Formación para la Vida y el Trabajo, Psicología Social del Turismo, Construcción Social del Conocimiento en Ciencias Naturales, Organización Social de la Ruralidad, Culturas Juveniles, son algunas de las materias que -dependiendo la orientación del bachiller de cada escuela- debutarán el año próximo en los programas de estudio de las secundarias mendocinas.
Su ingreso ha desplazado de la agenda del nivel medio a asignaturas tradicionales y afectado o modificado el enfoque y la presencia de otras. Pese a que el gobierno escolar ha buscado evitar cualquier conflictividad que pueda “empañar este proceso”, apenas llegadas a las escuelas las parrillas curriculares oficiales han cosechado cuestionamientos, reclamos y cierta sensación de incertidumbre entre los docentes.
Que son materias demasiado genéricas e inespecíficas, cuyo objetivo es oficiar de ‘contenedores’ para la amplia variedad de especialidades que quedarán sin horas; que algunas disciplinas (sobre todo las vinculadas a Humanidades) perdieron espacio; que algunos colegios deberán resignar sus trayectorias profesionales; que los cambios abren puertas a prácticas ideologizantes; que tamaña reforma se está llevando a cabo de manera inconsulta, sin representación real de los docentes y a las apuradas. Estos son los planteos centrales que se alzan en las escuelas.
Lo cierto es que la Provincia tiene todos los plazos vencidos y en 2015 -sí o sí- debe poner en vigencia la nueva estructura curricular del ciclo orientado, pues la aplicación de la secundaria obligatoria ahora llega a tercer año.
Por ello, la DGE hace poco comenzó a ‘bajar’ los nuevos programas a los directores para que vayan analizando los cambios que se vienen en su institución.
Origen del cambio
Desde que arrancó -con la sanción de la LEN (Ley de Educación Nacional) en 2006- la transformación del viejo Polimodal hacia la nueva secundaria, Mendoza fue posponiendo este 'trance' porque sabía que se venía el trago más amargo del proceso. Los cambios curriculares siempre implican costos laborales.
Basta con recordar cómo salieron a las calles los profes de Tecnología cuando la gestión de Cobos decidió eliminar sus horas para reforzar Lengua y Matemática.
Ahora la dimensión del cambio es muy superior. Sucede que el gobierno escolar debe reducir a 11 bachilleres las 86 orientaciones que coexistían en las escuelas mendocinas con el Polimodal. Con esto, la LEN busca que la oferta del secundario sea equivalente en todo el país, pues se había dado una proliferación de títulos que dificultaban el pase de un alumno a otra jurisdicción.
Livia Sández, subsecretaria de Educación de Mendoza, explicó que la Nación ha definido marcos de referencia sobre los que deben trabajar las comisiones curriculares provinciales y que fijan los saberes básicos que deben aprender los chicos en cada orientación.
“La actual secundaria apuesta más a la formación general y atribuye menos valor a los saberes específicos”, definió la funcionaria.
Los docentes afectados
Desde algunas áreas del conocimiento sostienen que el 'costo laboral cero' anunciado por la DGE está muy lejos de cumplirse. "Las materias filosóficas ya estaban en riesgo con el Polimodal: un profesor de Filosofía debía recorrer nueve escuelas para llegar a las 30 horas cátedra.
Hoy circulan las parrillas oficiales y vemos que perdimos más de 150 puestos de trabajo en los que teníamos exclusividad de incumbencia, como materia específica”, explica Andrea Suárez Fassina, docente del área.
La Asociación de Profesionales de Filosofía de Mendoza comenzó hace más de un año con esta lucha, de la que también participó la Facultad de Filosofía y Letras.
Presentaron su reclamo a Casa de Gobierno y hasta a la Comisión de Educación de Diputados, cuyo presidente -el radical Tadeo García Zalazar- anunció que han motorizado un pedido de informes para que las autoridades de la DGE expliquen a los legisladores cómo han diseñado los cambios.
Con menos organización y hacia el interior de las escuelas, los docentes también hacen oír sus quejas. “No puede ser que hayan sacado horas de Derecho en la orientación económica.
Lo legal es central para lo contable”, se quejó Luis T., un profe de Lavalle. “Geografía sigue perdiendo espacio, es una vergüenza”, comentó Juan Manuel, de San Carlos. “Yo guiaba las prácticas profesionales de los chicos y ahora tengo que quedar en disponibilidad”, apuntó Mariana G., docente en el Gran Mendoza.
La pérdida de las trayectorias técnicas o profesionalizantes es uno de los puntos de reclamo. “Como el nuevo título no lo avala, nuestros alumnos ya no tendrán el doble turno que los preparaba como auxiliares de laboratorio. Es una pena, porque fue una modalidad planeada con la comunidad y que tenía gran salida laboral e inserción en la universidad”, dijo un directivo del Valle de Uco.
Como se trata de una secundaria orientada, las materias más prácticas y específicas quedaron ahora en potestad de las escuelas técnicas. De todos modos, Sández comentó que estudian un recurso legal que les permita seguir con estos ‘trayectos profesionales’.
“Tenemos materias que cambian y titulares que pierden horas. Hay mucha incertidumbre, pero nos dijeron desde la DGE que tendrán prioridad para ser reubicados en otras. Si no, quedarán en disponibilidad cumpliendo otras funciones y con goce de haberes por dos años, como medida excepcional”, señaló un director de Tupungato.
