Un chamamé, una zamba y un candombe conviven con dulzura y encanto, a través de historias que nos identifican, que nos enseñan y entretienen. Desde 2008, el grupo musical Canticuénticos lleva a lo largo y ancho del país, su equipaje de canciones para los más pequeño.
Su premisa es transmitir nuestra cultura y folklore al público infantil, de manera lúdica y dinámica. Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Ruth Hillar (coros y flautas), Daniel Bianchi (guitarra), Gonzalo Carmelé (bajo y contrabajo) y Nahuel Ramayo (batería y percusión), son músicos que con este proyecto han conquistado a chicos y grandes.
“Canticuénticos es un grupo de música para chicos, de raíz folklórica. Y trata de rescatar o poner en valor lo que es nuestro patrimonio cultural. Y generar una propuesta con esa premisa, estableciendo vínculos, que se pueda disfrutar en familia. A través del juego, el conocimiento, preguntas”, afirma Gonzalo, que al igual que sus compañeros debutarán este fin de semana en Mendoza, con su espectáculo.
Con tres discos editados, temas como “Monstruo de la laguna”, “Quiero para mí”, “El mamboretá” y “Noni noni” son los más coreados por los pequeños y en su poesía, trazan historias de nuestra geografía, leyendas populares, juegos y ritmos.
Su formación musical no les impide lograr un espectáculo interdisciplinario, con juego escénico y una puesta colorida, que invita a la diversión.
-¿Cuál es el desafío que se les plantea al crear una canción para el público infantil?
-No es un público para subestimar. La compositoras son Ruth y Daniela. A partir de una canción de diversas temáticas, encaramos los arreglos musicales, que sea en concordancia, entre el mensaje y el público. Y proponer un desafío.
Lo que buscamos es desafiar la inteligencia, interrogar y cuestionar, jugando con eso, que lo hace interesante.
Como grupo independiente, generaron un espacio único en su proyecto, que se diferencia de las otras propuestas infantiles.
La música es el vehículo para la enseñanza y la revitalización de nuestras costumbres.
“Es impresionante ver en distintos lugares, que los chicos conocen las canciones. Y nos llegan historias familiares y sin querer nos metemos en esa casa y compartimos con ellos. Uno se da cuenta que va penetrando en distintos lugares. Hace unos días tocamos en el Monumento de la Bandera ante 10 mil chicos. Lo increíble no era la cantidad de gente, porque era el Juramento a la Bandera, si no que conocían y cantaban las canciones a viva voz. Eso es muy fuerte. Nos pasa que de dos funciones hacemos cuatro a sala llena. Eso nos da una responsabilidad de trabajar por el proyecto y por el espectáculo. Lo hacemos con mucha responsabilidad”, afirma sobre la convocatoria que año a año fue creciendo en los distintos escenarios de la Argentina.
-Es llamativo como logran acercarse a un público cautivo de otros géneros...
-Es cierto que están bombardeados con otras expresiones culturales, que no son nuestras. Contenidos enlatados, que no se si decir vacíos, pero tienen un contenido que no esta bueno.
En el caso de la cumbia, es un fenómeno en sí mismo. No dejan de ser movimientos que surgen y que son más cercano. El problema en está en los otros géneros que llegan de afuera y que inclusive, contaminan a la cumbia.
Si es un momento cultural bombardeado, por expresiones que no son nuestras. Y el desafío es mantenernos y mantener nuestra raíz y esencia. Estar tocando y que un chico cante un rasguido doble está bueno y eso es lo importante.
La ficha
Canticuénticos
Funciones: hoy, a las 16, en el teatro Encio Bianchi ( Lavalle y Aristóbulo del Valle, Rivadavia).
Sábado 26 de junio, a las 16, en el teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz).
Entradas: $180 (Rivadavia). En boletería y Tarjeta Nevada. $200 (Teatro Plaza), en boletería, Tarjeta Nevada y Maxi Mall Urbano.
