A horas de llegar al fin de abril, muchos trabajadores de comercio aún no terminan de cobrar el mes de marzo. De ahí que anticipen que el cobro de este mes está en un riesgo aún mayor. Desde la Federación Económica de Mendoza plantearon que la situación del sector es "dramática" y desde el Centro de Empleados de Comercio manifestaron que la posibilidad de cobrar un 75% del sueldo por parte de los trabajadores suspendidos es una herramienta para preservar los puestos de trabajo.
El martes por la noche, el gremio de comercio a nivel nacional aceptó que los trabajadores suspendidos en abril y mayo cobren el 75% de su sueldo pero que conserven sus empleos durante esos 60 días. De esta manera, se mantuvo en la línea del convenio marco de la CGT (Confederación General del Trabajo) y la UIA (Unión Industrial Argentina), que habilita un recorte de hasta el 25% en los sueldos netos de los trabajadores que sean suspendidos por la cuarentena.
Son varios los sindicatos que, ante la caída en la actividad y las ventas, han aceptado reducciones en los salarios a cambio del compromiso de la conservación de los puestos; más allá de que, por decreto nacional, están prohibidos los despidos por el momento. El más reciente en sumarse fue el de comercio y hubo un avance en las negociaciones entre la Federación de Empleados de Comercio (Faceys), que lidera Armando Cavalieri, la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (Udeca).
El secretario general del CEC, Fernando Ligorria, manifestó ayer que aún estaba esperando la confirmación por parte de la Faceys y destacó que el convenio de la CGT y la UIA habilita a que cada actividad regule los porcentajes con sus representantes (siempre que la reducción del salario no sea superior al 25%).
"Esto no es grato para nadie pero es una situación que nos está sobrepasando a todos y se busca preservar los puestos de trabajo", expresó Ligorria y destacó que la idea es que los trabajadores que hoy no están en actividad puedan volver a estarlo cuando se reactive la economía. "Tenemos que poner un poco cada parte", lanzó.
El dirigente gremial explicó que en 2019 no hubo pérdidas significativas de empleos pero que sí creció fuertemente la informalidad. Así, señaló que hubo mucha registración deficiente y que algunos trabajadores, producto de la crisis que ya venía trayendo el sector, aceptaron trabajar todo el día pero cobrar sólo media jornada en blanco. Esto también será un obstáculo para la tramitación de ayudas gubernamentales, porque el empleado recibirá menos dinero del que le corresponde.
Ligorria agregó que todavía no se ha terminado de pagar el salario de marzo, pese a que se debe pagar los primeros cinco días hábiles del mes, y advirtió que les preocupa qué va a pasar con el de abril. En el CEC también han recibido numerosas consultas por parte de empresarios sobre cómo llegar a un acuerdo para suspender a los empleados, en línea con lo que prevé el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, cuando se trata de causas de fuerza mayor no imputables al empleador y que le permite pagar un salario no remunerativo y los aportes y contribuciones a la obra social y a la ART, pero no la parte impositiva y tributaria.
El vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza, Adolfo Brennan, detalló que entienden que el procedimiento sería que se suspenda al trabajador, que el empleado acepte la suspensión, que el gremio habilite este acuerdo y que sea homologado por la Subsecretaría de Trabajo; siempre que la reducción del salario no sea superior al 25% y se le hagan todos los aportes.
Sobre el pago de salarios, Brennan expresó que, como se pagan los primeros cinco días hábiles del mes, muchos comerciantes empiezan a juntar el dineros para sueldos 15 días antes. Pero el cierre de comercios por el coronavirus se dio a partir del 20 de marzo, exactamente dos semanas antes, por lo que muchos no han tenido facturación desde entonces.
Y si bien ahora la mayoría de los comercios del Gran Mendoza está trabajando con venta telefónica o por Internet y envío a domicilio, Brennan subrayó que esta modalidad sólo les permite alcanzar un 10% en promedio de la facturación habitual. Además, requiere de una dotación mínima y en muchos casos son los mismos dueños los que reciben los pedidos, los arman y despachan.
"La situación del sector comercial es dramática", planteó el vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza y agregó que está en un tercer lugar de afectación, después del turismo y la gastronomía.