Desde la DGE aseguran que este cambio curricular se ha realizado en base a tres objetivos: “Que el aprendizaje sea el eje de la discusión, que se fortalezcan las instituciones y que tenga el menor costo laboral posible”.
Sández señaló que hicieron un análisis “escuela por escuela” y que los reclamos son mínimos. “Queremos generar condiciones laborales de estabilidad. La gente de Filosofía perdió contenidos en Humanidades, pero ahora tiene incumbencia para dar materias en otros bachilleres que antes no tenía”, expuso.
Para minimizar el conflicto, el gobierno amplió las incumbencias, armó parejas pedagógicas con los espacios tecnológicos (dos profes por curso) e incluso dio marcha atrás con algunas denominaciones que “sonaban mal” a los especialistas.
Sin embargo, hay quienes temen que se terminará reubicando a docentes aunque no tengan la preparación para dar esos contenidos. “En pos de buscar la menor afectación, determinados perfiles profesionales van a quedar muy ajustados para dictar algunas cátedras”, señaló José Luis Martiarena, miembro del Consejo Provincial de Educación.
Algunos profesores critican que en detrimento de las tradicionales se han sumado materias con cierta “ideologización”: asignaturas muy abstractas, “subjetivas” y que dejan la puerta abierta para que las dé cualquier profesional, incluidos referentes políticos. Entre éstas se encuentran Formación para la Vida y el Trabajo, y Culturas Juveniles.
Cuestionamientos al SUTE
Para abrir el paraguas ante los conflictos laborales que se podían suscitar, la DGE encaró este proceso de cambio con una comisión curricular paritaria, integrada en un 50% por miembros del SUTE y el 50% restante con sus propios curriculistas.
Si bien esto le asegura cierta “imparcialidad” al proceso, desde algunos sectores docentes critican que “tamaña transformación curricular no se ha dado en el marco de la democracia”.
Hay quienes aducen que el gremio hoy no es “representativo de sus intereses” y que el diseño de las nuevas parrillas debería haber sido sometido a la consulta de los propios docentes, de universidades, terciarios y especialistas.
El diputado García Zalazar reconoció que la LEN le da plenas atribuciones al gobierno escolar para encarar el cambio, pero “nos llama la atención que no hayan sido consultados los docentes durante el procedimiento”.
Además, reconoció la necesidad de avanzar con la adecuación de la ley provincial, que exigiría mayor legitimidad en estos procesos. Martiarena, por su parte, indicó que las planillas aún deben ser aprobadas por el Consejo Provincial de Educación.
Lo cierto es que meses atrás llegaron a las escuelas. Ya el año pasado la DGE había pedido a los directores que definieran la orientación del Bachiller que mejor congeniaba con su modalidad actual y con los requerimientos de la comunidad.
Cómo queda la currícula
Con la Ley Federal de Educación, las cinco modalidades del Polimodal terminaron desplegándose en un sinnúmero de orientaciones. La idea era darle mayor protagonismo a los contenidos específicos, locales y técnicos, ya que se había exterminado a las escuelas técnicas.
Así, las secundarias mendocinas quedaron repartidas en 86 orientaciones, que formaban desde especialistas en acuicultura hasta auxiliares de laboratorio o técnicos en empresas rurales.
Los diplomas se hacían eternos, como por ejemplo “modalidad en Economía y Gestión de las Organizaciones con orientación en Gestión de Microemprendimientos, Pymes y Cooperativas con especialidad en Servicios Turísticos”.
Para lograr una unidad y un sistema equivalente en el país, la LEN propuso reestructurar el nivel medio en unos pocos bachilleres que priorizan la formación general y que en Mendoza suman 11.
Así, la secundaria ahora queda con un ciclo básico (1° y 2° año) y un ciclo orientado (2°, 4° y 5°), que arranca el año que viene en la provincia.
La Unesco monitoreó la educación mendocina
El sistema educativo mendocino fue sujeto de análisis en el curso de Formulación y Planificación de Políticas Educativas, organizado por la sede regional del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la Unesco.
Un grupo de 20 funcionarios y educadores de países como México, Ecuador, República Dominicana, Brasil, Colombia, Paraguay, Uruguay y de provincias argentinas participaron de esa capacitación en Mendoza y al finalizar compartieron con las autoridades de la DGE algunas de las conclusiones que surgieron tras haber observado la última semana los programas y políticas implementadas, y también tras recorrer varias escuelas.
“Estamos muy satisfechos. Quienes se capacitan en Unesco comprendieron en muy poco tiempo el trabajo de una gestión. Para el equipo fue muy importante porque escuchamos recomendaciones más que interesantes para poder mejorar”, dijo María Inés Abrile de Vollmer, titular de la DGE.
Sobre los logros y desafíos que cada nivel educativo presenta, el coordinador del curso del IIPE, Mariano Palamidessi, destacó el “enorme esfuerzo para universalizar la sala de 4”, el funcionamiento del Consejo de Directores del Nivel Primario y el “paso fundamental” dado con la incorporación del programa nacional Conectar Igualdad en la secundaria.
En Argentina, las provincias que ya pasaron por esta experiencia fueron Tucumán y La Pampa, así como ciudades de Uruguay y Paraguay.