Una familia salteña vivió momentos de hondo dramatismo durante la madrugada del pasado domingo, en un aberrante hecho que se conoció en las últimas horas.
Es que un integrante de Gendarmería Nacional, de 26 años, se metió en una casa armado y borracho y quiso violar a una mujer y su pequeña hija de 5 años.
El uniformado aprovechó que la puerta de entrada de la casa ubicada en el barrio 200 viviendas de Orán estaba sin llave, entró y a punta de pistola exigió a la dueña que se quitara la ropa y que hiciera lo mismo con la pequeña, solicitud que fue rechazada por la mujer, lo que le valió varios disparos en la cabeza con la suerte de que las balas no salieron.
Minutos después regresó al domicilio el marido de la víctima mayor, que se trenzó en lucha con el atacante hasta lograr reducirlo y ponerlo a disposición de la justicia.
El gendarme se llama Javier Alejandro Salas, es santacruceño y fue imputado por "tentativa de abuso sexual con acceso carnal agravado por el uso de arma de fuego" por la Fiscalía Penal de la Violencia Familiar y de Género.
Las víctimas declararían luego que Salas se encontraba en estado de ebriedad.