El cambio climático definido por las alteraciones de los patrones meteorológicos durante un período prolongado de tiempo está planteando otros escenarios para los viticultores locales.
Desde hace años el científico y climatólogo Hervé Quenol -director de investigación del Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) de Francia, monitorea los cambios en la temperatura y alerta a los productores para enfrentar mejor los desafíos que se avecinan.
-¿Qué efectos tiene el cambio climático sobre la vid?
-El problema principal que posee es que el cambio climático significa el aumento de la temperatura, lo que va a modificar la fenología de la vid y también las características de los vinos.
-¿En qué aspectos?
- En el caso de los caldos vínicos, a mayor temperatura aumenta el nivel de azúcar y de alcohol. El otro problema es la condición del agua de las lluvias.
-¿Por qué?
-Porque el cambio climático produce que los episodios de nieve disminuyan el nivel de los glaciares por lo tanto los niveles de agua bajarán también. Por lo tanto, planteará otro manejo de suelos y de cepajes
-En cuanto al suelo ¿cuáles son las consecuencias?
-Son muy negativas también. Si no hay agua, el suelo tiene problema de nutrientes. El cambio climático afecta a la falta de agua pero también tendrá otras consecuencias como afectar la salud de los viñedos. Por lo tanto se verá afectada la producción.
La otra consecuencia de la falta de agua al disminuir los glaciares también ocasionará problema en los caudales de los ríos, por lo que afectará negativamente a toda la cadena productiva de Mendoza.
-¿Qué se puede esperar de las plagas?
-Al haber una modificación de la temperatura también producirá un impacto sobre las enfermedades de las plantas. Normalmente la zona de Mendoza tendrá un impacto negativo por el aumento de la temperatura.
-¿Qué soluciones existen para las variaciones que tendrá el clima a futuro?
-El viticultor se puede adaptar trabajando el suelo para limitar el aumento de temperatura y por otra parte adaptando la vid. Pero en el futuro, si la temperatura sigue aumentando, es complicado saber cómo sigue la evolución. Es similar al agua. Si no hay o es casi inexistente, no será posible hacer la viticultura.
-Ante un cambio climático tan fuerte ¿qué podría deparar al malbec?
-En los próximos 20 años no habrá problemas. El futuro pronosticamos que cambiará de aquí a 80 o 100 años. Los cambios climáticos se miden en 50 o 100 años, no en el corto plazo, pero es complicado porque el malbec, que es un cepaje emblemático, podemos ver que los viticultores comienzan a cultivar otro tipo de vid, para diversificar. Los productores no se están quedando sólo con el malbec: están apostando por otros cepajes.
-¿Ésa es una buena solución ante el cambio climático?
-Es una alternativa. También se está trabajando sobre los injertos que se adaptan mejor a la sequedad. Son investigaciones que está llevando la Facultad de Ciencias Agrarias. Pero existen otras posibilidades.
Perfil
Hervé Quenol (45)
Es casado, tiene un hijo de cuatro años. Es climatólogo, director de Investigación del Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) de Francia, (Université de Rennes). Se especializa en Climatología aplicada a las escalas finas. Desde 2011 participa del programa de investigación internacional GICC TERADCLIM, sobre la adaptación de los viñedos al cambio climático.
Es, además, licenciado en Geografía, opción Cartografía, y magíster en Geografía Física por la Universidad de París 7, Denis Diderot en Francia.
También es doctor en Geografía por la Universidad de Lille y post-doctorado en la Universidad de Porto, en Portugal.
Actualmente se desempeña como experto científico del Consejo Científico de Medioambiente de Bretaña en Francia y como corresponsal de la misión Cambio Climático, en el marco del Plan Climático de Bretaña.
Desde hace un año vive en Nueva Zelanda. Confiesa que le atraer ir a la montaña y pescar con mosca, una práctica que también realiza en Mendoza.