El presidente francés François Hollande inicia, soltero, una nueva etapa de su presidencia tras haber roto oficialmente el sábado con su pareja y primera dama, Valérie Trierweiler, dos semanas después de que se revelara su relación con la actriz Julie Gayet.
La tormenta levantada por este vodevil en las más altas esferas del Estado parecía, sin embargo, estar lejos de apaciguarse.
Los medios franceses atiborraban sus páginas ayer con especulaciones "entre bastidores de los 16 días de crisis", en base a testimonios anónimos, e interrogándose sobre el futuro de Trierweiler.
El mandatario francés, que inicia hoy una visita oficial en Turquía antes de viajar a Estados Unidos el próximo 11 de febrero invitado por su homólogo Barack Obama, asumió solo la decisión de terminar su relación con la mujer que estuvo a su lado desde antes de que llegara al Elíseo.
El anuncio fue hecho por teléfono, por el propio presidente, a la jefa del servicio político de la agencia internacional de noticias AFP, el sábado.
"Anuncio que he puesto fin a la vida en común que compartía con Valérie Trierweiler" afirmó Hollande, precisando que hablaba a título personal y no como jefe de Estado, dado que se trata de su "vida privada".
Hollande, 59 años, y Trierweiler, periodista de 48 años, no estaban casados y vivían juntos oficialmente desde 2007. "Esta decisión era necesaria", en nombre de "la claridad", comentó el domingo por la mañana el ministro de Trabajo Michel Sapin, amigo cercano del presidente.
Valérie Trierweiler salió de su silencio después de la declaración de Hollande. "Toda mi gratitud va al extraordinario personal del Elíseo. Nunca olvidaré su dedicación ni la emoción al momento de la partida", escribió en su cuenta Twitter.
La ex primera dama despegó el domingo a últimas horas de la mañana, en un vuelo de línea regular de la compañía Air France, a Bombay para apoyar a la asociación Acción contra el Hambre (ACH).
Este viaje con fines humanitarios estaba previsto desde hace tiempo y está financiado por patrocinadores privados de la organización y no por la presidencia.
Sin embargo, por medida de seguridad, estará acompañada por un guardaespaldas.
Ayer, allegados de la periodista aseguraron que Valérie Trierweiller "está mejor" y "en buenos términos con el presidente", con el que almorzó el jueves.
Valérie Trierweiller estuvo hospitalizada durante ocho días después de que se revelara el romance de Hollande con la actriz Julie Gayet, de 41 años. Julie Gayet es madre de dos hijos que tuvo con el escritor y guionista argentino Santiago Amigorena.
¿Fin del rol de primera dama?
Según el diario francés Le Journal du Dimanche, Hollande y Trierwailler habrían llegado a un acuerdo para que esta ruptura no perjudique económicamente a la ex primera dama.
Divorciada y madre de tres hijos, Valérie Trierweiler, que quiso mantener su profesión de periodista para asegurar su independencia financiera (tiene una crónica literaria en el semanal Paris Match), conservará el uso del departamento que la pareja alquilaba en el tranquilo distrito 15 de París.
Los medios se hacían eco también ayer de las dificultades que tuvo Trierweiller en adaptarse al papel de primera dama desde la elección de François Hollande a la presidencia en mayo de 2012.
Este rol, mal definido, y que en realidad no corresponde a ninguna función oficial en Francia, podría desaparecer tras la partida de Trierweiller.
"En el mundo de hoy, en la Francia de hoy, ya no existe el estatuto de primera dama", dijo el periodista Michel Sapin.
Esta es una opinión compartida por la mayoría de franceses: el 54% no quieren ni un rol, ni un estatuto oficial ni que se otorgue dinero de la República a la esposa o pareja del presidente, según un sondeo BVA.
No obstante, François Hollande no será el único jefe de Estado o de gobierno sin pareja: del boliviano Evo Morales, al belga Elio di Rupo (primer jefe de gobierno que hizo pública su homosexualidad), o al presidente argelino Abdelaziz Buteflika, son varios los que asumen su cargo como solteros. Otros, como el presidente Vladimir Putin (Rusia), la presidenta Michelle Bachelet (Chile) o la líder Dilma Rousseff (Brasil), están divorciados.
El presidente francés, cuya popularidad estaba en el punto más bajo antes de este episodio de su vida privada, espera ahora dedicar toda su atención a la aplicación de las reformas que anunció el 14 de enero, con el objetivo de reactivar el crecimiento.