El sabor amargo de la caída con Málaga quedó atrás para Barcelona, que ganó en su visita a Granada y achicó a un punto la distancia que aún mantiene Real Madrid, el líder de la liga española, que juega hoy contra Villarreal. El equipo de Luis Enrique se impuso 3-1, con goles de Rakitic, Luis Suárez y Lionel Messi, quien terminó como capitán por la salida de Xavi de la cancha en el segundo tiempo.
El primer tiempo terminó en ventaja para el Barça, ya que a los 25’, un activo Luis Suárez sacó un zurdazo defectuoso que Cala sacó pero el rebote le quedó a Rakitic, quien ingresando desde atrás fusiló al arquero para el 1-0, cuando las diferencias entre la jerarquía de ambos planteles aún no eran evidentes dentro de la cancha.
Suárez obtendría recompensa por su presencia incansable en el área del Granada. Aunque tendría que esperar hasta los tres minutos del segundo tiempo, cuando el uruguayo desbordó por derecha y jugó la pelota con Rakitic, quien construyó una pared exquisita para que el ex-Liverpool empujara con la parte exterior del pie derecho hacia el arco y aumentara la ventaja.
Rápidamente, esa ventaja de dos goles volvió a reducirse a uno. A los 6’, Bartra le cometió falta a Lass en el área y Fran Rico, desde los doce pasos, lo cambió por gol para mantener viva la ilusión del local.
Barcelona era el dueño de la pelota y de a poco ejerció su poder en ataque. Con Messi como capitán por la salida de Xavi, llegó el tercero, cuyo autor fue precisamente Lio. A los 25’, Rakitic metió el pase largo para Suárez, quien luego de sacarse de encima a su marcador y superar la salida del arquero Oier le dejó el gol servido a La Pulga, que entonces de derecha marcó con el arco vacío el definitivo 3-1.
Así, el Barça quedó a uno de la cima que ostenta el Real Madrid y que hoy defenderá ante Villarreal. En esta jornada se cruzarán varios argentinos en Sevilla-Atlético: pareja, Barbosa y Banega; Simeone, Ansaldi y Correa.
Mou se resigna y parece que no tendrá a Messi
Durante el último mercado de pases de invierno en Europa, cuando las diferencias entre Lionel Messi y Luis Enrique parecían llevar a una salida precipitada, los nombres del rosarino y Chelsea aparecieron vinculados con más fuerza que en cualquier otra ocasión en que se intentó proyectar el traspaso del capitán del seleccionado argentino de Barcelona a otro club.
Detrás de ello estaba el deseo de José Mourinho, entrenador del puntero de la Premier League, de contar con el mejor futbolista del planeta.
Dos meses después de que aquel rumor se instalara fuerte en los medios y pronto quedara en la nada -al menos por ahora-, Mou consideró que Messi nunca se mudará. “Puedo equivocarme, en el fútbol nunca se sabe lo que pasará mañana, pero tengo la sensación de que siempre será de Barcelona. Es más, no veo a Messi vistiendo otra camiseta”.
