Hicieron hasta 8 horas de cola para comprar libros baratos en Mendoza

Ni el frío, ni la larga fila, ni el partido de la Selección los dieron por vencidos. Cientos esperaron para conseguir ejemplares desde $2.

Hicieron hasta 8 horas de cola para comprar libros baratos en Mendoza
Hicieron hasta 8 horas de cola para comprar libros baratos en Mendoza

Es un fenómeno pocas veces visto en Mendoza. Miles de personas hicieron cola desde la madrugada para llevarse libros a precios irrisorios en la liquidación final de la Librería Clip, tradicionalmente llamada Simoncini. Ni el partido de Argentina contra Francia, por los octavos de final del Mundial de Rusia, logró que los interesados abandonaran su cometido.

Así, esperaron pacientemente hasta 8 horas para poder entrar al local donde se ofrecían ejemplares desde $ 2. Por la gran convocatoria, los organizadores establecieron un máximo de permanencia en la librería de 20 minutos para elegir y pagar, de forma de garantizar que todos pudieron realizar la tan deseada compra.

Con una pila de 10 libros atados con un cordel, por un lado, y 7 por el otro, Cristina y sus hijos Leandro y Micaela salieron del local alrededor de las 16.30. Con caras de felicidad por la compra, relataron que se llevaron ejemplares de filosofía, historia, psicología y algunos de autoayuda. En total gastaron $ 140 en 17 libros, por lo que consideraron que las 8 horas de espera valieron la pena. “Llegamos a las 8.30 y después tuvimos sólo 20 minutos para elegir, pero nos pareció bien porque hay mucha gente esperando”, comentaron.

A media cuadra del local, por calle San Juan, Patricia Benítez y Jorgelina Giménez esperaban ansiosas a las 4 de la tarde poder ingresar. “Llegamos cerca de las 10 y la cola ya llegaba hasta la calle San Martín”, relataron sorprendidas. Habían llegado desde Tunuyán deseosas de hacerse de una buena colección de libros para comenzar su ejercicio como docentes. “Las dos estamos estudiando y necesitamos material para trabajar”, señalaron. A pesar del partido de la Selección, permanecieron estoicas guardando su lugar. “Pensamos que la gente se iba a ir esa hora, pero nadie se movió”, aseguraron.

Un poco más adelante, William Alfonso y Carolina Sosa también contaban los minutos para ingresar. “Necesito libros para la facultad, espero que quede algo cuando nos toque el turno”, dijo él. También tuvieron que ver el partido parados en la cola. “Por suerte nos tocó todo el primer tiempo frente a una playa de estacionamiento donde tenían un televisor”, narraron.

Adentro del local, los cinco hijos de Rubén Simoncini- último dueño de la librería- atendían a los que ingresaban y les pedían paciencia a los que esperaban. "Ha sido una locura, si hubiésemos planeado algo así seguro no nos salía", reconoció con una sonrisa Flavia, la hija mayor, que mantuvo todo el día la voluntad de atender a todos y dejarlos satisfechos. "Por eso vamos a volver a abrir mañana- por hoy- y si quedan libros extenderlo a una jornada más", adelantó.

La movilización masiva que provocó el cierre de Clip fue aprovechada por una librería vecina ubicada en la esquina de Garibaldi y San Juan, que puso ofertas especiales y también logró generar una considerable fila de clientes.

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