Desde ya que hay oportunidades. Aun más cuando “los mercados”, en su esquizofrenia habitual, deciden valorar con otros ojos los activos que hasta “hace poco tiempo” eran la inversión de moda (y sobrevalorados), mientras que aquellos “activos poco atractivos o aburridos” (infravalorados) debían dejarse a un costado. Vale recordar que "precio" difiere de “valor”. Un ejemplo reciente es Argentina.
¿Cómo vienen los retornos? Desde enero a mayo de 2018 a nivel global los activos tuvieron retornos magros. Casi todos los inversores perdieron dinero en diferentes magnitudes, tanto en renta fija como en renta variable. Si el 2017 fue un excelente año para acrecentar el patrimonio, el 2018 es un año de devolución.
Renta variable. Desde comienzos de año a hoy el mejor retorno está en las empresas estadounidenses, las cuales generaron un retorno 3,12%. Dentro del país, tres sectores dieron un mejor retorno: el sector de tecnología (+10%), el de energía (+7.82%) y el consumo discrecional (+8.9%). Sin dudas, las empresas siguen generando ventas y el recorte de impuestos ayudó a mejorar las ganancias.
Las empresas europeas, asiáticas y latinoamericanas tienen la cara negativa de la moneda. En Europa la caída es de 2,5%, en Asia 2%, en Emergentes 4% y en América Latina 10% (Brasil rindió -%, Chile -2,6% y Argentina +4%).
Las incertidumbres políticas nublan el panorama y despiertan el miedo: resultado de las próximas elecciones en México y Brasil; persistentes ruidos en Italia y España, tensiones comerciales entre Asia y Occidente; continua intromisión de China y Rusia en asuntos domésticos de otros países; incertezas sobre el desarrollo argentino; aumento de las probabilidades de recesión en EEUU, etc.
Vale remarcar tres puntos sobre Argentina. En primer lugar, de momento el retorno de las acciones no logró cubrir la inflación del periodo cuyo valor está en 8,0% contra un retorno de 5,0%.
Luego, desde noviembre 2017 a hoy, las acciones quitaron un 30% de riqueza a sus accionistas, nivel psicológicamente relevante. El tercer punto es que las mismas empresas están recomprando sus acciones ya que las consideran “baratas”, muy buena señal.
Renta fija. Tampoco protegieron a los inversores ya que la suba de tasas de interés en Estados Unidos y en algunos países emergentes y la nueva apreciación del dólar a nivel global quitaron retorno. No hubo piedra donde esconderse.
Así entonces, los bonos cortos de Estados Unidos perdieron -1,5% y los largos -4,0%. Bonos de empresas de buena calidad crediticia de poca duration cayeron -2,8% y los de alta sensibilidad -5,0%. Desde esta base, los bonos argentinos no pudieron tener mejor suerte.
Los bonos cortos argentinos como el AA19, AO20, AA21 perdieron un -5,0% de su valor mientras que los bonos largos como el AA45 o el 2117 cayeron un -11,0%. Mientras que los bonos de provincias perdieron un -4,0%, el cual es "recuperable" en menos de un año al cobrar los cupones.
Esta cachetada, indica que el amor se acabó y que los verdaderos fundamentos salieron a la luz.
Los bonos en pesos tuvieron un peor desempeño si se toma en cuenta la depreciación del peso, cercana al 30% en menos de un mes. Serían menos atractivos si el próximo dato de inflación es alto; ya casi no hay bonos que conserven el poder de compra de los inversores argentinos.
¿Dónde hay oportunidades? Retomando una frase del primer párrafo "precio difiere a valor", los retornos recién comentados son variaciones de precios, las ganancias ni la salud financiera de las empresas que están detrás de esos retornos no cambió un 2% o 10%. Ahí hay que buscar valor, lo que define el retorno futuro es a qué valuación uno compra.
Para buscar valor hay que partir de saber qué está caro y barato, para ello se pueden tomar dos mediciones: PER (precio sobre las ganancias de los últimos 12 meses) o "dividend yield" (pago de dividendos). Ambos tienen cientos de vínculos para leer en Google.
Así entonces tomando el PER actual del mercado de acciones norteamericano de 21 veces ganancias comparándolo con el promedio histórico de 16x, hay un indicio de “caro”.
Luego poniendo cara a cara lo que las empresas pagan en dividendos (1,84%) y lo que rinde un bono a 2 (2,3%) o 10 años (2,8%), también se puede concluir que no hay valor en EEUU.
Europa y Emergentes ofrecen mejores valuaciones. Alemania, Reino Unido o España son claros ejemplos. Las empresas alemanas cotizan 13x ganancias y pagan un 2,2% de dividendos; las españolas a 10x veces ganancias y 2,8% en dividendos y las inglesas 13x ganancias y 4,0% en dividendos.
Quien desee más valor debería ver BMW, Nissan o Renault, las cuales se venden casi regaladas a 6 veces lo que ganan. Es decir, en 6 años recuperaría toda la inversión. O mirar el sector de cargueros como Teekay Corporation.
Las empresas emergentes cotizan a 12x sus ganancias y pagan 3% en dividendos, lo cual es un número atractivo dado que el crecimiento pasado de ellos estuvo en promedio en un 5% y no hay argumentos para pensar que el motor del mundo se apague.