Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, con la finalidad de promover la concienciación y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial, condición que constitutye el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.
El tema de este año es “Conoce tus números”, con el próposito de aumentar el conocimiento y concientización de las poblaciones en todo el mundo sobre la presión arterial elevada.
La Organización Panamericana de la Salud se suma a los esfuerzos de la Liga Mundial de la Hipertensión en la conmemoración del Día Mundial de la Hipertensión.
En Argentina consumimos el doble de sal de lo aconsejado
La rápida urbanización, el cambio en los estilos de vida y la producción de alimentos procesados modificaron los hábitos alimentarios de las personas. Actualmente se consume una mayor cantidad de alimentos hipercalóricos, grasas saturadas, azúcares y sodio, condicionando la aparición de diversas enfermedades no trasmisibles.
El sodio es un mineral que nuestro cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar adecuadamente, interviniendo en funciones de los nervios y músculos, y ayudando a mantener en equilibrio los líquidos del cuerpo. Su consumo en exceso eleva la presión arterial, siendo en Argentina la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y el 42% de las enfermedades coronarias, según la Organización Mundial de la Salud.
La creencia general indica que la sal es el único o el más significativo portador de sodio. Sin embargo, representa únicamente el 25% del que consumimos en el día. El restante proviene de otros alimentos que lo tienen naturalmente como la leche, los quesos y algunos cortes de carne, y en embutidos, snacks, aceitunas y panificados que utilizan el sodio como conservador o potenciador de sabor.
Modificar los niveles de este mineral en nuestra alimentación es beneficioso no solo para aquellos que sufren de enfermedades crónicas, sino también para personas saludables que buscan evitar los factores de riesgo. Se recomienda:
– Elegir alimentos con menos de 140 mg de sodio por porción.
– No poner el salero en la mesa.
– Lavar con agua hervida los alimentos enlatados antes de consumirlos.
– Elegir como refrigerio frutas y verduras.
– Moderar el consumo de alimentos enlatados y procesados.
– Prepara vinagretas y aderezos caseros en lugar de comprarlos.
– Disminuir el uso de cubos saborizados, salsas de tomate y otros sazonadores.
– Al cocinar incorporar especias como pimienta, comino, cilantro o nuez moscada en reemplazo de la sal.
Fuente: Consenso Salud