El fallecimiento de siete niños wichi en Salta en lo que va del año, puso en alerta a todo el país sobre la gravedad del problema de la desnutrición infantil. Se trata de un flagelo asociado a la pobreza que afecta a zonas vulnerables de todo el país. Según datos no estadísticos que maneja el gobierno local, en nuestra provincia el mayor problema de malnutrición está asociado con la obesidad y el sobrepeso, más que con el bajo peso. De todas formas es una problemática presente, ya que en Mendoza la Fundación Conin atiende a más de 9.000 niños que presentan desnutrición o están en riesgo (ver aparte).
La información que maneja el Ejecutivo local proviene del Programa Aprender con Salud, que en 2018 -último año disponible- relevó a 13.744 alumnos en 173 escuelas primarias, jardines y Servicio Educativo de Origen Social (SEOS). Entre los que asisten a nivel inicial y primaria, se detectó un 1,6% de bajo peso, mientras que 23,4 % presentaron sobrepeso y 19,2 % obesidad. En tanto los que cursan en los SEOS, el bajo peso trepa a un 2% y aparece el riesgo de bajo peso con un 4%. Aquí también prima el sobrepeso y la obesidad, con 31,6%. Sin embargo, se trata de números que no configuran una muestra representativa y tampoco son comparables con otros años, ya que en cada oportunidad se cambian los establecimientos.
La segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud elaborada por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en 2019, también muestra mayores porcentajes de exceso que de bajo peso en la región. Según el estudio, en Cuyo un 2% (con un coeficiente de variación mayor a 20%) de los menores de 5 años presenta bajo peso. Mientras que entre los chicos de 5 a 17 años este porcentaje se ubicó en 1,2% (con un coeficiente de variación mayor a 20%). En cuanto al exceso de peso (sobrepeso y obesidad) el porcentaje fue de 12,1% para la primera franja etaria y 40,6% para la segunda.
Más obesidad
Alejandra Mellado, a cargo del programa provincial de Obesidad y parte del equipo técnico de Aprender con Salud, explicó: "Lo que refleja esta foto de situación es que la problemática prevalente es malnutrición por exceso y no por déficit". Y señaló que esta problemática se presenta en todos los grupos sociales. "Si bien el bajo peso está más relacionado con las poblaciones vulnerables, en el exceso la relación no es tan directa, pero aparece", remarcó. En estos casos indicó que tiene que ver con una alimentación que "brinda muchas calorías pero que no los nutrientes que requiere el organismo".
"La obesidad es la principal responsable de enfermedades crónicas no transmisibles, tiene efectos en la salud a nivel metabólico, sino también psicológicamente y a nivel cognitivo", advirtió Mellado.
Acciones concretas
Dada la gravedad del sobrepeso y la obesidad y su alta prevalencia, en la provincia se viene trabajando al respecto. "En Mendoza funciona un consejo asesor intersectorial del que participan organismos públicos y privados", dijo, y contó que tienen una campaña que promueve el consumo del agua segura y reduce el consumo de bebidas azucaradas.
Por otra parte, informó que en el marco del Aprender con Salud se llevan adelante acciones concretas. "Cuando se detectan las problemáticas de mal nutrición por exceso o déficit se deriva a los profesionales de los servicios de salud", precisó.
En el caso del bajo peso Mellado también comentó que se los deriva a los programas gubernamentales que brindan ayudas económicas para atacar la problemática. Un ejemplo de estos es la tarjeta "Nutrifamilia", que entrega el gobierno provincial a las familias con chicos de bajo peso y que -según información de 2019- tiene 1.300 beneficiarios mensuales.
Muestra local
Si bien desde la Fundación Conin no manejan datos estadísticos, sí realizan relevamientos socio sanitarios para determinar el estado socio-nutricional en zonas vulnerables. En Mendoza en enero pasado se realizó en El Algarrobal (Las Heras). Allí se evaluó, por antropometría y consulta pediátrica, a un total de 749 niños con edades comprendidas de 0 a 12 años, lo que arrojó como resultado que el 37% (275 niños) se encontraban eutróficos (peso y talla normal para su edad). El 29 % presentaba algún tipo de déficit en su estado nutricional y el 34 %, algún exceso. Este relevamiento se realiza todos los años desde 2014 en zonas vulnerables de la provincia y, desde el año pasado, también en el resto del país.
Trabajo de Conin
La Fundación Conin trabaja desde 1993 con niños que padecen desnutrición en todas sus formas. En Mendoza cuentan con dos centros modelo: el de Prevención y Promoción Humana que atiende a 300 niños (de 0 a 5 años) en modalidad semanal y el de Recuperación donde pernoctan alrededor de 20 niños ( de 0 a 12 años) y se atienden de forma ambulatoria 317 pequeños (de 0 a 16 años). Además cuentan los centros "Familia Conin" (organizaciones de la sociedad civil que replican la metodología) a los que asisten a 8.400 niños menores de 5 años. "Ingresa el niño que está desnutrido leve, moderado o grave y sus hermanitos menores de 5 años independiente de su estado nutricional", explicó Gabriela Sabio, directora médica de la Fundación quien remarcó que además se contiene a la mamá o al adulto a cargo.
Tal como precisó todos los programas están dirigidos a revertir las causas que originan la desnutrición y acompañar al grupo familiar a través de asistencia y educación, fortaleciendo los factores protectores y buscando estrategias para minimizar o erradicar los factores de riesgo que se visualizan en el grupo familiar y entorno del niño. Asimismo señaló que el trabajo que realizan desde allí implica la articulación permanente y sostenida con todos los actores que abordan a las familias, instituciones privadas, organizaciones de la sociedad civil, la comunidad y el gobierno local.
Inseguridad alimentaria
Según el informe "Infancias e Inseguridad Alimentaria", elaborado por la Universidad Católica Argentina (UCA) y presentado a fines de 2019, en Argentina la inseguridad alimentaria alcanzó un 30,1% en 2019 y se estabilizó respecto del año anterior. No obstante consideraron relevante advertir que la situación más severa que afecta de modo directo a los niños/as se incrementó en un punto porcentual en el último período interanual. Es decir, que tras el incremento significativo del período interanual 2017-2018, la situación tiende a estabilizarse en valores muy elevados del 30% y dentro de este una situación de inseguridad alimentaria severa que afecta al 14%. Tal como se detalla en el mismo estudio la inseguridad alimentaria considera a los niños y las niñas entre 0 y 17 años que residen en hogares en los que se ha disminuido la ingesta alimentaria por problemas económicos.