Historia documentada: viajes españoles por el estrecho de Magallanes

Los viajes españoles por el estrecho de Magallanes echan por tierra que después del corsario Drake no haya pasado nadie por allí en el S XVI

Historia documentada: viajes españoles por el estrecho de Magallanes
Historia documentada: viajes españoles por el estrecho de Magallanes

El 2 de setiembre pasado Los Andes reeditó una nota de interés -"De Magallanes a Google Earth"- que Jorge Carrión había publicado -también en español- en el New York Times del 20/1/2019.

En la edición de Los Andes llama la atención que se destacara que "A excepción de Francis Drake y de los nativos, por el estrecho de Magallanes no pasó nadie durante siglos", remarcando con esto y textualmente la original expresión del autor.

Estimamos que la afirmación no se ajusta a los hechos históricos documentados y no hace justicia a quienes antes y después de Drake surcaron el estrecho, lo que el autor pareciera desconocer en su escrito.

Es conocida la incursión del corsario Drake que lo llevó al estrecho, pasando del Mar del Norte (Atlántico) al del Sur (Pacífico), atacando y obteniendo cuantioso botín en las posesiones españolas del Pacífico -1578/79; Chile (Valparaíso), Perú (Callao), entre otras- completando finalmente por Molucas y el Cabo de Buena Esperanza, una nueva vuelta al mundo en 1580.

La cuestión es que a la sazón el virrey del Perú, Francisco de Toledo, envió sin éxito naves tras el corsario, las que desde Panamá regresaron al Perú, poniéndose entonces él mismo al frente para organizar una expedición al Sur, de exploración, posesión -previendo fortificaciones y poblaciones en lugares apropiados- e información sobre el estrecho y, si fuera el caso, punitiva, tras Drake o sobre los establecimientos con los que podría haber fundado bases para futuras injerencias inglesas.

De hecho esta vez zarparon dos naves del puerto limeño  y en esta expedición tiene una función particular de mando Pedro Sarmiento de Gamboa, que ya tenía dilatada experiencia al servicio del estado español, con sus altibajos de sobresaltos con la Inquisición e importantes avances en tareas encomendadas por el propio Toledo, que lo designó como cosmógrafo general del Perú. Relacionada con esto, entre otros, está la investigación y redacción de la crónica de Sarmiento ("Segunda parte de la Historia General llamada Índica…"), que se edita como Historia de los Incas. 

Familiarizados con los hechos de Sarmiento nos llamó la atención que  Francisco Draque o Draques, según lo llamaron los españoles de aquel entonces, desalojara de la atención del articulista de New York Times los esfuerzos del gobierno español por asegurar el estrecho, el protagonismo de Toledo y Sarmiento, entre otros, como los siguientes reconocimientos del paso por marinos españoles y de otras naciones, que por supuesto no merecen la expresión de que por allí "no pasó nadie durante siglos" después de Drake.

Quizás con sólo la mención de la labor de Sarmiento de Gamboa y de todos los que se arriesgaron con él por reconocer y poblar en el estrecho, hubiere matizado su expresión, máxime que fue la reacción estratégica que siguió al viaje de Drake.

Por recordarla en síntesis: las dos naves españolas, una al mando de Sarmiento, llegan al estrecho. La de éste lo surca, relevando el cosmógrafo, excelente navegante y conocedor del instrumental de época, los accidentes de la zona al que renombra como Madre de Dios para, luego de un derrotero de re-descubrimiento y de oeste a este, alcanzar el Mar del Norte en 1580 y finalmente, no sin avatares en el  trayecto, España. 

Informe pormenorizado

Contamos con su detallado informe del viaje, no sólo textual sino acompañado de dibujos, aptos para reconocer las dificultades y facilidades en el tránsito, aunque se echa de menos otros documentos sobre el derrotero, que se habrían perdido.

Sólo por esto Sarmiento y sus compañeros merecen recordarse. No obstante los desvelos de él no terminaron allí, sino que pronto, soportando distintos avatares, vuelve al estrecho. Esta vez regresa desde España con una flota (1581), como capitán general adjunto, la que suma a armas y soldados, las personas escogidas y elementos necesarios para poblar en ese ámbito que él conocía bien. De allí surgen la fundación de dos poblaciones, hacia ambos extremos del paso: ciudades del Nombre de Jesús al este y del Rey Don Felipe al oeste (1584). Lamentablemente no prosperan, incluidos los traslados de una a otra por la escasez de recursos, y finalmente, ya sin éstos, prácticamente sucumbir todos sus habitantes, mientras Sarmiento trata de llevarles suministros, sin éxito.

