Los aficionados se van acercando al Maracaná desde temprano, aunque sea para sacarse fotos con el estadio detrás.
Los controles son fuertes y se inician a no menos de 500 metros del predio. Sólo se deja pasar a quien tiene su correspondiente acreditación o ticket de ingreso.
El mítico mundialista luce espléndido en una mañana con cielo despejado y a pleno sol.
De repente, tres jóvenes guatemaltecas y una mexicana se encontraron con un hincha brasileño que vestía una camiseta mitad albiceleste y mitad verde amarela, y posaron para la foto.
Por ahora, al menos, todo es confraternidad en la previa del duelo entre argentinos y alemanes.