Detrás de la urna 032, en la escuela Tomás Godoy Cruz, el presidente de mesa firma el sobre que le entregará a un nuevo elector. No hay filas, la mujer se retira con rapidez. "La mayoría es gente grande", comenta un fiscal en el día en que todos los argentinos han concurrido a votar un nuevo presidente y a diputados nacionales.
La escena se repite en muchos de los patios de las escuelas de Capital: personas mayores votan antes de media mañana, hay gente en los cafés, y los colectivos viajan casi sin pasajeros. "Quiero recordarle a los mendocinos que vayan a votar. Hacerse escuchar con el voto", declara el gobernador Alfredo Cornejo a las puertas de la escuela primaria Julio Lemos, en Godoy Cruz, antes de saber que no hará falta el consejo, pues los votantes acudirán en gran cantidad.
En la calle Belgrano y San Lorenzo, en la esquina de la Escuela Quintana, Enrique Lara (47 años) vocea la tapa de diario Los Andes, oficio que ejerce desde hace 30 años. "No ha habido mucho movimiento en la mañana", dice, aunque no se queja por las ventas, porque han sido mejores que otros domingos. Al llegar a su casa, en Las Heras, irá a votar acompañando a su hija de 16 años. "Me gustaría que el país fuera mejor, pero no sé qué saldrá de esto", repite, mientras señala que a su hija -que votará por primera vez- le gustaría estudiar Veterinaria, "una carrera muy sacrificada".
Al mediodía, poco más del 40% del padrón ya ha acudido a votar, y se confirman cifras récord al final del día. En la escuela Martín Zapata, mientras tanto, Juana -de 103 años- encarna un ejemplo de responsabilidad cívica emitiendo su voto. En Guaymallén, a metros de la estatua del Cóndor, Sergio (de 52 años) vende los últimos cafés antes de irse a votar a un colegio de Villa Nueva.
"Vengo en las elecciones a vender un cafecito, hace 10 elecciones que vengo. Se hace lo que se puede. Todo está por las nubes", cuenta. Y al hablar sobre el futuro del país, agrega: "Sinceramente, gane quien gane, esto no va cambiar".
Lautaro Breitman Pacheco, de 28 años, preside la mesa 032, en la escuela Godoy Cruz. Es su cuarta elección en lo que va del año, sumando sus experiencias en las PASO y la reciente general por la gobernación local. "Elegí ser presidente de mesa porque me parecía parte del compromiso ciudadano, me interesaba tener una participación más activa", explica.
"Desde mi profesión y mi trabajo intento, y también intentamos colectivamente, mejorar un poco las condiciones de vida de las personas. Me parece que participar, no solo en las elecciones, sino en el devenir diario, ayuda a hacer un país mejor", sostiene el estudiante de Sociología que trabaja en la Cooperativa Agropecuaria Tierra Campesina, en el sector hortícola y produciendo agro-ecología.
Las elecciones terminan dando también una nota policial: en Luján, tres hombres que se encontraban prófugos de la Justicia fueron detenidos cuando se presentaron a votar. Los tres, acusados por abuso sexual agravado.
Sueños de dos jóvenes que eligieron por primera vez a un presidente
Ella tiene 17 años, nació en Buenos Aires y vive en la montaña mendocina. Él ya tiene 19, se crió en el campo, pero es un apasionado de la Economía y de las inversiones virtuales. Los dos fueron con entusiasmo a elegir con su voto, por primera vez, a un presidente de la Nación.
La abanderada que sueña con ser forense
Candelaria Lombardo, de 17 años, es la abanderada provincial de la escuela 4-176 Valles de Potrerillos, establecimiento en el cual ayer -por primera vez- participó de una elección presidencial. Pronto finalizará el bachillerato en Economía y proyecta sus estudios terciarios en la Tecnicatura Superior en Pericias Forenses y Evisceración.
Candelaria nació en la localidad bonaerense de Morón y en 2015 se mudó a una localidad de nuestra montaña, "a la nada misma", según dice con simpatía. "Le hicieron una propuesta de trabajo a mis papás para trabajar en Mendoza, en Potrerillos. Era una zona bastante alejada de lo que yo conocía hasta ese momento, que era pleno centro. Ellos aceptaron ser caseros de un complejo de cabañas; él es el encargado del mantenimiento y ella, de la hotelería y atiende una proveeduría", relata esta adolecente, que se reconoce algo introvertida.
