El
mediodía del 30 de abril del año pasado, Ricardo Elaskar
fue a buscar a su hermano Esteban (78) para que fuera a comer con ellos como lo hacía siempre. Esteban vivía solo y cuidaba la finca de la familia que queda en calle Brandsen al 3100 de Perdriel, Luján de Cuyo.
Normalmente el casero iba de motu proprio a la casa de su hermano pero en aquella ocasión se había demorado. Por eso Ricardo fue a por él.
Cuando Ricardo entró a la casa que hay en la finca notó que el desorden habitual en el que vivía su hermano soltero era mayor que el de costumbre. Y a poco de andar dio con el cuerpo de Esteban, totalmente desangrado. Lo habían matado con cortes de cuchillo durante la madrugada anterior.
A sus familiares, la muerte de Esteban Elaskar se les hace que fue terrible. "El era sordo, apenas escuchaba con un audífono puesto, pero obviamente se lo sacaba para dormir", rememora uno de sus sobrinos a más de un año de este crimen impune.
Para los allegados a Esteban Elaskar, el hombre fue sorprendido por al menos dos sujetos que ingresaron a la finca poco después de que él llegara. En el informe final de la necropsia, que indica que el hombre falleció desangrado, se contabilizaron por lo menos 20 cortes hechos con un cuchillo, los más de ellos en la zona del cuello.
"Nosotros y hasta los mismos policías que investigaron el caso, creemos que fue torturado para que dijera dónde tenía el dinero. Pero él sin el audífono no podía escuchar ni una sola palabra; a esa situación hay que sumarle la violencia extrema de los delincuentes durante un robo", sigue el mismo familiar en una entrevista con este diario.
Asimismo, el pariente indicó que a la hora de matar a su tío, los delincuentes no ahorraron en violencia. "Además de los puntazos en el cuello y de las heridas defensivas (tenía el antebrazo derecho con cortes), mi tío presentaban el cráneo fracturado".
Cuando su hermano llegó a la finca lo encontró en la cama -que estaba totalmente ensangrentada- pero curiosamente el torso de la víctima estaba en el piso y los pies en el lecho.
"Esta posición del cadáver nos da la pauta de que antes de morir, mi tío fue torturado por los asesinos que finalmente lo mataron al cortarle la yugular". A Elaskar, que era jubilado pero su hermano le manejaba el dinero, le tienen que haber robado los 300 pesos que tenía esa noche en el bolsillo.
Sin culpables
Inicialmente, la pesquisa estuvo a cargo de la Oficina Fiscal 11 de Luján de Cuyo pero no se registraron avances significativos.
"Después de ese hecho ocurrió otro homicidio más y numerosos atracos con las mismas características; por eso suponemos que después la investigación fue a parar al fiscal de Delitos Complejos, Santiago Garay", especulan los familiares.
Según cuentan los allegados a la víctima, en el lugar del hecho la policía levantó un buen número de huellas lo que les hacía pensar que el hecho estaba cerca de esclarecerse; pero no fue así: "Hace mucho que no tenemos novedades", coinciden.
En ese aspecto, los familiares de Elaskar, indicaron a este diario que, a pedido del fiscal Garay, fueron al ministerio de Seguridad para solicitar que se ofreciera una recompensa para quien diera datos de los asesinos; "pero no nos dieron bolilla, al menos hasta ahora".
Con el paso del tiempo -el crimen ocurrió hace un año y siete meses- los Elaskar tienen para ellos que el caso se cerrará sin culpables. "Por eso acudimos a los medios de prensa", aseguraron.
"Nosotros pedimos mayor seguridad en la zona donde han ocurrido al menos diez casos más de inseguridad con gente fallecida. Faltan controles policiales en estas zonas rurales.
Estamos muy expuestos, en la misma casa donde falleció mi tío al mes intentaron robarnos de nuevo"
"De todos modos, si alguna vez detienen a el o los asesinos, deberían juzgarlos por dos asesinatos y no por uno solo", asegura un sobrino de Esteban Elaskar; "porque mi papá Ricardo, el hermano de Esteban, falleció de tristeza el 13 de junio de ese mismo año".