El 75% de las empresas que emplean a una o más personas se dedican al área de servicios. Son 426.533 sobre un total de 565.024 registradas ante la AFIP, según datos de ese organismo, de agosto.
Con relación a 2 años atrás, hay unas 1.500 empresas más entre las que prestan servicios y un retroceso de 3.500 de las que se dedican a la producción de bienes, como industria, construcción o agricultura.
La recesión del año pasado afectó en especial a la industria y a la construcción. No obstante hay una recuperación en la construcción con relación a agosto de 2016, aunque aún este sector está por debajo del mayor nivel alcanzado en agosto de 2015. En cambio, la industria sigue con 800 empresas menos que un año atrás.
El número de puestos laborales en el sector privado de agosto de 2017 (6.511.481) se ubica levemente por debajo de los 6.541.059 de igual mes de 2015. La industria es la más afectada.
De las 565.024 empresas privadas que emplearon en agosto a 6.511.481 trabajadores, poco más de la mitad emplea entre uno y dos trabajadores. Pero hay unas 20.000 empresas con más de 51 empleados que emplean a casi 3.900.000 trabajadores, el 60% del total.
Con más de 5.000 empleados figuran 76 empresas.
El economista Fausto Spotorno señala que con la recesión de 2016 desaparecieron empresas y, "como sucede generalmente, las empresas más pequeñas son las que menos pueden sostener personal ante una baja en la actividad económica. Por eso, cuando las ventas no acompañan, muchas de estas empresas terminan despidiendo personal y pasan a ser operadas directamente por los dueños o familiares. Eso hace que el segmento de las empresas con aportes a trabajadores caiga más fuerte que la cantidad de empresas".
Spotorno agrega que "no es de extrañar que haya más empresas en el rubro de servicios que en la producción de bienes, porque en el sector servicios hay menos empresas grandes que en la producción de bienes. Sólo 1,8% de las empresas de servicios son grandes empresas contra 21,5% de las empresas productoras de bienes. En servicios, el 93,3% de las empresas son micro o pequeñas empresas vs. el 89,5% en el sector de bienes. O sea en servicios, que es la porción más grande de la economía, tiende a haber empresas más pequeñas y por eso hay más empresas".
Juan Luis Bour, economista de FIEL, sostiene que “entre agosto de 2015 y 2017 hay una baja de 0,42% en el número de establecimientos, con una caída de 2,5% entre establecimientos de bienes y un aumento de 0,3% en servicios. La baja de establecimientos productores de bienes fue mayor en 2016 (2.413 establecimientos menos) que en 2017 (1.099 menos que año anterior). La baja se explica en 3 ramas: el agro es más de la mitad (casi 1.800 menos establecimientos en 2017 que en 2015, sobre un total de 3.500 menos establecimientos productores de bienes). Luego sigue la industria (1.335 menos) y la construcción (426 menos)”.
Bour explica que la evolución se relaciona en parte con el ciclo económico: la caída es más fuerte en 2016 que en 2017. Sin embargo, hay una evolución negativa de tendencia en el agro, que es el sector que más establecimientos pierde en dos años, por lo que casi la mitad de la caída responde no sólo al ciclo sino a otros factores.
Con la recuperación de la construcción en 2017, el número de empresas formales crece apreciablemente (1,4% en 7 meses). Es decir que se trata de una rama muy pro-cíclica.
La industria manufacturera, en cambio, comparte una tendencia estable a declinante de largo plazo (menos empresas que producen más), pero con la recuperación 2017-18 podría subir el número de empresas formales. El sector de servicios es heterogéneo, y el número de empresas es volátil.
Es lo que más debería crecer en largo plazo (porque aparecen nuevas actividades de servicios y por ende más empresas que las ofrecen). La rama comercio tiene más establecimientos que en 2015, pero el número es bastante estable entre 2016 y 2017, oscilando entre 159.000 establecimientos (abril y mayo de 2017) y 161.000 establecimientos (diciembre 2016).
El número de establecimientos con sólo 1 empleado oscila fuertemente de un mes a otro, en más o menos 5.000 establecimientos durante 2017. El número de establecimiento con al menos 3 empleados oscila mucho menos, de modo que puede inferirse que casi todo el movimiento que vemos en el número de empresas (bienes y servicios) se focaliza en los microestablecimientos.
Guido Lorenzo, de la consultora ACM, destaca que "cuando la actividad se expande es esperable que la competencia sea mayor, ingresen empresas debido a las mejores perspectivas, pero aún no se ve reflejado a nivel agregado. Quizás haya que esperar al año siguiente, cuando las decisiones de inversión se vean materializadas. De esta manera, los mark-ups de las firmas deberían ir cediendo a medida que ingresen nuevos participantes; la clave en ese sentido es seducir nuevos mercados para que las empresas no se asfixien entre ellas. Por ejemplo, en pesca, los elevados costos de entrada no permiten que haya más participantes de los que existen actualmente, a menos que se logre un mayor tamaño de mercado. No esperamos que se revierta esta tendencia secular".