Con las vacaciones de invierno, el abanico de posibilidades artística para los chicos y toda la familia es cada vez más variado.
A la hora de elegir una obra de teatro, más de quince opciones se reparten por las diferentes salas. Y cada temporada, nuevas propuestas agitan la cartelera.
Este año, una que sorprende es “Las Mil Noches y Una noche”, escrita, dirigida y protagonizada por Jorgelina Flores, quien se carga a sus hombros la adaptación de un texto clásico de Oriente, sumergido en escena con espectacularidad.
La propuesta, que estrenó con doble función el jueves pasado en el Teatro Selectro (tendrá funciones de jueves a domingo, a las 16 y 18), se presenta como uno de los espectáculos más atractivos de las vacaciones.
En donde radica el secreto, en la dramaturgia, las interpretaciones y sobre todo, la producción visual y escénica pocas veces vista en un montaje mendocino.
En la trama, Sherezade (Jorgelina Flores) llega prisionera junto a su hermana al palacio del Sultán (Guillermo Olarte), quien vive recluido, amargado y mal aconsejado por el perverso Visir (una irreconocible Silvia Del Castillo).
Aquí, la princesa irá desandando historias para entretenerlo y conquistarlo. Simbad, Aladino y Alí Babá son los cuentos del libro de Oriente, que toman vida en este relato.
El castillo del Sultán es el lugar donde se desarrolla la historia. Y para sumergirse en ese verdadero mundo árabe, el despliegue técnico y la danza tienen su protagonismo.
Una pantalla en el centro de la escena irá recreando los diferentes escenarios de cada relato, incluso animarán el clímax de cada escena, con escenografía virtual. El exquisito vestuario y escenografía no dejan ningún detalle al azar y logran una atmósfera de fantasía el relato.
Al margen de los efectos visuales que propone la obra, el texto cobra vida con un juego escénico que conjuga música y danza.
Melodías del oriente en versión remix, un cuerpo de baile que interpreta danzas árabes para unir cada escena y acrobacias en tela, son algunos de los recursos que materializan la historia y que demuestran, la experiencia de la directora y actriz (junto a Silvia Del Castillo han participado en innumerables Fiestas de la Vendimia) en los tiempos de montajes, el uso del espacio y la destreza de los intérprete.
Los personajes de ficción se materializan con precisas actuaciones. Ernesto Latino doblega su carisma interpretando a un Simpático Simbad y valiente Alí Babá.
En tanto el joven Facundo Baieli demuestra su destreza física en la piel de Aladino, quien se a través de danza aérea y sobre tela, sube el ritmo dramático. Además de la intervención de la bailarina Laura Majul como Morgana.
La dramaturgia tiene su hilo conductor en el peso de la palabra y el triunfo del amor, lo cual le quita comicidad y abunda la solemnidad.
La picardía campechana y el humor del Sultán, junto con el cierre con una versión original de “Take a look at me now” de Phil Collins, son algunos de los guiños cercanos a nuestro entorno. Sin embargo, deja abierto el feedback a la platea y logra sumergirla en una aventura de fantasía.
“Las Mil Noches y Una Noches” es una obra para todo público, que encanta a chicos y grandes, demostrando que en Mendoza, se pueden lograr grandes producciones y no tiene nada que envidiarle a espectáculos foráneos. Una puesta lúcida y jugada, para disfrutar en familia.
Ficha
"Las Mil Noches y Una noche"
Dirección y dramaturgia: Jorgelina Flores.
Actúan: Jorgelina Flores, Silvia del Castillo, Guillermo Olarte, Ernesto Latino, Facundo Baieli, Martina Flores y Laura Majul.
Dirección audiovisual: Sergio Sánchez.
Lugar: Teatro Selectro (Capitán Fragata Moyano 102).
Funciones: de jueves a domingo, a las 16 y 18 horas.
Calificación: Muy buena.