El primer año de reinado de
Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda
es calificado como "exitoso" por la mayoría de los holandeses, quienes en medio de la severa crisis que golpea a Europa y la economía local mantienen un sólido apoyo a la institución monárquica.
Hace exactamente un año, Guillermo y Máxima se convirtieron en los nuevos reyes tras la abdicación de Beatriz, en una histórica ceremonia celebrada en la Iglesia Nueva de Amsterdam, que convirtió al monarca en el primer varón que se sienta en el trono holandés en los últimos 118 años y en el rey más joven de Europa.
Un año después, cuando la crisis económica sigue golpeando los bolsillos europeos y en momentos en que varias monarquías del viejo continente están en el foco de las críticas desde diversos sectores políticos y sociales, las encuestas muestran guarismos sorprendentemente favorables al rol de la joven pareja.
Un sondeo realizado por Ipsos, a pedido de la cadena de RTV y publicado esta semana por el diario Volkskrant, registra que 71% de los entrevistados está contento con el desempeño del rey y un 74% tiene confianza en él, mientras Máxima (la figura más popular de la Casa Real) goza de una popularidad del 79%, por encima de la ahora princesa Beatriz, y con tendencia creciente.
El embajador holandés en Argentina, Hein de Vries, explica este fenómeno destacando que el rol de los monarcas se sitúa "por fuera de lo meramente político", ya que los reyes "defienden nuestro sentido de pertenencia holandés y nos unen al más alto nivel", lo que -enfatiza- es "fundamental en un país tan diverso".
El representante holandés usó la palabra "exitoso" para definir este primer año de la pareja real, e interpretó que la juventud de Guillermo y Máxima, así como su extensa y repleta agenda de actividades en el país y el exterior contribuyeron mucho a ese éxito.
Paralelamente, algunos aspectos de la relación entre Argentina y Holanda se vieron favorecidos durante este primer año, señala De Vries, quien muestra un gráfico con un aumento del turismo recíproco y explica que en algunos meses recibirá a una misión comercial "que también incluirá Paraguay y Chile, pero tendrá como centro Buenos Aires".
Esta misión -continúa el diplomático- "se focalizará en el tema energético y aguas e incluirá lo agroalimentario y logístico. Esperamos que allí se manifieste también este interés nuevo y este entusiasmo".
Desde Amsterdam, el secretario general del Partido Socialista Holandés, Hans van Heijningen, tiene una mirada similar respecto al buen desempeño real en su primer año, aunque prefiere hacer hincapié en un incipiente debate en el seno de la sociedad holandesa sobre "la necesidad de que los monarcas también paguen impuestos", según señaló.
Van Heijingen, se mostró esperanzado de que este tema se incluya en el debate sobre el Presupuesto que los legisladores deben realizar en septiembre próximo, aunque tiene claro que sólo los "partidos progresistas votarían a favor" de una iniciativa en tal sentido.
El socialista señala que "el descontento general sobre el gobierno de liberales y socialdemócratas (del primer ministro Mark Rutte) no se traspasa a la Casa Real" e interpreta también que esto es debido a que para los holandeses, los reyes son "un símbolo de unificación y de identidad, que garantiza su sentido de pertenencia".
En Holanda, el Estado financia, además del salario, todos los costos de la Casa Real, lo que incluye palacios, viajes en avión, personal, costos que ascienden 4 millones 500 mil euros al año.
Partidarios del alto salario real alegan, sin embargo, que las actividades de los monarcas constituyen un potente factor comercial que procura muchos ingresos al país.
"Esto porque en sus viajes siempre son acompañados por una delegación comercial, lo que contribuye a que empresas locales logren así más fácilmente contratos en el extranjero", señala la periodista holandesa Ingrid de Vries, consultada por esta agencia.
En medio de una atmósfera que busca evidenciar austeridad, mañana no se celebrará el año del reinado de Guillermo Alejandro.
El sábado 26 de abril se celebró el Día del Rey, anteriormente, día de la Reina.
Ese día, Máxima y Guillermo visitaron junto con la ahora princesa Beatriz y demás familiares, varias localidades holandesas para celebrar este típico festejo local.
En Holanda es un día de jolgorio en el que cientos de miles salen a las calles vestidos con el color naranja de la Casa de Orange-Nassau, mientras en el vrijmarkt (mercadillo), otros miles aprovechan que la venta callejera está liberada para sacar trastos viejos, o hacer comida para vender.