Aunque la escuela secundaria está en la mira por el magro resultado académico, los últimos años ha logrado incorporar a más alumnos, y también ha conseguido que sean más en el último año y los que logran egreso efectivo.
Sin embargo, el sistema no alcanza a romper con ciertas problemáticas: persiste el desgranamiento, es decir que una proporción importante abandona o repite. Asimismo, entre quienes finalizan el cursado, un número importante no logra el egreso efectivo, es decir que no obtiene el título secundario.
Los datos nacionales y provinciales expresan esta realidad y muestran un escenario con este contrapunto.
Un estudio nacional realizado por especialistas del Observatorio Argentinos por la Educación destaca que aumentó 33,4% la cantidad de egresados en 10 años, entre 2007 y 2016. En ese lapso, la secundaria incorporó casi 540.000 estudiantes en el país.
Sin embargo, un cuarto de esos alumnos (23,7 % en 2016) no logra egresar porque desaprueban o deben materias previas. El título del informe es significativo: "Mejoras perceptibles, aunque insuficientes, de los estudiantes en secundaria" y sus autoras son Irene Kit, Daniela Cura y Luján Vago, de la Asociación Civil Educación para Todos.
Este analiza la evolución de las trayectorias de los estudiantes de secundaria en Argentina entre 2007 y 2017, tras la sanción de la obligatoriedad del nivel establecida por la Ley de Educación Nacional 26.206.
Tibia mejora
En Mendoza las autoridades advierten que la situación es la misma. Los registros de la Dirección General de Escuelas (DGE) muestran que las aulas del nivel medio ganaron 1.700 alumnos entre 2015 y 2018, se pasó de 62.000 a 63.700 matriculados.
“Aunque suene controversial para las ideas frecuentemente instaladas, la educación secundaria en Argentina no está estancada, sino en un proceso de mejora. Sin embargo, esa mejora es más lenta de lo que los adolescentes necesitan”, expresa el informe.
Irene Kit, en diálogo con Los Andes, recalcó: "son dos dinámicas que parecen paradojales; señales de avances con núcleos duros que todavía no se resuelven".Y destacó que cada cosa que se vaya mejorando va a requerir más desafíos técnicos: "la matrícula se achica, el fracaso es un fenómeno acumulativo", expresó.
Refirió que cuando ya hicieron el esfuerzo en el comienzo y no obtienen resultados “terminan tirando la toalla”, ya que sienten mucha frustración y acumulación de desánimo. Se culpan a sí mismos porque sienten que no tienen las habilidades suficientes.
"El sistema de calificaciones y de organización escolar te dice que si en una X cantidad de asignaturas no rendiste bien, tenés que repetir", resaltó.
Desgranamiento
A medida que avanza la trayectoria los cursos van perdiendo alumnos, fenómeno que se acentúa los dos primeros años, asociado a las dificultades de adaptación entre la primaria y el nivel medio.
La Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación lo ilustra con números.
En 2008 había en primer año de las escuelas mendocinas (públicas y privadas) 35.203 alumnos, mientras que en el último año estaban matriculados 15.075. Sólo permaneció el 42,82%. En 2017 había 32.184 en primero y 18.086 en quinto año. Se mejoró la tasa y ascendió a 56%, pero prácticamente la mitad se quedó a medio camino.
Emilio Moreno, director de Educación Secundaria de la provincia, reconoció este escenario y destacó que "se ha mejorado la retención o bajado la deserción y mejorado el rendimiento".
En 2008, entre primero y segundo año las escuelas mendocinas perdieron 21% de los alumnos.
En 2017 se perdió 12%. La promoción de alumnos en Mendoza, es decir quienes pasan al año siguiente en tiempo y forma, muestra también una tendencia positiva: en tres años mejoró cinco puntos y pasó de 70,8% en 2015 a 75,78% en 2018. La nota amarga: un cuarto no pudo.
Egreso
A nivel nacional creció 30,5% la cantidad de estudiantes que llegan al último año de la secundaria entre 2017 y 2016. Además, en esos años la cantidad de egresados pasó de 251.451 a 335.399 alumnos.
En tanto, Moreno informó que cerca de 68% de los alumnos de quinto año se recibieron en 2018, es decir que 3 de cada 10 no lo hicieron. "Pasado un año después de terminar quinto, alrededor del 80% de los chicos promocionan por eso desde la DGE estamos pensando en un plan sistemático para quienes no logran el egreso efectivo", explicó.
Y analizó a continuación: "pareciera que cuando pasa un tiempo se desvinculan de la escuela , quizás empiezan a trabajar, particularmente quienes no van a la facultad ya que quienes siguen estudiando necesitan sí o sí terminar el secundario.
El asunto es que quienes acceden al nivel superior tienen hasta julio para aprobar las materias adeudadas del nivel medio y si no lo logran pierden el año.
Diferencias según la estructura
Algunas provincias tienen un sistema con estructura de 6 años en primaria y 6 de secundaria (6/6), mientras que en otras, como en Mendoza, es de 7 años de primaria y 5 de secundaria.
El informe del Observatorio Argentinos por la Educación muestra ciertas diferencias en el rendimiento entre una y otra. El ingreso efectivo mejoró en general aunque no de manera pareja. Se trata de la proporción de estudiantes inscriptos en el primer año de la educación secundaria a quienes les correspondía por calendario por haber terminado la primaria el año anterior.
Este indicador pasó en las provincias con estructura 6/6 de 91% en 2007 a 95% en 2017, pero en las de 5/7 como Mendoza sólo tuvo una ínfima mejoría y pasó de 89% a 90%.
El fracaso escolar, es decir la suma de quienes no aprueban y quienes abandonan afecta a 2 de cada 10 estudiantes en las provincias con estructura 6/6 y a 3 de cada 10 en las provincias con estructura 7/5.
Ocurre algo similar en cuanto a la edad oportuna en la cursan, esto es que asisten en edad teórica o establecida por normativa para el cursado del año. Ascendió de 58% a 65% en las de estructura 7/5 y de 65% a 73% en las de estructura 6/6.
Mejoras
Mayores desempeños exitosos. En 2017, aproximadamente, 45 de cada 100 adolescentes de 17 años alcanzaron el último año de la educación secundaria en edad teórica, sin haber reprobado ni abandonado en toda su escolaridad. Ese mismo dato en 2007, era mucho menor: aproximadamente sólo 32 de cada 100
Edad apropiada. Cada vez más estudiantes asisten a primer año en edad oportuna, es decir, sin haber experimentado situaciones de fracaso previas. La matrícula en edad teórica de 1° año de nivel secundario crece en 8% entre 2007-2017.