Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com
Fueron 45 los gremios que dijeron presente en la reunión que se realizó en el salón Báltico, de un total de 58 que cuentan con personería gremial. Acordaron solicitar a sus pares nacionales que el 14 de noviembre se realice el plenario normalizador para la elección de nuevas autoridades y ahora están a la espera de lo que decida el triunvirato que preside la CGT.
Al decir de algunos de los asistentes, la fecha se estableció a los efectos de poder cumplir con los plazos establecidos para la correspondiente convocatoria y esperan una respuesta positiva, aunque también son conscientes de que la dirigencia nacional está centrada esencialmente en las discusiones con el Gobierno que se iniciaron días pasados en la reunión con los ministros.
Hubo numerosas “previas” antes de la reunión del lunes. Sucede que todos son conscientes de que hay que acelerar los tiempos porque así lo han decidido los popes nacionales, que saben que gran parte del poder de “presión” se fundamenta en contar con la mayor parte de las regionales del interior normalizadas y alineadas con la central obrera nacional.
Quienes se sentaron a la cabecera de la mesa fueron Rodolfo Calcagni (micros y ómnibus), titular de una de las CGT local; Jorge Córdova, el petrolero que conduce otra de las centrales obreras; el metalúrgico Luis Márquez; el canillita Carlos Camargo, titular del gremio en el que se desarrollaron varias de las reuniones anteriores y el dueño de casa del Salón Báltico, José Escoda, titular del gremio de estaciones de servicio. No hubo discursos altisonantes pero sí hubo unanimidad en señalar que resultaba necesario normalizar la regional.
Se acordó entonces, respetando los plazos establecidos para la respectiva convocatoria, que el 14 de noviembre se realice el plenario normalizador y así se lo hizo saber a la conducción nacional, la que deberá responder de acuerdo con su agenda. “Buscamos la fecha más cercana porque todos sabemos que en diciembre y en enero es imposible juntar a los gremios y tenemos que terminar el año con todo armado”, dijo uno de los asistentes.
Si bien desde la central obrera nacional se ha indicado que lo ideal sería que exista una sola lista, consensuada en la futura conducción, hay conciencia de que la tarea no será fácil. Hay tres grupos bien definidos, uno conducido por Calcagni, otro por Córdova y un tercero por los denominados “lealtad” (kirchneristas) que impulsarían a un representante de ferroviarios o de Utedyc para la conducción. También trascendió que el dirigente de Sanidad, Juan Carlos Navarro, podría ser otro de los anotados, ya que fue uno de los dirigentes que más trabajó en la “previa”. También se supo, sobre este tema, que en Mendoza “no hay voluntad” de establecer una conducción colegiada, tal como se ha alcanzado en el orden nacional.
Sin que ninguno de los dirigentes lo acepte abiertamente, se sabe que la normalización está también directamente vinculada a lo que sucede en la interna del justicialismo. Trascendidos indican que hay algunos sindicalistas (Córdova, Navarro y dirigentes de Luz y Fuerza) entre otros, que estarían conversando con el sureño Omar Félix.
“Nos parece que tiene una propuesta interesante y nos han recibido”, dijo uno de ellos, quien se manifestó muy duro con el sector kirchnerista al indicar que “nos castigaron durante ocho años, en los gobiernos de Jaque y Pérez y ahora quieren que los tratemos como si nada hubiese pasado”. Y, en relación con el sector Azul, destacaron que “con el Adolfo (Bermejo) hemos conversado, pero su entorno es muy cerrado. Y si eso pasa en la diaria, no nos imaginamos lo que pueda pasar cuando haya que discutir temas más profundos, como las candidaturas”.
De todos modos, trascendió que algunos dirigentes estarían trabajando con el sector de Bermejo-Giménez, entre los que se contarían los municipales de Maipú y los químicos, entre otros.
En lo que sí hay unanimidad, es en anticipar un rechazo “absoluto” a las políticas implementadas tanto en el orden nacional como en el provincial por Mauricio Macri y Alfredo Cornejo, respectivamente.
Un gremio importante a considerar, por la importancia del mismo y porque su titular es legislador provincial es el de los mercantiles.
Guillermo Pereyra responde en el orden nacional a Sergio Massa pero se apresuró a señalar que “yo no mezclo a la CGT con la política. Yo llegué no por la CGT, sino por un trabajo realizado personalmente y en conjunto con muchos compañeros. Es por eso que si se intenta mezclar a la CGT con el plano partidario del justicialismo, no vamos a estar”.
Dijo que Sergio Massa tiene una visión amplia de la política y está por encima de las diferencias internas. “No entiendo a muchos compañeros. Dicen que Massa no es peronista, pero resulta que es el dirigente que más contiene al movimiento obrero en sus filas. Los hechos así lo demuestran, con la diputaciones nacionales de Jorge Daer, de Facundo Moyano o del petrolero Pereyra, de Neuquén”.
Según Pereyra, Massa está trabajando en el interior del país, esencialmente en Corrientes, Córdoba y Chubut, además de Buenos Aires y la Capital Federal. “En Mendoza estamos armando cuadros de jóvenes en Tupungato, Luján, General Alvear, además de Guaymallén y Las Heras, donde teníamos un importante trabajo previo”. Y ante una consulta, destacó que “es muy difícil dialogar con el justicialismo. Hasta que no se ordene, no vamos a poder avanzar”.
El párrafo final para que lo que sucede a nivel nacional. “Declarar un paro sin fecha es como cocinar un huevo frito sin sal. No es ni chicha ni limonada”, dijo en tono burlón un viejo dirigente local, para quien lo que buscaron los dirigentes nacionales fue una metodología de “presión” ante las conversaciones que debían mantener con los ministros de Mauricio Macri. La tregua dispuesta de diez días permitirá que unos y otros (sindicalistas y funcionarios) puedan acercar posiciones a los efectos de descomprimir la situación.