Decenas de miles de personas conmemoraron en las calles de Hong Kong el quinto aniversario del fin de la llamada "Revolución de los Paraguas", la emblemática campaña prodemocrática de 2014 que inspiró la actual ola de protestas masivas en el centro financiero y que culminó con enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.
El núcleo de la movilización se concentró en el Parque Tamar, cerca del Parlamento de la ciudad, el mismo sitio que fue el epicentro de las protestas de 2014, pero multitudes más pequeñas se apoderaron de las calles aledañas al edificio donde activistas más radicalizados arrojaron ladrillos y bombas molotov en las oficinas del gobierno central cercanas.
La policía respondió con carros hidrantes, gas pimienta y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que por cientos levantaron barricadas y bloquearon alguna de las principales calles de la ciudad.
Terminado el acto, la Policía dispersó a los manifestantes violentos, informó la agencia de noticias EFE.
La tensión política se respiraba en el ambiente desde el viernes, cuando la policía denegó la autorización de tres manifestaciones convocadas por el Frente Civil de Derechos Humanos (FCDH) previstas para el próximo martes 1 de octubre, día en el que se celebrará el septuagésimo aniversario de la fundación de la República Popular China.
El acto de ayer fue convocado por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF), ONG responsable de las manifestaciones más multitudinarias hasta la fecha de oposición a la ya retirada propuesta de ley de extradición que habría permitido a hongkoneses ser procesados en la China continental.
En 2014, durante la "Revolución de los Paraguas", los manifestantes pedían la introducción del sufragio universal para elegir al jefe del Ejecutivo local, una de las cinco demandas que aún hoy tiene el movimiento prodemocrático, y que incluyen también una investigación independiente sobre brutalidad policial o la amnistía a los arrestados, entre otras.
"Hoy es un recordatorio de cómo la Policía es mucho más violenta y salvaje contra los manifestantes. Hace justo cinco años, dispararon 87 cartuchos de gas lacrimógeno. Hoy, si pasa un día sin gas lacrimógeno, casi que da la sensación de ser demasiado pacífico para ser cierto", dijo la empresaria hongkonesa de 39 años Sandy Man.