Una nueva investigación sugiere que una razón por la que la mentira persiste en ciertas profesiones es porque se cree que las personas con "actitudes flexibles hacia la verdad" son realmente mejores en estos trabajos.
En general, la mentira o el engaño en el lugar de trabajo se considera algo negativo: si alguien tiene que recurrir a la mentira, probablemente no sea muy bueno en su trabajo. Y el engaño puede ser tóxico para una cultura de confianza y trabajo en equipo.
Pero, según una investigación reciente realizada por los académicos estadounidenses Brian Gunia y Emma Levine, hay una excepción para los trabajos que se perciben como altos en orientación de venta en lugar de orientación al cliente, informó diario La Nación.
En el marketing, la orientación al cliente se trata de satisfacer las necesidades de un cliente, mientras que la orientación de la venta se relaciona con el cumplimiento de los objetivos del vendedor.
Los investigadores Gunia y Levine les pidieron a los participantes de su estudio -que incluyó a más de 500 estudiantes de negocios y encuestadores del sitio de crowdsourcing de Amazon- que analizaran distintos casos hipotéticos.
Los encuestados concluyeron que las personas que mentían podrían ser más exitosas en los trabajos que necesitaban de una alta orientación de ventas, asegurando que priorizarían a estas personas al momento de una contratación.
Así, el 84% de los participantes optó por contratar a gente con tendencia a mentir para una tarea de alta orientación de ventas, mientras el 75% eligió contratar a personas honestas para tareas de baja orientación de ventas.
Los resultados son interesantes, pero no definitivos.
"La naturaleza está llena de engaños", escribió el filósofo David Livingstone Smith en su libro "Por qué mentimos: las raíces evolutivas del engaño y la mente inconsciente".
Los virus engañan a los sistemas inmunológicos, mientras que los camaleones utilizan el camuflaje para engañar a los depredadores. Y los humanos no son una excepción, incluso en su lugar de trabajo. Los gerentes de contratación, por ejemplo, reconocen que casi todas las personas que postulan a un empleo exageran sus calificaciones.