Histórica sentencia contra represores del Plan Cóndor

En Buenos Aires, por primera vez en el mundo, un tribunal consideró probado que las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Bolivia tenían un plan para eliminar disidentes. Duras condenas.

Histórica sentencia contra represores del Plan Cóndor

Un tribunal federal condenó ayer al último presidente de facto argentino Reynaldo Bignone y a otros 14 ex militares por la desaparición de más de un centenar de personas en el marco de la represión coordinada entre las dictaduras sudamericanas conocida como Plan Cóndor.

La sentencia es considerada histórica puesto que es la primera vez que un tribunal da por probado que el Plan Cóndor operó como una asociación ilícita entre las dictaduras de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay para eliminar disidentes entre mediados de la década de 1970 y principios de los ’80.

Los tres miembros del Tribunal Oral Federal N° 1 de Buenos Aires dieron por probadas las acusaciones contra Bignone, de 88 años, como autor del delito de integrar esa asociación ilícita y de privación ilegítima de la libertad cometida por un funcionario público. El ex presidente de facto fue condenado a 20 años de prisión.

Bignone, quien ya cumple varias condenas por crímenes de lesa humanidad, fue el último presidente de facto de la dictadura militar argentina (1976-1983).

También fueron condenados 14 ex militares a penas de entre ocho y 25 años de prisión. Entre ellos, el uruguayo Manuel Juan Cordero Piacentini, quien recibió una condena de 25 años por la privación ilegítima de la libertad del hijo y la nuera del poeta argentino Juan Gelman.

Dos de los acusados fueron absueltos.

En el juicio oral que comenzó en 2013, se tomaron en consideración 105 víctimas de las cuales 45 eran uruguayos, 22 chilenos, 13 paraguayos, 11 bolivianos y 14 argentinos. De acuerdo con la demanda, el secuestro y posterior asesinato de estos disidentes fue posible por la coordinación represiva entre las fuerzas armadas y de inteligencia de los países sudamericanos a partir de 1975.

¿Qué fue el plan cóndor?

Se trató de un plan de represión de políticos y activistas izquierdistas, que fue coordinado y llevado a cabo por las dictaduras militares de Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil, país que tuvo una participación más secundaria, y que operó entre mediados de la década de 1970 y principios de los ochenta.

¿En qué consistía?

Con un mundo dividido por la “Guerra Fría”, las dictaduras sudamericanas acordaron, a partir de 1975, intercambiar información sobre dirigentes políticos, sindicalistas, estudiantes y todo individuo sospechado de ser izquierdista con el objetivo de eliminar actividades que denominaban como “terroristas” y marxistas en el continente. De acuerdo con documentos desclasificados, varias agencias del gobierno de Estados Unidos estuvieron al tanto del accionar represivo.

La segunda fase del plan consistió en la conformación de equipos especiales transnacionales para el secuestro y detención de los “objetivos”, que eran sometidos a feroces interrogatorios y sesiones de tortura en siete prisiones clandestinas que funcionaron en dependencias militares o policiales de Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile.

Luego, los disidentes podían ser entregados, o no, a su país de origen para su posterior desaparición física.
Una tercera fase más sofisticada apuntó a exterminar a destacados dirigentes políticos que podían influir en la opinión pública internacional contra los regímenes militares de la región.

Estas operaciones especiales tuvieron lugar en otros países de América y de Europa. Un caso emblemático fue el de Orlando Letelier, el canciller del gobierno Salvador Allende, asesinado en Washington, capital de Estados Unidos, con una bomba colocada en su automóvil en setiembre de 1976.

El entonces director de la CIA, George Bush, luego presidente de Estados Unidos, dejó trascender que se trataba de un ajuste de cuentas entre grupos de izquierda. Posteriores investigaciones determinaron la responsabilidad de la Dirección de Inteligencia chilena (DINA) y de miembros de la organización anticastrista Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unificados, cuyos miembros, en su mayoría, fueron entrenados por la CIA.

¿Quiénes dueron los ideólogos y ejecutores?

Los dictadores Augusto Pinochet, de Chile; Alfredo Stroessner, de Paraguay; Hugo Banzer, de Bolivia; Jorge Videla, de Argentina, y Juan María Bordaberry, de Uruguay. 
Si bien ningún enviado de Brasil firmó el acta constitutiva, se comprobó la cooperación en su territorio para el secuestro y asesinato de opositores de los otros países.

-¿Cuántas personas fueron víctima?

De acuerdo con un informe del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de Unesco, publicado en 2015, las víctimas del plan fueron 376 personas: 177 uruguayos, 72 argentinos, 64 chilenos, 25 paraguayos, 15 peruanos, 12 bolivianos, cinco brasileños, tres cubanos, dos estadounidenses y un español.

De la cifra total de 376, 219 permanecen desaparecidos y 38 fueron hallados sin vida. AP
Parte del entramado del Plan Cóndor salió a la luz por la desclasificación de documentos del Departamento de Estado de Estados Unidos y del denominado "Archivo del terror" de Paraguay, además de expedientes de la inteligencia militar de Argentina y Chile, entre otros.

Entre estos documentos fue hallada el acta de fundación del Plan Cóndor fechada el 28 de noviembre de 1975 en Santiago de Chile, durante la clausura de la llamada Primera Reunión de Inteligencia Nacional, que contó con la presencia de representantes de inteligencia de Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay. Luego se sumó Brasil, según la denuncia.

Como primer paso, las dictaduras crearon una base de datos común con información detallada sobre los movimientos guerrilleros, partidos de izquierda, sindicalistas, religiosos, políticos liberales y de todo aquél que se considerara una amenaza para los regímenes.

Una vez procesada esa información, se procedía al secuestro y detención ilegal del disidente, que podía ser entregado o no a su país de origen para su posterior desaparición física.

Dos casos emblemáticos fueron María Claudia García Iruretagoyena y Marcelo Gelman, hijo del poeta argentino fallecido recientemente.

La pareja fue secuestrada en Buenos Aires y confinada en el centro clandestino de detención “Automotores Orletti” que, según se determinó en otro juicio, funcionaba bajo la órbita del Plan Cóndor. Gelman fue asesinado de un tiro en la nuca y su cuerpo escondido dentro de un tambor relleno con cemento y arena, pese a lo cual sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 1989.

En tanto, García Iruretagoyena, embarazada de 7 meses, fue trasladada a Uruguay, donde dio a luz a una niña que le fue arrebatada. La mujer permanece desaparecida, mientras su hija recuperó su identidad en 2000.

Macarena Gelman, nieta del poeta, fue querellante en el juicio y reaccionó con una sonrisa al escuchar la sentencia contra Piacentini, quien será enviado al consulado de Uruguay en Buenos Aires.

En el marco de esta causa, años atrás se solicitó la extradición de los dictadores Augusto Pinochet, de Chile; Alfredo Stroessner, de Paraguay, y Hugo Banzer, de Bolivia, las cuales fueron rechazadas. Los tres fallecieron, al igual que el ex presidente de facto argentino Jorge Rafael Videla, quien llegó a declarar en el juicio tres días antes de su muerte en 2013.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA