El grito de alegría no sale. Le queda atragantado, o mejor dicho, en la punta de la lengua. Que a Godoy Cruz le cuesta convertir no es una noticia nueva.
Pero la situación parece cada vez más complicada: fuera del Malvinas, el Tomba no convierte un tanto desde el 7 de marzo pasado. Sí, pasaron más de cinco meses desde el último gol que marcó el Tomba en calidad de visitante.
Parece mentira, pero es la cruda realidad. Muy lejano en el tiempo quedó aquel bailecito caribeño entre Kevin Mercado y Jaime Ayoví después de que el moreno con la camiseta número “40” marcara el 2-0 frente a Nueva Chicago.
Por si fuera poco, aquélla fue la última victoria de Godoy Cruz fuera del Malvinas Argentinas. Después, como visitante, en tiempos del Gato Oldrá como entrenador, el Tomba cayó en serie frente a River (1-0), Aldosivi (2-0) y Newell’s Old Boys (2-0), igualó ante Quilmes (0-0), perdió ante Unión en Santa Fe (1-0).
Ya con Gabriel Heinze, Godoy Cruz salió dos veces de la provincia. La primera, en La Plata, el equipo volvió a morder el polvo frente al Lobo. Y en su última visita, igualó en cero ante Argentinos en La Paternal.
La situación comenzó siendo molesta y con el correr de los partidos se fue tornando preocupante. Hoy, ya es todo un karma. Y no es para menos. Sucede que es la peor racha del Tomba en Primera División sin darle un pase a la red adversaria como visitante.
Ya pasaron siete partidos y más de cinco meses sin ninguna flor. Para colmo, en el horizonte inmediato, asoma la visita a uno de los punteros en la mítica Bombonera. ¡Y qué mejor momento para volver a abrir la boca y llenarla de gol!
