Histórico primer debate presidencial

Daniel Scioli y Mauricio Macri protagonizaron anoche un inédito intercambio de propuestas y visiones en vistas a la segunda vuelta electoral del próximo domingo. Acusaciones, chicanas y algunas propuestas fue la tónica de un encuentro picante pero respetu

Histórico primer debate presidencial

Pasadas las 21, y ante los aplausos pedidos por los moderadores, Daniel Scioli, candidato por el oficialista Frente para la Victoria, y Mauricio Macri, el contendiente de Cambiemos, aparecieron por el escenario del Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

Durante una hora y cuarto, y sin ahorrarse chicanas ni imputaciones, los candidatos protagonizaron el segundo debate presidencial de la historia política del país de cara al primer balotaje -otro hito histórico- que se celebrará el próximo domingo. Antes del debate hubo un respetuoso minuto de silencio por las víctimas de los atentados parisinos (ver aparte). La organización corrió por cuenta, de nuevo, de la ONG “Argentina Debate”.

Los dos de saco, aunque Macri sin corbata, los candidatos procuraron reprimir cualquier gesto que pudiera otorgar alguna ventaja al oponente y alterar el debate seguido por unas 400 personas en la platea, y retransmitido en vivo por radios y canales de aire y cable, con más de 500 periodistas acreditados (más que en un superclásico Boca-River).

Luis Novaresio, Rodolfo Barili y Marcelo oficiaron de moderadores, al igual que lo hicieron en el debate previo a las elecciones del 25 de octubre, cita a la que había faltado Daniel Scioli. Macri, quien por sorteo arrancó el primero de los cuatro bloques en que fue dividido el debate, le recordó esa ausencia a Scioli. Quedó claro en ese momento que el debate desandaría un camino de cruces de imputaciones, aunque en ningún momento se cayó en la descalificación personal.

En el bloque “Desarrollo Económico y Humano”, Macri aprovechó para recordar su propuesta de “pobreza cero” y el compromiso de llevar adelante “el más ambicioso programa de infraestructura”. Scioli le replicó que las propuesta de Cambiemos, como “el ajuste y la devaluación”, “son un peligro para la sociedad”.

“Ustedes tienen miedo porque están dejando el poder”, respondió Macri. Esa fue la dinámica que recorrió el debate: según las reglas acordadas, cada candidato, en los diferentes bloques, debía hacer una pregunta a su oponente. Pero casi nunca hubo respuesta, sino que ese tiempo fue aprovechado para doblar la apuesta con alguna crítica.

“No contestó la pregunta sobre una brusca devaluación”, se quejó Scioli. “Respondés con el caset, parecés panelista de 678”, contraatacó Macri, quien en su afán por lucir espontáneo, al menos en la primera parte del debate, rozó un perfil sobrador que no había revelado en toda la campaña. Scioli lució un rostro tenso aunque mostro un perfil más aguerrido. Dos veces superó el tiempo estimado por las reglas.

El candidato oficialista una y otra vez, aún cuando la temática fuera otra, recordó que Macri se opuso a las nacionalizaciones de AYSA, YPF, las AFJP y Aerolíneas Argentinas. El candidato de Cambiemos buscó permanentemente identificar a Scioli como la continuidad del kirchnerismo, mencionando que representaba a Aníbal Fernández, Milagro Sala y Máximo Kirchner.

“Esta noche viniste a debatir conmigo, no pierdas el tiempo en querer debatir con un gobierno que termina el 10 de diciembre”, se defendió Scioli. “Vos no sos el cambio, decidiste ser la continuidad”, machacó Macri.

“Este fue el gobierno que más devaluó. ¿Por qué no te preocupaste antes?”, dijo Macri, para luego calificar a Scioli de “autoritario, conservador y cínico”, acaso las imputaciones más graves que se escucharon.

“Educación e Infancia”, “Seguridad y Derechos Humanos”, y “Fortalecimiento Democrático”, completaron los bloques. Scioli reivindicó la creación de 17 universidades y el impulso de la ciencia y la tecnología (“y vos decías que eso era despilfarrar los dineros públicos”); Macri le recordó que como gobernador, en “ocho años no pudiste garantizar los 180 días de clase”.

Al hablar de seguridad, Macri le reprochó el aumento del delito en la provincia de Buenos Aires. “No pudiste resolver el problema de trapitos, crees que en serio que vas a resolver el narcotráfico”, lo cruzó Scioli. El moderador debió reprender el  único murmullo que surgió de la platea. Scioli cometió aquí un furcio al prometer “penas excarcelables” para los narcotraficantes.

Para el cierre, cada candidato contó con dos minutos libres. Macri dijo que “el 25 de octubre nos dimos cuenta de que se puede”. Y prometió ser un presidente “que escuche más y hable menos”, en obvia referencia a Cristina Fernández. “Vamos Argentina, vamos todos juntos”, arengó en sus palabras finales.

Scioli dijo interpretar “muy bien a las familias argentinas” y dijo que el balotaje impone “optar por dos caminos: una agenda de desarrollo nacional” y otro, el de Cambiemos, de ajuste y devaluación, “de arrodillarnos ante el juez Griesa y el FMI”. “Ustedes sacarán sus conclusiones, vayan por su propia victoria”, cerró.

“Dentro de siete días, uno de los dos será presidente por los próximos cuatro años”, cerro Barili, con los candidatos y sus esposas saludando a platea.

Solidaridad con Francia

El debate presidencial de anoche se inició con un minuto de silencio por las víctimas de los atentados cometidos en viernes último en París.

Los dos candidatos salieron al escenario y uno de los moderadores, Rodolfo Barilli, pidió un minuto de silencio que fue observado por todos los presentes.

En las pantallas gigantes que servían como fondo de los atriles donde los postulantes debían ubicarse minutos más tarde, las banderas argentinas mutaron hacia los colores de la enseña francesa como señal de solidaridad y acompañamiento con ese país que atraviesa por estas horas uno de sus momentos más traumáticos.

Junto a los candidatos, sus bellas mujeres

La foto final fue el saludo de los dos candidatos, acompañados por sus respectivas esposas que amablemente se saludaron sobre el escenario. La foto de los cuatro puso el punto final al debate.

Mauricio Macri (Cambiemos) y Daniel Scioli (Frente para la Victoria) salieron cada uno por un lado contrario del escenario. Abajo aguadaban sus equipos de campaña y dirigentes de cada espacio. Las conclusiones mostraron conformidad entre los voceros de los dos candidatos y ahora vendrá el tiempo del análisis con la “mesa chica” de cada uno en el tramo final de la campaña.

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