El caso más resonante y terrible de los últimos días tuvo como víctima a una chica de 14 años, quien fue violada en Mar del Plata por un hombre de 36 años, previo haberla seducido y engañada por Facebook (el hombre generó un vínculo de confianza con la chica, le mintió en la edad y la llevó a la fuerza a un hotel alojamiento). Luego y en venganza por la violación, el padre de la víctima atacó con un cuchillo al violador.
Más allá de la notoriedad que tomó este caso, especialistas mendocinos reconocen que en nuestra provincia también se han registrado casos de grooming (acoso por las redes sociales) que -hasta el momento, y afortunadamente- no han tenido consecuencias como el mencionado episodio en la ciudad bonaerense, pero que sí están vinculados al riesgo de sobreexponerse y no tomar los recaudos suficientes en el uso de las redes sociales.
En los últimos dos años, y gracias a charlas brindadas en escuelas de nuestra provincia, al menos cuatro chicos se “quebraron” y reconocieron haber sido empujados -emocionalmente hablando y mediante engaños vía conversaciones privadas en Facebook- a masturbarse en cámara, tomarse fotos desnudos (o semi desnudos) e incluso, algunos de ellos empezaron a encontrar en la red social fotos propias que ninguno de ellos había subido.
“Son todos casos de grooming y esos cuatro son de los que yo me he enterado. Pueden haber muchos más de los que, por vergüenza, los chicos ni hablan. Muchas veces no se denuncian pero existen en Mendoza y cuando los adolescentes entran en confianza, cuentan las cosas a las que son sometidos. En ocasiones se los cuentan a los docentes y es fundamental la confianza y estrechar el vínculo padre-hijo”, destacó Jorge Chaves, abogado especializado en jóvenes y su relación con las redes sociales.
“Como padre, si mi hijo me cuenta algo así, yo debo acompañarlo y ayudarlo. Si lo reto o le grito, lo único que consigo es asustarlo y que no vuelva a contarme situaciones así”, destacó quien también está al frente del área de Prevención de Ciberdelitos del Ministerio de Seguridad y es el coordinador de los talleres y las charlas que se dictan en las escuelas.
En las redes del acosador
El término 'grooming' deriva del inglés y está relacionado al verbo 'groom' que, en una de sus tantas acepciones, se refiere a conductas de "acercamiento o preparación para un fin determinado".
En el infinito -y por momentos incontrolable- universo de las redes sociales, han proliferado nuevos delitos entre los que se destaca el acoso virtual, que incluye todos aquellos actos o conductas desplegados en el mundo de internet por pedófilos y otros individuos con intenciones non sanctas.
Su único objetivo es ganar la confianza de chicos o adolescentes para poder cometer su abuso. Estos seres tejen su red de confianza recurriendo a una identidad usurpada, logrando buena onda, empatía y hasta contención emocional en sus víctimas.
En el caso de la adolescente marplatense, el agresor le había dicho que tenía 25 años y la chica alcanzó a avisar a sus amigas que no iría a clases porque se iría con él. Todo esto ocurrió el mismo día en que fue vejada.
Mendoza no es ajena a esta situación. Hace dos años el propio Chaves tomó conocimiento, por medio de charlas en diferentes escuelas mendocinas, de un par de casos en los que groomers acosaban a chicos.
La primera de las víctimas de estos casos fue una chica que había sido obligada a masturbarse frente a una cámara. Mediante engaños y presiones, la adolescente accedió a los pedidos del acosador, quien luego la extorsionó, amenazándola con hacer público el material.
En el segundo de los episodios el contexto fue similar, aunque más perverso y morboso ya que el agresor intentó persuadir a otra chica de que incluyera a su perro en una escena sexual. En este último caso, ante semejante pedido, la víctima dio aviso a sus padres y escapó de la situación.
“Se están presentando casos de grooming en Mendoza; es lo que vemos al recorrer las escuelas y hablar con los chicos. Nos lo han comentado los profesores y los mismos chicos que, en medio de una charla o taller, lo confiesan. El modus operandi es similar al que se emplea con la trata de personas.
Siempre por medio de las redes sociales, el agresor aprovecha una situación de vulnerabilidad de la víctima y se agarra de ella para formar un vínculo muy fuerte, muy especial. Justamente se basa en esa confianza para que el adolescente cuente cosas muy íntimas de su vida, de su familia -con quien suele estar en crisis- y así los captan. Pero muchas veces también son ellos mismos quienes suben videos teniendo relaciones, sin saber que eso puede llegar a manos de redes de pedofilia”, destacó Chaves.
