Verdades: dan sombra en calles y veredas, refrescan en verano y protegen de los rayos del sol. Son inmensas cúpulas sobre las arterias que distinguen a Mendoza en el mundo. Se trata de los centenarios plátanos, materia viva y naturaleza patrimonial.
De todas formas, también es verdad que, si el descuido se extiende, puede llegar a peligrar su condición actual y en un futuro no muy lejano, quizás los mendocinos se vean privados de ellos. Es lo que opinan los especialistas que los han estudiado.
Por lo pronto, para la Municipalidad de la Ciudad, las condiciones de los plátanos, un híbrido de la variedad occidental y oriental, son muy buenas ya que conservan el vigor de esta especie de árboles y son muy resistentes a vientos fuertes, como el Zonda.
“Es una especie que en condiciones naturales, como un bosque, puede llegar a vivir hasta 400 años”, explicó Ernesto Escribano, de la Dirección de Paseos Públicos de la Municipalidad. “En la ciudad siempre van a tener agresiones, pero si reciben las condiciones adecuadas pueden vivir mucho tiempo”, dijo.
Lo ideal, según Escribano, es que reciban agua suficiente, que no sufran podas mutilantes y que no se les realicen cortes en sus raíces. “Es un árbol de primera magnitud y la sombra que dan para los mendocinos es muy importante. Los trabajos de mantenimiento, en la actualidad, son principalmente aquellos destinados a eliminar ramas secas, detectar huecos o quitar ramas de tamaño peligroso”, añadió.
Centenarios habitantes
En la ciudad de Mendoza vegetan aproximadamente 45.000 árboles, de los cuales 40% son moreras, 30% fresnos, 15% plátanos y 15% otras especies (acacias, paraíso, ácer, entre otras). Según esto, hay aproximadamente cuatro mil plátanos.
La historia de esta variedad de árbol en Mendoza comenzó en julio de 1911, cuando se autorizó a la Municipalidad de la Capital para que se cortaran los emblemáticos álamos carolinos. Éstos fueron plantados tras el terremoto de 1861 porque -supuestamente- protegerían a las personas de la caída de los escombros en caso de otro sismo.
Pero finalmente, los carolinos fueron extraídos en ambos costado de la avenida San Martín, desde la plazoleta Barraquero hasta la avenida Godoy Cruz y desde ésta hasta la calle Tucumán. Los obreros encargados de aquella tarea comenzaron rápidamente pero unos días después todo el país se enteró de lo que estaba pasando con los álamos de Mendoza y estalló la polémica. De todas maneras, aunque el debate se extendió por varios días, igualmente los árboles fueron extraídos y sustituidos por otros. Así comenzó a plantarse los plátanos, que hoy superan el siglo de vida.
La ingeniera Claudia Martínez, por ejemplo, realizó un estudio de aquellos ubicados sobre las calles Montevideo, España y Gutiérrez, entre otras, y a partir de un análisis dendrocronológico -el estudio de los anillos de crecimiento- determinó que sobrepasan los 100 años. “Muchos fueron plantados en 1904 y tengo entendido que la calle San Martín empezó a forestarse a partir de 1907”.
Como se ve, y aunque el punto de partida es dispar respecto al comienzo de la plantación de plátanos, lo cierto es que los investigadores coinciden en que todos los plátanos céntricos y de gran volumen superan los 100 años de vida.
Hay que decir que hasta 1986 existía una ordenanza en la Municipalidad que impedía plantar plátanos porque eran acusados de ser fuente de focos alérgicos. Sin embargo, Escribano señaló que a partir de estudios médicos se detectó que estos forestales estaban lejos de ser la primer causa de la alergia de los mendocinos, apareciendo en quinto o sexto lugar de la lista.
“Lo que produce es una pequeña urticaria en la piel al contacto con la pelusa, pero no afecta las vías respiratorias, como se cree”, añadió el funcionario capitalino. Por eso, finalmente se dictó una nueva normativa -la 2.805- en defensa del arbolado público y se derogó la ordenanza anterior anti plátanos.
Panorama desalentador
Los ingenieros agrónomos Salvador Micali -ex titular de la cátedra de Silvicultura en la Facultad de Ciencias Agrarias y vicepresidente del Consejo Provincial de Defensa del Arbolado Público- y Dante Roberto Mur -consultor en manejo de plagas urbanas, domésticas e industriales- estuvieron de acuerdo en asegurar que el panorama de los plátanos en la ciudad no es tan alentador. Ambos aseguraron que muchos se han secado por falta de riego y que, además, no han sido repuestos.
“En la calle Arístides Villanueva fueron reemplazados por moreras. Si uno mira la calle en perspectiva puede ver que se distinguen árboles ennegrecidos que rompen la armonía del gris claro que dan los plátanos”, afirmó Mur, y aseguró que muchos se han secado por las obras que se realizaron en las veredas donde estaban emplazados. “Esto pasó, por dar un ejemplo, en donde está un supermercado, en las calles Belgrano y Las Heras. Se les hizo mucho daño a las raíces”, aseguró. Por otra parte, señaló que en muchos lugares no tienen espacio suficiente en sus nichos. “Deben tener un espacio de un metro por un metro, y no se les deja más que 80 cm. Y en otros casos, directamente se les ha pavimentado el espacio”, describió.
Respecto de la calle San Martín, estimó que en épocas anteriores la sombra que proyectaban las ramas tapaba todo el cielo, mientras que ahora “hay que cruzar rápido para no insolarse”, graficó Mur.
Micali, en tanto, destacó que los plátanos están lejos de alcanzar su límite de edad, ya que en París o Londres este tipo de árboles tiene unos 300 años de edad y están en perfecto estado. “Los de calle San Martín están con falta de riego. No ocurre lo mismo en calle Montevideo, por ejemplo, donde los árboles están en perfecto estado por el tipo de acequias que los rodea”, comentó el agrónomo, explicando que estas acequias son de tierra con piedra bola.
El vicepresidente del Consejo del Arbolado consideró además que falta gestión de riego, que hay pocas cuadrillas destinadas a este fin y que desde hace 40 años no hay una política de arbolado público. “Las acequias están tapadas, falta 30% del arbolado que nunca fue repuesto y el replantado que se hace es con plantas que no son las adecuadas”, dijo.
Por último, y aunque no corresponden a la Ciudad, Teresita Capezzone, de la Asamblea Provincial del Árbol, señaló que los plátanos que se encuentran en el carril Cervantes y Sarmiento (Godoy Cruz), también centenarios, han sido muy agredidos, descuidados y que la canalización de las acequias está lejos de ser la adecuada. “En el carril Sarmiento, en Luzuriaga, la poda ha sido brutal. Los bajaron, los deformaron y nunca más se levantaron. Se están perdiendo muchos árboles en esa zona, a lo que se le suma que los comercios podan para que se vean sus carteles, pero lo hacen sin ningún criterio”, aseguró.