En todo el país, Vialidad Nacional tiene más de 70 obras viales pendientes de finalización y varias están en Mendoza. Los motivos son variados (falta de fondos, problemas jurídicos de las empresas, redeterminación de precios, proyectos defectuosos o corrupción), pero hay obras a cargo de Vialidad Nacional que comenzaron una década atrás y todavía no se terminan.
Buenos Aires está a la cabeza con 15 obras. Le sigue Santa Fe con 9 y en tercer lugar aparece Mendoza con 6 rutas cuya conclusión está lejos de concretarse.
En nuestra provincia son 203 kilómetros de carreteras iniciadas y paralizadas que suman, en total, 9.865 días de espera y un saldo vigente de $ 1.474.999.743, según datos de Vialidad.
Un caso ejemplificador son los 110 kilómetros de la ruta 40 al sur de Malargüe. Ese tramo está dividido en dos secciones entre Bardas Blancas y el límite con Neuquén.
Una parte de los trabajos comenzó en 2010, con Cristina Fernández en la presidencia y Celso Jaque como gobernador. En el otro sector iniciaron los trabajos, también con Cristina en la Casa Rosada, pero con Francisco Pérez en el gobierno. Después llegó Mauricio Macri al Ejecutivo nacional y Alfredo Cornejo a la gobernación. En síntesis, pasaron peronistas, radicales y sus aliados del PRO, y solo se ejecutaron el 36% de las tareas.
Una situación similar ocurre con la Ruta 188 en el trayecto que une Alvear con San Rafael y Malargüe. En 2013 licitaron la pavimentación de 21 kilómetros (del tramo 2), construyeron las bases pero hasta hoy no colocaron un metro de la carpeta asfáltica. Incluso lo poco que se hizo lo erosionó la inacción.
Aunque parezca mentira porque se transita a diario, la ruta 40 entre Mendoza y Tunuyán no llegó a su fin: figura con el 87% de avance. Pasó una década desde los inicios de las tareas y todavía no se termina la construcción de las defensas hídricas.
Además, está pendiente desde hace seis años en el Acceso Sur la construcción de un tercer carril y las colectoras. Se frenó en 2018.
Y asfaltar la ruta provincial 186 entre la 40 y la antena DS3, en_Malaregüe, fue un compromiso que sumió el gobierno con la Agencia Espacial Europea. Pero el avance de obra entre 2013 y 2018 alcanzó apenas al 21%.
Sin voces oficiales
Oficialmente no hay una sola palabra al respecto. Es que el organismo está acéfalo en Mendoza: cuando culminó la gestión de Mauricio Macri, también dejó la gerencia de la Región Cuyo de Vialidad Nacional Jorge Follari. Desde entonces el cargo está ocupado interinamente por el ingeniero Rubén Lomas, un hombre de carrera dentro de la DNV.
Lomas fue convocado a Buenos Aires esta semana para reunirse con el titular del organismo vial, Gustavo Arrieta. Dentro de la lista de temas a tratar se espera que haya definiciones sobre las obras y además se defina el nombre de la persona que continuará al frente de la delegación regional. Hasta que no se produzca el cónclave, no harán declaraciones.
Por el momento en el Gobierno mendocino también se llamaron al silencio y solamente recordaron el compromiso que se trajo Mario Isgro, ministro de Infraestructura, luego de una junta con el titular del Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, y el ministro de Transporte nacional, Mario Meoni.
El encuentro fue a mediados de enero y de acuerdo a lo que informó Casa de Gobierno, Gabriel Katopodis habló de “darles continuidad a las obras que ya están en marcha en la provincia y que poseen financiamiento nacional, mientras se definen nuevas prioridades que permitan pensar en las futuras obras”.
La que sigue y las promesas incumplidas
El paso del ministro Mario Isgro por Buenos Aires dejó definiciones sobre la variante Palmira. Según el titular de Planificación e Infraestructura de Mendoza, en Vialidad Nacional aseguraron que esa obra continuará sin problemas. Los trabajos tienen poco más del 30% de avance.
En cambio la construcción de la doble vía a San Juan (Ruta 40) y la variante Desaguadero en la Ruta 7 están en el limbo.
La doble vía, uno de los grandes anuncios del ex presidente Macri en Mendoza apenas inició su gestión, ni siquiera pudo empezar.
La variante Desaguadero en la Ruta 7 tuvo un paso más, se licitó y adjudicó a la empresa Cartellone en julio de 2018 mediante el formato PPP, pero tampoco llegaron a empezar la obra.
