El lanzamiento de las memorias de Hillary Clinton parece el preludio de su campaña para las presidenciales de 2016 pero, a pesar de los rumores crecientes, los demócratas arman planes B, C y D en caso que ella no se presente.
Los comités de acción política recaudaron millones para la ex secretaria de Estado, que atravesó el país en una gira de conferencias y ahora escribió “Hard Choices” (Decisiones difíciles). A los 66 años, se sitúa por encima de sus posibles rivales demócratas y republicanos, encuesta tras encuesta. ¿Pero qué sucedería si decide no ser candidata?
“Si Hillary no se presenta, es una lucha abierta para todos”, dijo el ex gobernador de Vermont Howard Dean, candidato presidencial hace 10 años y presidente del Comité Nacional Demócrata de 2005 a 2009. “Sinceramente no creo que ella haya tomado una decisión. Hay una buena posibilidad de que no se presente”, agregó.
Clinton, que perdió por poco en 2008 las primarias demócratas ante Barack Obama, dijo que probablemente decidirá tras las elecciones legislativas de medio término de noviembre.
Algunos la culpan de paralizar el juego hasta que no anuncie su decisión, una acusación que rechaza de plano. “La gente puede hacer lo que decida en el momento que lo decida”, dijo Clinton a ABC News la víspera del lanzamiento de su libro el martes.
Un puñado de alternativas del Partido demócrata ya están sobre la mesa, incluido el vicepresidente Joe Biden, quien reconoció que ha reflexionado sobre la posibilidad de emprender otra campaña para la Casa Blanca.
Frente a este escenario, algunos republicanos se burlan abiertamente. “Cuando uno habla de Joe Biden como su siguiente mejor opción, hay un problema”, dijo el estratega político Kevin Madden, que trabajó como portavoz del republicano Mitt Romney, candidato presidencial en 2012.
Biden tiene 71 años -cinco más que Clinton y 19 más que Obama- un factor que le puede jugar en contra. “Joe pasaría un momento difícil convenciendo a los de 25 años que retrocedan una generación más”, opinó Dean.
Uno de los demócratas en ascenso es el gobernador de Maryland, Martin O’Malley, quizá el más explícito hasta el momento en cuanto a la posible candidatura para 2016. En febrero, O’Malley dijo que se estaba preparando “en términos del trabajo duro, el trabajo político, el trabajo de campo necesario para ofrecer una mejor dirección” para el país.
El problema es que, a nivel nacional, O’Malley apenas está en los registros. Una encuesta publicada el domingo por ABC News y el Washington Post mostró que Clinton cuenta con el 69% del apoyo, Biden con 12% y O’Malley con 2%.
Brian Schweitzer, el ex gobernador de Montana que recientemente dijo a la revista Time que “por supuesto” sería un mejor presidente que Clinton, recoge un 1% de las preferencias. Otro que apenas es marca en el radar es el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo
Mejor situada, con un 7% del apoyo, está la senadora Elizabeth Warren, militante anti-Wall Street que con su compromiso a poner freno a los abusos de las compañías tocó la fibra de muchos estadounidenses de clase trabajadora.
Pero Warren dijo que no se presentará, al menos en 2016. Si cambia de decisión, su destreza ya demostrada para recaudar fondos la posicionaría bien, aunque los analistas republicanos sostienen que es demasiado de izquierda para ganar.
Defendió su oposición a bodas gay
Hillary Clinton defendió de modo cortante su oposición inicial al matrimonio entre parejas del mismo sexo, negando en una entrevista que hubiera razones políticas detrás de su cambio de postura -adoptado el año pasado- para apoyar las bodas gay. Acusó al periodista de “jugar con mis palabras”.
"Yo no crecí siquiera imaginando los matrimonios homosexuales y creo que tú tampoco"', dijo Clinton a Terry Gross, de National Public Radio. "Ésta fue una idea increíblemente nueva e importante de la que la gente en la vanguardia del movimiento gay comenzó a hablar, lentamente pero con seguridad y convencieron a otros sobre la justicia de esa posición", dijo. "Cuando estuve lista para decir lo que dije, lo dije", agregó. AP
Los republicanos la critican pero le temen
“De cualquier manera, todos tienen que esperar a Hillary, ella lidera en el tren del dinero”, dijo aludiendo a la capacidad de la ex secretaria de Estado para recaudar fondos electorales, el profesor de la Universidad de Minnesota Larry Jacobs, quien ha estudiado los procesos electorales durante años.
En este panorama, los republicanos no permanecen ociosos. Han arremetido contra Hillary Clinton por su manejo del mortal ataque al consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi en 2012, cuando dirigía la diplomacia estadounidense. También lanzaron sitios web para descarrilar su posible campaña y publicaron un libro anti-Hillary: “Elecciones Erradas”.
Muchos republicanos sencillamente asumen que Clinton es a quien deberán derrotar en 2016. “Todas las señales” van en ese sentido, dijo el senador republicano Dan Coats, citando su libro y cronograma de conferencias.
El problema que enfrenta el partido es que, incluso si Clinton se retira, no hay un candidato republicano de primera plana bien financiado para poner a los demócratas en desventaja, señaló Madden.