Heroínas infantiles, ¿Más lejos de estereotipos?

Desde los dibujos animados los arquetipos femeninos ligados al mercado, parecen querer apostar a referentes más igualitarios y genuinos. Sin embargo la pregunta es si son suficientes para hablar en temas de igualdad de género.

Heroínas infantiles, ¿Más lejos de estereotipos?
Heroínas infantiles, ¿Más lejos de estereotipos?

¿Los íconos infantiles femeninos han podido acaso librar la peor de las batallas y apoltronarse en la trinchera de la referencia plural, la igualdad de género y la apuesta a dejar la cosificación femenina? Contestar asertivamente y de manera categórica no parece tener asidero.

Tampoco pensar que la realidad del género femenino en cuestiones de libertad e igualdad es la misma que hace años. El cambio sí se ha dado y la mujer supo hacerse un espacio lejos del efecto “Barbie” (el estereotipo de mujer preocupada exclusivamente por la belleza) o la figura femenina ligada sólo a la casa y los hijos. Sin embargo, eso no implica que estos paradigmas no sigan encontrando eco en la sociedad.

La palabra de la socióloga Silvina Anfuso (jefa del departamento de Mujer y Equidad de la Municipalidad de Godoy Cruz).

El ocaso parcial de "Stacy Malibú"

“Si te preocupás mucho, te arrugas...”. “Ahora vamos a olvidar nuestros problemas con un gran helado de vainilla”, proclamaba la muñeca llamada “Stacey Malibú” en uno de los capítulos de “Los Simpsons”. Frases automáticas que en la serie indignaban a uno de los personajes centrales: la contestataria e independiente Lisa Simpson.

¿El guiño de los propios guionistas?: llevar a crear a Lisa, la muñeca “Lisa Corazón de León”, un juguete que profería mensajes menos sexistas y bastante más alentadores hacia el género  femenino, su independencia, autonomía y autoestima.

Lo anecdótico del capítulo desnuda lo que muchos marcan como la llegada de las mujeres con poder, al mundo de los juguetes y de la infancia, en tanto el personaje de Lisa toma la decisión de inventar un nuevo juguete al temer que si todas las niñas crecen escuchando a Stacy Malibú, van a terminar pensando que no pueden ser más que adornos cosificados, cuya única meta en la vida es ser bonitas o amas de casa.

Cabe preguntarse si la igualdad cultural y social entre los géneros ha crecido y mutado de manera positiva, a través de herramientas como los medios de comunicación.

“La reflexión respecto a los medios y las nuevas tecnologías es que definitivamente son muy importantes en todos los sentidos, y este tema de géneros obviamente no queda exento. Lo que  ha venido sucediendo en materia de la infancia es que las referencias que se brindan son más para poder repensar de manera profunda en los procesos educativos que deseamos para nuestros hijos, más allá del género, argumenta la socióloga Silvina Anfuso.

- ¿Cómo se lee el papel de los medios y la exposición a ellos en este sentido?

Las instituciones sociales, familiares, culturales y de creencias vienen pasando por una crisis que puede verse también en  la  tensión vigente en materia de las nuevas desigualdades sociales. Con el avance del mercado, el consumo y los referentes de lo que supuestamente es el “éxito”, las niñas de hoy se ven aún influidas y atravesadas por los procesos de socialización, las nuevas tecnologías, y las comunicaciones que reproducen desigualdades y cosificaciones respecto al género.

Es decir que hay una responsabilidad no menor en este sentido, si pensamos en la construcción que se internaliza en  nuestros niños.

- ¿Ha cambiado el abanico que se proyecta respecto de la mujer a la hora de las ídolas o íconos infantiles de los dibujos?

- En ese sentido, teniendo en cuenta el contexto (avance del mercado y consumo) ha habido como un proceso en donde los íconos de las mujeres han ido rompiendo ciertas estructuras. Si bien el estereotipo del mundo femenino en los medios sigue reproduciendo mandatos como cosificación del cuerpo, los supuestos modelos de “perfección”, o cualidades que toda mujer debería tener o estar destinada (por ejemplo cocinar) hay un abanico amplio que brinda lugar también a la mirada opuesta: la de mujeres independientes, autosuficientes, con proyectos propios y las riendas de su vida. Eso sí, no podemos hablar de que es lo que más se ve en los medios, ha sido un proceso que de a poco se viene dando y coexistiendo con miradas respecto al género, y que deben trabajarse cultural y socialmente para cambiar.

- Es decir: ¿hay referentes infantiles en la ficción o dibujos sustanciales pero no suficientes en este sentido?

- Son muchos los programas televisivos, o mensajes de los medios cuyos íconos infantiles son seguidos por muchas nenas. Pero en ellos se muestra de alguna forma el estereotipo vinculado al “producto vendible” en donde el éxito pasa por tener aptitudes que permitan ser un objeto de consumo (muy competitivo a determinadas edades).

Es decir que si bien se ha abierto el juego a la hora de reflejar las diversidades del mundo femenino, con una lógica superadora para el género, son muchas también las mujeres (dibujos, ilustraciones, historias) que aparecen ligadas a una lógica muy fuerte (en el caso de las niñas) de competencia, inmediatez, y superficialidad, que es lo que se termina reproduciendo. Si bien las comunicaciones y los medios para transmitirlas son cada vez mejores, no son suficientes para que los íconos femeninos sean progresivamente más fuertes. En ambos sexos, y desde la infancia, los relatos culturales y mandatos proyectan disparidades.

- Es decir que el varón también internaliza desde los medios masivos esta lógica...

- Se conjuga la sociedad de consumo con un estereotipo de género adecuado y a la medida de estos tiempos, que en su mayoría  no deja por completo de ubicar a las niñas en un lugar que no posibilita la reflexión, creatividad, o producción. Entonces muchas veces vemos cómo los íconos para los varoncitos se orientan a la lucha por el poder y la capacidad de transformarse o transformar algo (“Dragon Ball Z”), por nombrar un ejemplo), mientras que para las nenas tiene que ver en la competencia por lo superficial. Es ese el trabajo que desde el hogar, los diferentes ámbitos culturales y la sociedad tenemos que apostar a seguir cambiando.

Más mujeres que princesas

Aunque no sea con un relato unívoco, las edulcoradas princesas de Disney cambiaron el rol adormilado por uno más activo. Ya no esperan ser rescatadas por príncipes de color pastel.

¿Ejemplos? En “Maléfica”, un film en el cual el amor maternal logra el verdadero milagro; o “Valiente”, protagonizada por una pequeña que se niega a seguir los roles predeterminados por su género y clase social y, en cambio, opta por lanzarse a una vida llena de aventuras.

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