El hombre que siempre quiere ganar

El hombre  que siempre quiere ganar

Los desafíos dominicales, por donde desfilaron los equipos del Kun Agüero, Carlitos Tévez, Bochini, Facundo Moyano y Mauricio Macri, hicieron crecer el juego del equipo de fútbol cinco de Daniel Scioli.

Estos roces entusiasmaron tanto al gobernador que inscribió el equipo en AFA y en estos momentos “Villa La Ñata” disputa el campeonato de la B de futsal, donde pelea el ascenso. A los 56 años, Scioli juega de titular, entremezclado con chicos de veinte años. Se ubica como delantero. Ahora ya no hay un asado de por medio sino los puntos.

“Es un competidor nato, alguna vez andaba a más de 300 kilómetros por hora en una lancha, nunca quiere perder”, confió un colaborador del gobernador.

La cancha de Villa La Ñata se ubica frente a su casa, en Benavídez. Esta localidad depende, paradójicamente, de la intendencia de Tigre, el distrito que gobierna Massa.

A Scioli no le gusta perder, y poco le debe haber gustado que en su provincia, la candidatura  de Sergio Massa, uno de los 135 intendentes bonaerenses, un ex aliado, fuera respaldada por tres millones de votos en las PASO.

Quinientos mil votos más que el candidato del Frente para la Victoria, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. En 2011, cuando fue reelecto gobernador, Scioli y el Frente para la Victoria sumaron más de cuatro millones de votos, el 55% de adhesión.

Pero el gobernador se muestra incombustible al respecto. El mismo ropaje de amianto se calza cuando desde el propio seno del kirchnerismo le han expresado en varias oportunidades desconfianza. “Yo estoy con este proyecto desde que Néstor Kirchner me invitó a ser su vicepresidente, no tengo que demostrarle lealtad a nadie”, responde Scioli.

El gobernador bonaerense ya ha dicho que ante la imposibilidad de Cristina Fernández para ser reelecta presidenta, él se anota en la carrera. Quiere correrla desde adentro del peronismo. Su plan es que la próxima candidatura presidencial del Frente para la Victoria se dirima en las PASO de 2015, entre todos los gobernadores peronistas.

Porteño, casado con la empresaria y ex modelo Karina Rabollini, una hija extramatrimonial, Scioli emprende sus dos últimos años como gobernador de la provincia que tiene el 40 por ciento de los electores del país y que aporta un 37% al PBI nacional.

Mientras planea sin hacer olas su proyecto presidencial, el gobernador continuará uniendo la Capital Federal y La Plata (sede del ejecutivo bonaerense) en una moto (“lo lleva un amigo, gana tiempo”, explican en su entorno) y corriendo unos 45 minutos diarios sobre una cinta.

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