Simpatizantes brasileños estuvieron de fiesta hasta la madrugada, con bailes y música a alto volumen, enfrente del hotel de Fortaleza donde se alojó el seleccionado de Colombia, dirigido por el argentino José Pekerman, a la espera del duelo de hoy por los cuartos de final.
A lo largo de la noche, hinchas identificados con camisetas o distintivos del elenco local cantaron y bailaron en una particular celebración, que tenía como objetivo impedir el buen descanso del conjunto `Tricolor`, rival de hoy por una pase a semifinales.
Fue tal el "barullo" que, según trascendió, hasta gente ligada a la delegación colombiana le pidió a los simpatizantes un poco de silencio para que los jugadores tuviesen la oportunidad de relajarse en la noche previa al partido más importante para el fútbol de ese país.
Colombia jugará esta tarde, desde las 17, por primera vez en los cuartos de final de un Mundial, nada menos que ante el seleccionado local y pentacampeón, cuyos hinchas sabiendo de la dificultad del rival de turno quisieron sacar una pequeña ventaja esta madrugada.