"Tengo la suerte de movilizarme en auto con mi familia, sino tendría que ir en colectivo y esperar por uno de los recorridos que hace, para poder bajar hasta la escuela y votar", reconoce la vecina de una zona próxima al Valle del Sol, y que para bajar hasta el lugar de los comicios debe recorrer poco más de 16 kilómetros por caminos de montaña.
"Para mí es muy importante participar en las elecciones, tomar responsabilidades y ayudar aunque sea un porcentaje mínimo de los millones de personas que tienen que votar", sostiene Candelaria.
"La economía es un tema que nos concierne a todos, que nos afecta. En la escuela cursé las materias de Economía y Economía Social, y me sirvieron como herramientas para poder sostener mi decisión. Veo mucha gente a la que no le alcanza para pagar sus deudas, para afrontar el día a día. Eso me genera malestar. Quisiera poder ayudar a cambiar las cosas".
Sobre lo que desea para Argentina en el futuro, la adolescente agregó: "Primero y principal, que baje la inflación, que suban los sueldos, que quienes nos tengan que representar lo hagan bien, para que toda la sociedad pueda estar en una mejor situación".
El futuro importa mucho para Candelaria y por eso se siente tan comprometida. y tiene planes: "Lo tomo muy en serio. A principios de año me planteé qué carrera quería seguir. No me agradaba la idea de hacer una sola cosa para el resto de mi vida y me decidí por la Tecnicatura en Pericias Forenses. Cuando hablo del tema muchos se impresionan porque no es una carrera muy común", confiesa. Y asegura: "Estoy emocionada por empezar. Volveré a Buenos Aires a estudiar en una instituto superior. Siempre me gustaron los programas de policías como 'Bones' o 'CSI', poder encontrar la historia que subyace en los cuerpos, saber que sucedió".
Por último, al hablar de cómo se imagina en esta nueva etapa, Candelaria Lombardo dice: "Mientras haga la universidad voy a tratar de tener un trabajo de medio tiempo para ayudar en los gastos de la casa a mis papás. En el largo plazo me gustaría tener mi propia casa, una familia, realizarme como profesional".
El hijo de un contratista que invierte en bitcoins
"El último libro que leí es 'Los secretos de la mente millonaria', de Harv Eker", cuenta Franco Cruz. Es hijo de un contratista rural y un lector apasionado, además de amante de la economía y de las inversiones en monedas virtuales. El alumno de la escuela 4-186 Oscar Bracelis, en El Carrizal, ayer debutó en la elección presidencial.
"Voté en la escuela 4-038 Arturo Jauretche, en Ugarteche. que queda a cinco kilómetros de casa. Actualmente vivo en una finca en la zona de Agrelo; toda mi vida viví en el campo, nací en San Martín y cuando tenía tres años mi familia se mudó a Luján", relata.
Sobre el valor que le asigna a participar en la votación, Facundo destaca sin vueltas: "Es muy importante. Me gustaría que en el futuro cambie la forma de gobernar. Tengo ideales de capitalista y en el país no he visto progresos en materia económica".
El chico de 19 años tiene aspiraciones en las que los números económicos son centrales: "El año que viene comenzaré a estudiar programación, para tener una salida laboral, y cuando termine tengo planeado seguir la carrera de Economía. Más adelante me gustaría mezclar lo mejor de estas dos profesiones".
En cuanto a un tema actual para la economía, como las inversiones en crioptomonedas (bitcoins), Franco sorprende con un dato: "Empecé a invertir hace un año. Me gustaba el tema de las acciones, de interpretar los gráficos, de la oferta y demanda. Empecé a invertir en Bitcoins y mi idea es seguir con acciones tanto de Argentina como de otros países".
"Mi idea es quedarme en el país, pero así como viene todo no veo mucho futuro. Asíque pienso en vivir en Canadá o en los Estados Unidos, países con economías previsibles. Me di cuenta de que no todas las personas piensan igual, que se segmentan en clases, y que allí junto al conocimiento radica gran parte de los secretos del progreso", agregó.
"Este año he leído varios libro y todos hablan de superación, de cómo se maneja la economía. Me encanta saber finanzas, por qué suben las acciones o en qué invertir", dice quien, sin embargo, tendrá un título de bachiller con orientación artística.
Por último, Franco Cruz al explicar cual es su futuro ideal, destaca: "Me gustaría que en todas las escuelas y universidades de la Argentina se impartiera educación financiera, y que todos supieran los mecanismos por los que opera el crecimiento, donde está el futuro del país. La educación en los niveles superiores te enseña a trabajar, pero no te brinda herramientas para crecer en la parte económica". / Mauricio Videla