Cuenta la leyenda que entre el 28 de junio y el 1 de julio de 1933, Carlos Gardel se presentó en Mendoza cada una de esas noches, en lo que fueron algunos de los últimos shows en el interior del país antes del fatal accidente aéreo en Medellín (1935).
Con la infaltable compañía de sus músicos de siempre -Barbieri, Riverol, Vivas y Pettorossi-, el Zorzal cantó en lo que era el Palace Theatre, que se encontraba en avenida San Martín, más precisamente donde en la actualidad corta (o topa, para seguir con los vocablos mendocinos) la avenida Godoy Cruz.
Desde hace algunos años quedan en esa esquina tradicional (Córdoba y San Martín) sólo un café, algunos locales comerciales y una plaza que pasa -sin pena ni gloria- a ser parte de la postal. Sin embargo, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza está terminando por estos días las obras para inaugurar la semana próxima y recuperar el valor del Paseo Daniel Ramos Correas, ubicado en esa cuadra.
Según indicó el director de Cultura y Patrimonio de la comuna, Guillermo "Billy" Romero, el objetivo es inaugurarlo la semana próxima y llevará el nombre de uno de los arquitectos más importantes de la provincia y quien además dejó su impronta en la Ciudad de principios de siglo XX.
Vecinos y comerciantes celebraron las obras y la iniciativa de fomentar conciertos y movidas culturales, aunque coincidieron en que "sería bueno" que vengan acompañadas de mayor seguridad.
El Palace fue uno de los íconos de la Ciudad de Mendoza a partir de la década del 20 que, además de albergar a Gardel, vio pasar a importantísimos números artísticos durante los años posteriores.
"Para los trabajos que encaramos rescatamos el frontis del teatro, que sigue el estilo Art Déco, así como también dos carteleras históricas que tiene. En una de ellas vamos a poner una placa que destaque que por allí pasó Carlos Gardel y un afiche de la agenda de esas funciones, mientras que en la otra se va a colocar una foto original del teatro", indicó Romero.
Además, el funcionario indicó que se logró recuperar la fuente del lugar (un copón gigante que cumplía funciones de cantero a raíz de su abandono), además de hacer la limpieza de todo el lugar.
"Hay dos estatuas de leones rampantes que hemos limpiado. Esos son históricos y cuando se trajeron estaban ubicados en un puente (sobre el canal Cacique Guaymallén) que marcaba el límite entre Guaymallén y Ciudad. Había uno en cada carril", agregó.
La pérgola histórica del lugar también estaba en mal estado, carcomida por las palomas, pero también se ha restaurado para la ocasión. Y hasta se ha ideado un modus operandi para recuperar y proteger un histórico árbol ubicado en esa esquina con un enrejado especial.
Retomando la leyenda, hay quienes sostienen que en ese forestal el propio Gardel orinó en la época en que se presentó en el Palace. El dato aporta poco de relevancia, más teniendo en cuenta que es una conducta normal en los hombres cuando los invade la necesidad, pero la anécdota y el hecho de que sea el Zorzal su protagonista le ha dado cierto misticismo al árbol.
"Arquitectónicamente hablando, en esa esquina hay casas típicas del estilo de Ramos Correas. Queremos rendirle homenaje a uno de los grandes arquitectos que propició los cambios edilicios de Mendoza", se explayó el funcionario.
Desde lo cultural, sumaría un tramo más al paseo de la Alameda (que, siguiendo la orientación de sur a norte, comienza en esa esquina) y la idea es que semanalmente -por la noche- se celebren conciertos o eventos para toda la familia en esa esquina.
Los vecinos y comerciantes de la zona se muestran más que entusiasmados con el proyecto, aunque coinciden en que no debe quedarse sólo en la parte de infraestructura.
"Me parece una idea más que linda porque va a traer más gente, más visitantes. Hace bastante que se han anunciado las mejoras y esperemos que pueda concretarse. El turismo ha crecido muchísimo en la Alameda. Esperemos que también se mejore lo referido a limpieza", opinó Lourdes, de la heladería Frambel de esa cuadra.
En la misma sintonía, Eugenia Míguez (de la casa de electrodomésticos Hogar) consideró que "sería fantástico poner en valor el atrio del comienzo de la Alameda. Es una zona textil que hay que resaltar".
"Esperemos que las obras se hagan y queden bien. Porque además, si por afuera se ve lindo, los comerciantes nos vamos a preocupar por mantener vidrieras y frente de locales prolijos, en sintonía", indicó la arquitecta.
Enrique, de la casa de ropa M Ofertas, señaló: "Creo que va a mejorar la zona. Mientras más esté arreglada, mayor va a ser la atracción. Pero también hace falta mejorar la iluminación del lugar y la seguridad. Es una zona peligrosa de noche".
Un poco más escéptica se encuentra Chicha, de Argentelas. "No creo en los milagros. Van a tener que ponerle muchas pilas a la zona y no quedarse solo con los arreglos, que no están mal. Pero también hace falta que nos sintamos más seguros", manifestó la mujer.
En el local vecino al de la mujer, Javier Gómez asintió esa idea. "Lo veo bien, porque todo lo que sea para mejorar suma. Pero hace falta policía en la zona y controles. Todos los días hay un choque en la esquina".