El año pasado, varios alumnos de un importante colegio de la provincia se vieron sorprendidos cuando en Facebook comenzaron a circular varias fotos en las que se los veía participando de una exhibición de gimnasia. El tema es que ninguno de ellos, ni sus familiares o gente cercana, había tomado ni subido esas imágenes. Pasando en limpio: un anónimo no sólo había tomado esas fotos sino que las estaba compartiendo en la red social.
“En otra charla nos enteramos de que a una niña de tercer grado, también vía Facebook, le estaban ofreciendo plata por mandar fotos de ella desnuda. La perversión es realmente alarmante”, advirtió el especialista consultado.
El rol de los padres
En 2014 -a nivel nacional- se aprobó el protocolo 24/7, que creó una red de puntos de contacto integrada por fiscales de todas las provincias del país.
El objetivo de esta red -con fuerte presencia en el ámbito virtual- es mantenerse intercomunicados ante cualquier delito o información sobre casos de pedofilia o pornografía infantil que puedan surgir y tener sus pistas en internet, y que tenga como escenario cualquier punto del mapa de la Argentina.
En lo que va de 2015, en esta red de información ya se han denunciado cuatro casos de pornografía infantil.
“Acá en Mendoza, la Fiscalía de Delitos Complejos -a cargo de Santiago Garay- está siguiendo muy de cerca estos casos, igual que nosotros desde el Ministerio de Seguridad”, se explayó Chaves.
Sin embargo, otro gran problema tiene que ver con aquellos casos que no se denuncian y -por ende- no llegan a conocerse o salen a la luz cuando los chicos se quiebran. “Muchas veces hay vergüenza, miedo a que los padres se enojen o a que los compañeros se burlen, por eso es importantísimo generar confianza con los chicos”, dijo el abogado.
Para Chaves, “no hay una receta mágica para prevenir (estos casos), porque muchas veces lo que los adolescentes hacen en internet tiene que ver con la etapa de la vida en la que están, cuando se rebelan ante todo. Como padre hay que saber atacar esos problemas y para ello es clave generar y reforzar el vínculo, estar muy atentos.
En caso de que el chico nos cuente que hay un caso así, no hay que retar, castigar o censurarlo porque eso lo lleva a que se bloquee y no vuelva a contar nada. La confianza es lo único que funciona”, agregó el especialista, considerando que los controles “policiales” que puedan implementar los padres sirven de poco y nada, ya que los adolescentes siempre logran burlarlos.
Para evitar caer en las garras de estos acosadores virtuales, también hay otros cuidados a tener en cuenta, principalmente en los mensajes que suelen enviar a los chicos en privado.
“Muchas veces se desenmascaran en esos mensajes, en el lenguaje y el contenido. Normalmente todas las preguntas tienen que ver con detalles sexuales, de sus genitales. También buscan poner a los chicos en contra de su familia o de los amigos”, explicó Chaves.
Completó: “Otro detalle a estar atento es en la adulación física. Hay chicas que reconocen no estar a gusto con su físico y se lo cuentan a la otra persona. Normalmente el groomer se excede adulando y diciéndole cosas ‘lindas’ sobre su físico. Incluso, aprovechan para pedir fotos en esos momentos”.
Cerró la enumeración de alertas ante casos de grooming: “La cantidad de amigos que tiene en Facebook quien nos escribe y si tiene una foto de perfil en la que se le vea el rostro, también son aspectos a tener en cuenta”.
La Campaña de la policía de Chile contra el 'grooming'
La Policía de Investigaciones de Chile lanzó la campaña “Todos contra el grooming” que tiene como objetivo prevenir a adolescentes sobre el acoso sexual en internet. Cada vez más niños y adolescentes tienen acceso a redes sociales y páginas en la web, y a medida que crecen esas posibilidades también lo hacen los riesgos y peligros.
La campaña está presente en las redes sociales con el hashtag #todoscontraelgrooming y circula a través de un video. En las imágenes se muestran los tantos ejemplos que existen de cómo una jovencita puede ser engañada por un adulto. El video termina con la frase: "¿Cuántos de tus amigos en redes sociales conoces realmente? El grooming no es un juego, es un abuso. Recuerda que en internet tu foto no es sólo tuya, es de todos".
El grooming hace referencia a una serie de conductas y acciones que realiza un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad y crear una conexión emocional con el objetivo de abusar sexualmente de él.