Interceptado y apresado termina en prisión inglesa -lapso en que se entrevista con la reina Isabel I-, para una vez librado caer en otra, francesa, de los hugonotes de entonces. Tantas peripecias no lo amilanan, aunque pierde papeles, más allá de los que se libra para sustraerlos de los enemigos, perdiendo luego posibilidades ante las instituciones españolas para reanudar los viajes al estrecho y llegar con los auxilios que nunca pudieron ser.

Desgraciados acontecimientos

Así como la puja entre enemigos imperialistas, más allá de los hechos verificables, funda la leyenda oprobiosa sobre el papel de España en sus colonias americanas,  Thomas Cavendish, corsario inglés, que recorre el estrecho en 1587 y halla aún sobrevivientes de las fundaciones de Sarmiento, impone sobre el reconocimiento de los muchos muertos y ruinas de estructuras que encuentran, el apelativo de Port Famine para la Ciudad del Rey Felipe, sita hacia la Punta de Santa Ana, nombre que será Puerto del Hambre en español, con el que se reconoce el emplazamiento hasta nuestros días.  

Uno de los sobrevivientes, Tomé Hernández, recogido por Cavendish en enero de 1587, declarará después, en Santiago de Chile, 1587, y en Lima, 1616, sobre los desgraciados acontecimientos que le tocó vivir.

En la actualidad, entre muchos otros aportes, hacen honor a la historia del estrecho no sólo las publicaciones de la crónica del propio Sarmiento -síntesis de Argensola (1609) y edición de Bernardo de Iriarte (1768), entre otras hasta nuestros días-, sino que contamos con investigaciones al respecto desarrolladas desde el Instituto de la Patagonia (Punta Arenas) o del Cadic-Conicet (Ushuaia), destacando también las publicaciones de la Colección Reservada del Museo del Fin del Mundo (Ushuaia; publicada por Eudeba). Asimismo, se conocen resultados en la localización de evidencias materiales en terreno, como por caso, los trabajos arqueológicos e históricos sobre aquellas malhadadas fundaciones de Pedro Sarmiento de Gamboa.

Claro está que para finalizar no está demás referir que luego del viaje de descubrimiento holandés del paso más allá de Tierra del Fuego -Schouten/Le Maire (1616)-, el gobierno español envió una expedición -1618/1619; Bartolomé y Gonzalo García de Nodal, Ramírez de Arellano, Witte, entre otros calificados marinos, cosmógrafos y pilotos- que circunnavegó Tierra del Fuego, realizando el sexto paso del estrecho de oeste a este, más allá de otros méritos como el reconocimiento de las islas que llevan el nombre de Diego Ramírez y del punto más austral del continente americano.   

Tampoco lo está recomendar la lectura de la edición en la Colección citada de la obra de Phillip Parker King (1839), publicada por Eudeba como "Los viajes del Beagle. Informes de la Primera Expedición (1826-1830)" (2015), en la que no sólo no faltan sino que fueron de gran ayuda las referencias de los viajeros anteriores por el estrecho, principalmente Sarmiento. Tanto es el reconocimiento que el monte, que este último confundió con un volcán y denominó Volcán Nevado, Parker King lo rebautizó como "Sarmiento" (2015: 58) y la reciente edición de su libro en Argentina, lo ilustró en su tapa.

En cuanto a los mendocinos, recordemos que la apertura del derrotero colonial Buenos Aires/Mendoza, para proseguir a Chile, lo abrió el que viniera por el gobernador de Chile, Alonso de Sotomayor, que junto con centenas de soldados, desembarcó de aquella flota fletada desde España en 1581 y transitó el camino continental en 1583. Por mejor fortuna para todos, prefirió probar esta posibilidad de derrotero  para él y las tropas que le seguían, por sobre la del mar por el estrecho de Magallanes. (Nota de la R: la segunda ilustración es el mapa de reconocimiento de los estr. de Magallanes y San Vicente (tomado de BNE, ed. digital).

Familiarizados con los hechos de Sarmiento de Gamboa llamó la atención que Francis Draque desalojara de la atención de un  articulista de New York Times sobre los esfuerzos del gobierno español por asegurar el paso por el lejano y austral estrecho.

Referencias

-Parker King, Phillip. 2015 (1839). Los viajes del Beagle. Informes de la Primera Expedición (1826-1830). Eudeba. Buenos Aires.

-Relación del viage, que por orden de Su Magestad, y acuerdo del Real Consejo de Indias, hicieron los capitanes Bartholome García de Nodal, y Gonzalo de Nodal… 1621. Madrid.

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