Coaching: herramienta para encarar los problemas

La técnica consiste en “reencontrarnos con nosotros mismos, con los antiguos valores (verdad, libertad, dignidad y paz) que son aquellos que siempre han existido”, sintetizó la especialista local Julieta Gasnati.

Coaching: herramienta para encarar los problemas

Si bien sus orígenes están más vinculados al deporte que a cualquier otra área, lo cierto es que hoy el coaching es una herramienta que puede aplicarse -y de hecho se aplica- a cualquier disciplina. Política, educación y hasta arte -sólo por mencionar algunas-, son ramas en las que el coaching ya está empezando a dejar su huella con un único objetivo.

Dentro de tantas corrientes de coaching -entre los que se destacan el americano, el europeo y el ontológico-, sobresale el denominado Coaching Psicológico Integral (CPI), que nuclea los planos del management, la filosofía y la psicología con la intención de determinar aquellas creencias inconscientes que determinan la conducta del individuo. “Las capacidades se manifiestan a través de comportamientos, y estos van a determinar los contextos que genere. El tema es que 95 por ciento de las conductas y comportamientos nuestros están determinados por el inconsciente, y es ahí donde el CPI busca detectar qué causas llevan a un determinado comportamiento. Porque intentar cambiar desde la conciencia, sería un cambio efímero. Pero buscando en el inconsciente, el cambio sería permanente”, destacaron Fernando Osta y Julieta Gasnati, creador de la corriente y directora del programa de CPI, respectivamente.

Melania González es maestra jardinera, se desempeña en la supervisión del nivel inicial de Capital y desde hace más de un año aplica el coaching educativo en su trabajo. “La mirada del docente parece estar siempre aturdida por una problemática social, porque uno se siente agobiado en un aula. Pero la mirada desde el coaching te permite trabajar desde lo que hay. Lo social sin conflicto es una utopía, no existe.

ero el coaching permite ayudar a los actores a determinar cómo trabajar en los conflictos y qué puede aportar cada uno, nos ayuda a descubrir las herramientas que tenemos en nosotros mismos. Como maestra yo trabajo con la mamá, partiendo de la base de que es ella quien conoce al niño más que cualquiera. Yo puedo tener herramientas pedagógicas, pero el coaching educativo nos permite ver qué tenemos nosotros (por un lado los maestros, por otro lado los padres) y plantearnos objetivos concretos y alcanzables para nosotros. Si yo tengo un planteo más real de lo que pasa con mis niños y en mis aulas, tengo una conexión más real sobre lo que puedo llegar a hacer”, destacó la maestra, quien se desempeña en sala de 4 años y quien sostuvo que la conexión alumnos-padres-maestros es la clave para abordar íntegramente los temas cotidianos en su lugar de trabajo.

En el día a día

Adrián Espasandín (22) es actor y también se desempeña como profesor. Desde hace algunos meses, en sus talleres comenzó a aplicar ciertas técnicas y herramientas que adquirió del coaching.

“Uno de los fuertes del coaching es la pregunta. Yo estoy continuamente preguntando a mis alumnos para ver qué van construyendo ellos, con la idea de interpretar lo emocional más allá de lo técnico. Incluso, es más importante lo emocional”, destacó el joven instructor.

Para Espasandín, la enseñanza tiene que ser horizontal. “Vos tenés que ser como un alumno más. El coaching plantea que hay tantas realidades como personas, y cada uno tiene su percepción, pero ninguno la verdad absoluta. Desde el teatro, parto desde ese punto: mi técnica no es la única, y la verdadera técnica se va armando con el alumno. El concepto se va construyendo desde los dos, con mi dinámica más su experiencia”, indicó Adrián.

Normalmente, cuando uno es alumno y aprende algo nuevo (sea en la disciplina que sea), este aprendizaje choca con otro que ya teníamos incorporado. Y lo que suele hacer el profesor es bajar línea, buscando imponer su conocimiento e intentando romper el otro. “La idea es construir sobre el aprendizaje que ya tengo. Creo que toda persona, haga lo que haga, tiene que tener un coach. Es una filosofía, una forma de pensar que se puede aplicar a todo”, indicó el joven artista, quien tomó el taller de CPI el año pasado. “Había abogados, contadores, comunicadores, profesionales vinculados al Marketing. Y en todos hubo una gran transformación”, sintetizó.

Siguiendo en el plano de la enseñanza -aunque aplicándolo a los espacios más tradicionales como son las escuelas-, se desempeña Melania González. “El coaching educativo ha sido la mejor herramienta para estar en contacto con padres, directivos y docentes, y me ayudó para ver cómo aportar a la profesión desde otro lugar”, destacó la maestra jardinera.

Una de las herramientas que brinda el CPI es el empowerment, que consiste en intentar encontrar las soluciones en uno mismo, detectando las responsabilidades que le concierne por medio de preguntas. Y luego, actuando -claro está-. “Si no hay acción, el coaching no es coaching. El trabajo consiste en acotar en el tiempo acciones concretas e incluir también a los padres. Tenemos que salir de la crítica del uno al otro y ponernos a trabajar sobre el contenido de lo que tenemos cada uno, trabajar en conjunto para ayudar e incitar al niño. De ahí salimos a la resolución del conflicto, trabajando con los papás, los directivos y los niños”, indicó la maestra.

Para Melania, se trata de un trabajo integral, de todos los días y una de las bases del coaching es la conversación.

Fernando Pergrasso (38) es visitador médico hace una década y tanto para su actividad laboral como para su vida cotidiana ha encontrado una gran herramienta en el coaching. “El CPI te hace tomar conciencia de tu estado, de cómo estás y de cómo estás haciendo las cosas.

na vez que te hacés esas preguntas, el segundo paso es saber qué hacer para responderlas. En su vida, uno tiene distintos ámbitos -familiar, laboral, afectivo, físico y espiritual- y todos ellos son como distintas voces. La clave es mejorar e integrar estas áreas. Porque no tiene sentido ser un gran empresario si no estás bien con tu familia”, ejemplificó Pergrasso.

Al igual que González, el visitador médico destacó que la herramienta empowerment es la clave en el coaching. “Te permite ver, por medio de preguntas, cuáles son tus emergentes (aquellos ámbitos en los que no estás bien)”, destacó.

Además del Integral, Pergrasso está incursionando en el Coaching Psicológico por Competencia (PC), crucial para los equipos y grupos de trabajo. “Hay tres grandes áreas: la individual, la grupal y la organizacional. Los emergentes individuales se ven reflejados en lo grupal, ya que siempre los problemas individuales uno los va a llevar al grupo (que se empieza a ver como uno solo). Y, a su vez, lo grupal se va a terminar trasladando a lo organizacional”, acotó, y destacó que en su caso las herramientas del coaching le sirvieron para darle mucha más claridad a la hora de encarar y resolver conflictos.

“Lo que hace el coaching es que tomes y asumas tus responsabilidades. Normalmente, uno lo primero que hace es echarle la culpa al otro, una clara muestra de que no hay responsabilidad. Por eso, lo que tenemos que hacer es activar nuestro círculo de influencia (o sea, yo) para salvar un determinado problema. Pensar en qué podés cambiarlo vos y hacerlo”, sentenció.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA