Irán y las grandes potencias concluyeron hoy un acuerdo histórico que prácticamente imposibilita a Teherán la construcción de una bomba atómica durante varios años, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que ahogaban su economía.
"Las decisiones que tomamos hoy no solo tratan sobre el programa nuclear iraní" sino que también "pueden abrir un nuevo capítulo en las relaciones internacionales", declaró la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, al abrir la reunión ministerial que oficializará el acuerdo.
A su lado, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif consideró que se trataba de un "momento histórico".
El texto, que autoriza a Irán continuar con su programa nuclear civil, permitirá "normalizar" las relaciones de Irán con el mundo, aseguró el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, señalando que en "pocos días" el Consejo de Seguridad de la ONU adoptará una resolución destinada a validar el acuerdo.
Es la primera vez que un acuerdo a tan alto nivel se produce entre la República Islámica y Estados Unidos desde la ruptura de sus relaciones diplomáticas en 1980.
El mundo ha acogido el pacto "con un gran suspiro de alivio", aseguró el presidente ruso, Vladimir Putin.
Este desenlace supone un gran éxito para el presidente moderado iraní Hasan Rohani, y también para su homólogo estadounidense, Barack Obama.
Dos semanas después de la reconciliación con Cuba, el presidente norteamericano se ha apuntado un nuevo tanto diplomático al final de su segundo y último mandato.
El acuerdo fue alcanzado tras una maratón de negociaciones iniciada en septiembre de 2013 y cuya última ronda se extendió a lo largo los 18 últimos días, un final de una duración sin precedentes desde los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina en 1995.
- Imposible construir la bomba atómica-
Las discusiones entre Irán y el grupo 5+1 (los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido- y Alemania) debían concluir el 30 de junio pero la fecha límite fue aplazada hasta en varias ocasiones por las divergencias en dos o tres "cuestiones difíciles" que finalmente han sido solventadas.
Las dos partes insistieron en la necesidad de llegar a un "buen" acuerdo que, como dijo Kerry, resistiera el paso del tiempo.
El pacto final da contenido real a los grandes principios acordados en Lausana en abril: Teherán se compromete a reducir su capacidad nuclear (disminuirá dos tercios las centrifugadoras de uranio en 10 años, sus reservas de uranio enriquecido...) durante varios años y a permitir que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) realicen inspecciones en profundidad de sus instalaciones.
El objetivo es hacer casi imposible que Irán pueda fabricar la bomba atómica, permitiendo al mismo tiempo a Teherán, que niega haberlo intentado en ningún momento, su derecho a desarrollar una industria nuclear civil.
A cambio, las sanciones internacionales adoptadas desde 2006 por Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU, que asfixiaban su economía, serán levantadas progresivamente.
-'Error histórico' -
Los detalles van conociéndose poco a poco. Según una fuente diplomática francesa, las primeras sanciones podrán ser levantadas a partir del primer semestre de 2016 si Teherán cumple con sus primeros compromisos.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, señaló que el embargo de armas continuará durante los próximos cinco años.
Los inversionistas se dicen dispuestos a regresar a este país de 77 millones de habitantes, que dispone de las cuartas reservas de petróleo en el mundo y la segundas de gas. Irán, un país de la OPEP podrá exportar de nuevo su crudo.
Los iraníes, que eligieron a Hasan Rohani en 2013 bajo la promesa de acabar con las sanciones, esperaban el acuerdo con impaciencia, pese a la hostilidad manifiesta de los partidarios de la línea dura, tanto en Irán como en Estados Unidos.
Israel, enemigo histórico de Teherán, así como las potencias regionales sunitas, también se oponen al acuerdo, que normalizará la presencia de Irán en la escena internacional y regional. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu calificaba el pacto de "error histórico".
En Washington, donde Obama hablará a las 11H00 GMT, el acuerdo debe aún ser sometido al Congreso, de mayoría republicana y muy escéptica sobre las intenciones de Teherán.
Pasadas las dificultades de su aprobación, llegarán las de la aplicación, que será en sí mismo "un proceso muy complicado". "Es ahí donde las cosas podrían torcerse".