Ayer por la mañana, el fiscal Mauro Perassi, a cargo de la Unidad Fiscal Departamental de Guaymallén, ordenó la detención de un hombre acusado de violar a sus dos nietos. El acusado fue identificado como Salvador E. y el fiscal caratuló la causa como “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo”.
Las víctimas son una niña de cinco años y su hermano de ocho, quienes están internados en el Hospital Humberto Notti desde el viernes al mediodía. Allí los especialistas les realizan los estudios necesarios para saber si han contraído enfermedades venéreas, producto de los ultrajes a los que, según denunció la abuela de los niños, han sido sometidos.
El hecho genera indignación y hay mucha consternación en el entorno de los pequeños ya que había denuncia previa y existía contra este sujeto, el abuelo de los niños, una prohibición de acercamiento que no fue respetada, según explicó la abuela materna, denunciante de los ultrajes.
Por eso, María Elena considera que no sólo el sistema no actuó de manera adecuada, sino que la familia del agresor (el padre de los niños y su pareja) no hicieron nada por evitar los aberrantes episodios.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos relatados por la mujer, el jueves en la noche el padre de los niños (que viven con su mamá en Corralitos) los retiró y los llevó a su casa para que se quedaran a dormir. Y el viernes en la mañana, alguien dejó entrar al abusador -el abuelo paterno- al domicilio.
“A las diez de la mañana el abuelo los fue a despertar y a mi nieta de cinco añitos se la llevó a una habitación y la violó”, dijo María Elena con la voz entrecortada.
De acuerdo a su testimonio, la mamá de la niña visualizó las lesiones de la pequeña cuando la fue a bañar, una vez que regresó a su casa. “Mi hija decidió llevarla al pediatra y éste le recomendó ir al Notti”, dijo la abuela, quien por su parte se encargó de efectuar las denuncias correspondientes. Una es la que se encuentra en la Fiscalía N°8 de Guaymallén, que terminó con la detención del sujeto.
Explicó María Elena que la restricción de acercamiento que pesaba contra el abuelo paterno de los pequeños data de hace al menos dos años. Ocurrió que en febrero de 2015, ella comenzó a sospechar sobre su ex consuegro. En ese momento, aún la pareja (padre y madre de los niños) aún no se separaba.
El primer indicio que notó la mujer fue el mal comportamiento del pequeño, quien por entonces tenía seis años. “Él le pegaba a su hermanita, tenía actitudes muy raras para su edad y cuando yo le pregunté por qué lo hacía, me decía que a él su abuelo le hacía lo mismo cuando lo llevaba a solas para hacerle cosas”, dijo María Elena.
Fue en ese momento, cuando la abuela de los niños se encargó de radicar la primera denuncia. “Llamé al 102 -línea de maltrato- y les conté todo porque además sé que es gente peligrosa”, relata la mujer al repasar aquellos ingratos momentos. María Elena también fue a denunciar el caso al Órgano Administrativo Local (OAL) y a los Juzgados de Familia.