Tremendo por donde lo mire. No apto para cardíacos. El Celeste brilló más que nunca y sostuvo la categoría, dándole una mano al Cruzado. Ganó en los penales lo que mereció durante el desarrollo.
Era una final. Con dientes apretados. Con la cabeza fría y el corazón caliente. Y también un partido de detalles, donde cualquier error podía inclinar la balanza para alguno de los equipos.
LA CAI con sus hombres de mejor pie desde lo individual, y el Cele tratando de imponer el juego colectivo y sabiendo que necesitaba no darle espacio a los de Comodoro.
Hubo momentos favorables para ambos. En ese ir y venir, Gutiérrez sacó ventaja pero no tuvo tiempo de acomodarse con la ventaja porque en un descuido empató Linares.
De detalles estaba hecho el encuentro y así se dio. Lo tuvo el Cele (dos veces estrelló el balón en el travesaño),también pudo aumentar el elenco del Sur. Sin tiempo para un descuido que podía ser fatal.
Dramático. Con la angustia a flor de piel terminaron jugando el partido. Sin regalarse nada, pero entendiendo que una distracción podía enterrar las ilusiones de mantener la categoría.
El camino al suplementario empezó a abrirse y hacía ahí fue el elenco del “Cachorro” Abaurre en busca de la salvación.
En el alargue sobraron los nervios y faltaron piernas. La CAI ya jugaba con un hombre menos. El que se equivocaba se volvía a casa con el descenso a cuestas. Aunque Cobos también vio la roja y todo igual, pero Prieto agredió a Ortiz y se fue a los vestuarios. Y al Cele otra vez el travesaño le dijo no. Y hubo que resolver todo en penales...
Entonces apareció el gigante Aracena y Gutiérrez puede gritar bien fuerte que es del Federal A.