El doctor Jorge Tartaglione, Miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología dio a conocer un documento con su postura sobre el tema.
Allí explica que la sal está presente en grandes cantidades en varios de los alimentos que ingerimos. "El 75% de la sal que consumimos lo hacemos a través de alimentos preparados (se considera que cuentan con una cantidad elevada de sodio aquellos que presentan más de 500 mg por cada 100g de alimentos, equivalente a un 1,3% de sal)".
La presencia de sal en los alimentos se debe a dos funciones principales: realzar su sabor y conservar el alimento. La carne, por ejemplo, contiene 65mg de sal en 100g, mientras que el huevo 122 mg y el pescado 140, en 100g. Incluso en el agua encontramos sodio: hay aguas que tienen entre 120 y 150mg/l, otras aguas minerales contienen entre 40 y 80 mg/l, y luego están las conocidas aguas de bajo sodio, que tienen menos de 10mg/l.
En el caso de las conservas, bizcochos, alimentos semi-elaborados o un plato servido en un restaurante, los números son más elevados. Por lo general, éstos tienen al menos 1.000 miligramos de sodio, por ejemplo: una porción de pizza contiene 1.580 miligramos de sodio.
A partir de esto señala que la ingesta es excesiva y por ello destaca la sanción de la ley.
Menciona que consumir grandes cantidades de sal puede causar diversos problemas de salud, tales como enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, osteoporosis y cáncer de estómago. Además, contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo que provoca una presión sobre las arterias y favorece la aparición de la hipertensión. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón.