Maxi Salgado - Editor de Más Deportes msalgado@losandes.com.ar
Gabriel Omar Batistuta, uno de los máximos goleadores históricos del fútbol argentino, cuenta que nadie lo registró en su visita al camarín de la selección argentina hace muy poco tiempo y el país futbolero comienza a comprender la inconsciencia con la que se vive por estos días.
La misma que llevó a dos jóvenes (Facundo Corvalán -18 años- y Fermín Thygesen -19-) jugadores de Bahía Basket a subir una foto a Instagram en la que se burlaban de las inundaciones que estaba sufriendo Comodoro Rivadavia. Los chicos no entendieron lo que es ser famosos y el impacto de las redes sociales, o sí. La verdad es que la diferencia entre uno y otro caso está en la decisión dirigencial.
Mientras en Bahía suspendieron a los jugadores por mal uso de redes sociales, con lo cual se está buscando educar, en la selección los jugadores siguen haciendo y deshaciendo, y en esa burbuja en la que viven se sienten semidioses inoxidables. Ellos también creen que el éxito de una selfie les da un protagonismo...
Los dirigentes sólo ven el negocio y entonces amparan el analfabetismo, deportivo podríamos decir en este caso. Olvidan que el deporte es una arma importante para educar en valores.
El dinero no es todo. Unos son multimillonarios gracias a la gente que paga para verlos jugar, pero no le dan ni un autógrafo a esa misma gente. Los otros aprenderán que respeto es un concepto que jamás hay que perderlo.
Cómo tampoco la gratitud. Esta semana se conoció la “denuncia” de un chico de 12 años cuyo pase es de Gimnasia y Esgrima de Mendoza pero quiere irse a jugar a River Plate. Un chico que es becado desde hace cinco años por el Mensana y al que acusa de querer cortarle la carrera (¿?). Cómo si a los 12 años ya tuviera una carrera, además Gimnasia ya tuvo convocado a un jugador a la selección Sub 20, Tomás Giménez con lo cual demuestra que no hace falta llegar a Buenos Aires para dar un salto.
Obnubilados por los espejitos de colores que venden en Buenos Aires, el niño y su familia cree que se salvaron económicamente y pierden la memoria. Presionan por los medios y pasan a ser víctimas. Acá los dirigentes piden que se les reconozca lo que invirtieron en el chico y en la Capital Federal le enseñan vericuetos legales para “robarse” los derechos federativos.
Mientras que Barcelona desarrolla el proyecto FCBEscola tendrá sus dos primeras sedes en Oceanía después del anuncio de la apertura de las escuelas de Sydney y Brisbane (Australia) para la próxima temporada 2017/18. De este modo, la Masía contará con sedes deportivas permanentes en los cinco continentes, y amplía hasta 33 las escuelas de fútbol en todo el mundo.
La escuela deportiva del FC Barcelona se expande permanentemente a un territorio en el que ha estado trabajando las últimas temporadas con un gran éxito participativo de la mano de BCN Sports, que ha sido el encargado de realizar diferentes FCBCamps semanales desde el año 2015 tanto en Australia como Nueva Zelanda, y que también es el responsable de las FCBEscoles de Canadá.
Los niños primero
Un dirigente está pensando en el “ser humano”, a ese mismo que le dio atención durante años y otro lo ve como una inversión, un cheque que si se devalúa lo vendemos por monedas y a otra cosa. Hay miles de historias que fueron ilusionados y volvieron con el “rabo entre las patas” pidiendo un salvavidas. Hay que ir con pies de plomo en estos casos.
Defiendo a los clubes del Interior del trabajo desleal que hacen los capitalinos y del monopolio que se viene a nivel mundial, donde, por ejemplo, un grupo empresario árabe ya tiene clubes como el Manchester City, al New York City FC (Estados Unidos), Melbourne City (Australia) y Yokohama F. Marinos (Japón) acaba de comprar a una institución de la segunda categoría de Uruguay. El Atlético Toque, club con sólo diez años de vida, y "colaborara" con el Atlético Venezuela. Todo para llevarse talentos a bajo costo. El derecho de formación deportiva, está avalado por la ley 27211. Los clubes formadores tienen así un respaldo legal para una compensación económica por la tarea de formación de cualquier deportista amateur.
Maipú, por ejemplo, todavía cobra un porcentaje de Enzo Pérez quien hizo en las inferiores en el Cruzado. Con ese dinero, el club hizo un predio para que se entrenen sus divisiones inferiores.
Otra tendencia que se viene dando mucho y que se repetirá este mes son los campus. Allí Universidades de Estados Unidos vienen a detectar a jóvenes con futuro en el deporte. Será en Pilar y para chicos que jueguen al fútbol y chicas que se dediquen al hockey sobre césped. Al menos, en este caso, se le ofrece a los jóvenes una beca universitaria. “Nuestra misión es promover la educación y el deporte.
La educación y el deporte aportan a cada chico un crecimiento muy importante y los años dedicados a esos tienen un fuerte impacto en el resto de sus vidas”, dicen con razón. Habrá que ver, cómo se produce la desvinculación en el caso que los deportistas estén jugando en algún club.
Los jóvenes deben entender que sin pasado no hay futuro y que lo que recibieron debe devolverse de alguna manera. Nos hemos acostumbrados a las cosas gratuitas (formación, espectáculos, educación). Pero la realidad es que nada es gratis. Aunque muchas veces no haya que desembolsar de su propio bolsillo, siempre hay alguien (Estado, club, dirigente) que paga por ello.
Sin personas con valores, el deporte pierde su esencia y podría ser jugado por robots, lo que haría las cosas más predecibles y aburridas.
