Marisa y Roberto no se conocen pero tienen mucho en común. Ambos decidieron montar su propio negocio y los dos son ejemplo de pasión y esfuerzo por el emprendedorismo.
Roberto es de San Martín y sus ganas de emprender y de no aflojarle al trabajo lo empujaron a dedicarse a la metalurgia de forma totalmente independiente.
Marisa Laura Bonilla es una emprendedora que participa por primera vez en una feria, con sus propias creaciones. Cuenta con un taller textil donde se dedica a confeccionar lencería y pijamas.
Ellos se contactaron con la Dirección de Economía Social, presentaron proyectos y consiguieron subsidios no reintegrables para la compra de materia prima y equipamiento necesario para sus emprendimientos.
Marisa logró tener un stand en la muestra “Manos de nuestra tierra”, que reúne a emprendedores de la Ruta de Artesanos y otros. Allí ofreció sus diseños a los visitantes.
"Es la primera feria en la que voy a participar con mis creaciones, siempre trabajé sola para terceros, pero ahora lo hago para mí. Confecciono lencería y pijamas y para la próxima temporada tengo pensado agregar mallas", decía antes de la feria.
Por su parte, Roberto tiene un taller de metalurgia en San Martin, donde no contaba con capital para comprar los elementos necesarios para funcionar. Por eso, desde la Subsecretaría de Desarrollo Social, se le otorgarán dos subsidios para que continúe con su trabajo.
“Recuerdo que solo me dieron estas ayudas en la época de Cobos. Para mí y sobre todo mi familia es muy importante porque nos ayuda a comprar los materiales y poder hacer los que nuestros clientes nos piden”, destacó el beneficiario.