Hillary Clinton y Donald Trump se concentraban ayer en la preparación del debate que los opondrá hoy, el último de la campaña presidencial estadounidense, con sondeos que muestran una ventaja de la ex secretaria de Estado.
El cara a cara, a escasas tres semanas de las elecciones, representa la última oportunidad del candidato republicano, Donald Trump, de mantener viva la esperanza de llegar a la Casa Blanca.
Ambos deberán polemizar en torno a una agenda que incluye temas de inmigración, economía y el nombramiento de un juez en la Corte Suprema de Justicia.
Los dos debates anteriores también tenían agendas predeterminadas, pero eso no evitó que se convirtieran en festivales de acusaciones de todo calibre, escenario que podría repetirse este miércoles en la Universidad de Nevada en Las Vegas.
Pero los dos candidatos presidenciales no llegan a este debate libres de polémica, ya que Trump hizo estallar un nuevo escándalo al denunciar que las elecciones estarán manipuladas, en tanto la aspirante demócrata sigue acosada por el caso de sus mensajes electrónicos enviados desde un servidor privado cuando era secretaria de Estado.
Trump, que pasó una semana contemplando cómo el país discutía sobre unas grabaciones en las que se ufanaba de tocar y besar a mujeres sin su consentimiento, contraatacó en los últimos días denunciando fraude electoral y acusando a la prensa de ser parte de una manipulación para garantizar la victoria de Clinton.
El magnate no presentó ninguna prueba, pero un sondeo realizado por Politico y Morning Consult mostró que un 43% de los votantes piensa que efectivamente la elección podría serle birlada. Entre los potenciales electores del polémico millonario, ese porcentaje se eleva a un 71%, de acuerdo con la encuesta.
En un acto público en Colorado Springs, Trump suavizó ligeramente esa declaración, pero mantuvo que "el sistema es manipulado por los donantes que dan centenares de millones de dólares a 'Hillary la Tramposa'. Es un mal sistema".
En tanto, Jennifer Palmieri, jefa de comunicaciones de la campaña demócrata, dijo a la prensa que el republicano cuestiona el sistema electoral para desviar la atención de los escándalos con mujeres "y también porque está perdiendo". "Nosotros tenemos confianza en esta elección", aseguró.
En los últimos días, mientras Trump buscaba apagar las llamas de las denuncias sobre su comportamiento abusivo con mujeres en el pasado, Clinton decidió adoptar un perfil bajo y no disputarle el protagonismo.
No obstante, la candidata no pudo eludir la polémica tras la divulgación el lunes por el FBI de documentos que indicaban que un alto funcionario del Departamento de Estado presionó en 2015 a la agencia para bajar el nivel de clasificación de un mensaje confidencial de Clinton.
El Departamento de Estado analizaba en ese momento decenas de miles de correos del servicio de mensajería privado de la ex secretaria con el objeto de publicarlos en un sitio gubernamental.
La cuestión de los correos llevó a Trump en el último debate a sugerir que, en caso de resultar electo, designaría a un fiscal general para abrir una investigación especial sobre el caso. Además, miles de correos de John Podesta, un asesor de Clinton, revelados por el sitio web WikiLeaks, también revelan datos incómodos sobre la posición y la relación de la candidata con los bancos y Wall Street.
Los sondeos dan a Clinton una ventaja: el promedio de las encuestas le otorga una diferencia de casi 7 puntos porcentuales (45,9% contra 39%) a nivel nacional, aunque Trump aparece con superioridad mínima en Ohio, Georgia, Iowa y Arizona.
Clinton ya ganó en las apuestas
La casa de apuestas irlandesa Paddy Power anunció ayer que empezó a pagar a sus clientes que apostaron por la victoria de Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses porque “está hecha”.
A menos de tres semanas de las elecciones, la empresa se gastó 800.000 libras (890.000 euros, 984.000 dólares) en pagar a aquéllos que apostaron por la candidata demócrata, después de que las posibilidades de su rival, Donald Trump, hayan caído en picada tras sus comentarios sobre las mujeres y las acusaciones de abusos sexuales.
“Trump superó las expectativas convirtiéndose en candidato republicano desde una posición desfavorable, pero el torrente reciente de revelaciones han frenado su impulso", dijo un portavoz de la casa de apuestas, que dos días antes de las pasadas elecciones acertó y empezó a pagar a quienes apostaron por Barack Obama. AP