vecino, Hideaki Hosogaya, de 83 años.
"Yo creía que era un olor proveniente de las cloacas", dijo otro habitante del barrio, citado por el diario Sankei Shimbun, añadiendo que "nunca había sentido un olor similar".
La policía utilizó lonas azules para tapar el interior del edificio, y cubrió las ventanas del apartamento en el que se encontraron los cuerpos mutilados.