El Gobierno nacional informó hoy que existen 8.444 camas de terapia intensiva (con respirador artificial) para adultos en la Argentina, sumando a los sectores público y privado, y se está trabajando para sumar otras 2.000 para atender la demanda que exigirá la pandemia de coronavirus Covid-19.
Hasta la mañana de este martes había 55 pacientes infectados por coronavirus en terapia intensiva, pero según dijo el secretario de Calidad en Salud de la Nación, Arnaldo Medina, la demanda aumentará a medida que aumenten los casos.
Medina brindó una exposición junto a Carla Vizzoti, secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, y a Alejandro Costas, subsecretario de Estrategias Sanitarias. "El porcentaje de pacientes con Covid-19 en terapia es muy bajo en la actualidad", dijo Vizzoti tras señalar que hay en el país 966 casos, de los cuales 244 ya fueron dados de alta.
"La circulación viral no está aumentando sin ser detectada. Las camas de terapia intensiva están trabajando con sus patologías habituales. A medida que aumenten los casos la proporción de pacientes con coronavirus irá aumentando", agregó Vizzotti.
El secretario de Calidad en Salud dijo que el Gobierno se está “preparando para dar respuesta asistencial” al Covid-19, con foco en incrementar la infraestructura para casos críticos y la dotación de profesionales capacitados.
“Para ello estamos trabajando intensamente tanto con el sector público en el marco del Consejo Federal de Salud (con las provincias) como con el privado, a través de las cámaras y asociaciones que representan a las clínicas privadas en el país”, dijo.
Medina explicó que en la Argentina hay actualmente 8.444 camas de terapia intensiva para adultos en unas 800 unidades asistenciales. Como es un recurso escaso, se desplegarán estrategias para optimizar su utilización.
“Se está trabajando para disminuir o suspender actividades programadas. Es decir, todas aquellas cirugías que no ponen en riesgo de vida a los pacientes pueden suspenderse”, dijo Medina en la sede del ministerio de Salud.
El funcionario reconoció que esto traerá dificultades y trastornos a las personas, pero dijo que el Gobierno debe preparar al sistema sanitario nacional para el mayor requerimiento de camas críticas que viene.
En ese sentido, el Gobierno, las provincias, las obras sociales (nacionales y provinciales) y el sector privado están trabajando para aumentar la infraestructura en 2.000 camas de cuidados críticos.
Faltan profesionales
Uno de los factores para montar esas camas es disponer del recurso humano necesario, fundamentalmente profesionales especialistas de terapia intensiva, kinesiólogos, enfermeras y enfermeros.
“Sabemos que en el caso de especialistas no contamos con la cantidad suficiente. También se requiere equipos de reserva. Por ello, se ha logrado un consenso con la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva para incluir a otros especialistas como neumonólogos, anestesiólogos, cardiólogos, emergentólogos y especialistas en medicina interna para que puedan concurrir a las salas de terapia intensiva”, dijo Medina.
El funcionario indicó que se está trabajando "muy intensamente" en capacitaciones en dos niveles: una básica para todos los profesionales y una más específica que tiene mayores contenidos y que aporta más información para el manejo de pacientes críticos.
Telecomunicación permanente
Las capacitaciones ya se iniciaron. Se agregó una modalidad que consiste en una capacitación o supervisión en servicio. Se trata de ateneos y mesas de ayuda permanentes por lo cual los especialistas se conectan vía telemedicina y se discuten casos concretos de pacientes.
A partir del 2 de abril, estará operativa una guardia pasiva permanente (las 24 horas) en la sede del ministerio de Salud de la Nación, en el centro porteño, con 50 especialistas que estarán respondiendo preguntas permanentemente a los profesionales de la salud de todo el país.
Esas consultas llegarán de 800 unidades de cuidados críticos en el país, sumando el sector público y privado. Los profesionales sólo deberán presionar un botón rojo que tendrán al costado de cada cama crítica para comunicarse con el centro de especialistas.